Más que un “yanqui go home”, se
trata del hartazgo de la gente que esta semana recibió aumentos de Luma y en la
gasolina, y el regreso de Ricky Rosselló
(NOTA: Esta columna salió publicada originalmente en Ey Boricua, el domingo, 20 de marzo de 2022 - https://eyboricua.com/opinion/elementor-38081/)
El
abucheo a Brook Pierce en el certamen Miss Mundo, demuestra que la
gente está “jalta”, sí con jota, como dicen en la calle. La gente se
hartó de ver el descaro con el que se pasean los que se quedan con el país. Hartos
de ver cómo a ellos les abren las puertas en La Fortaleza y en el gobierno,
mientras miles de puertorriqueños se tienen que tirar a la calle para conseguir
migajas de salario y casi sin pensiones. Hartos de malos servicios. Hartos de
la violencia y hartos de la corrupción. Cansa ver cómo desde los centros del
poder político se les tira la alfombra roja a los que convierten a Puerto Rico
en paraíso fiscal, mientras la gente encara alzas en los peajes, en la comida,
en la gasolina, el la luz con el anuncio de LUMA, y en otras cosas. Ese abucheo
dice mucho.
No
hay coincidencias en que el abucheo ocurrió a pocas horas del regreso a Puerto
Rico de uno de los que le abrió las puertas de par en par a esa gente, y a
quien el pueblo obligó a irse por corrupto. Así es. A Pierce lo abuchearon en
el Miss Mundo y a Ricky Rosselló lo abuchearon y le gritaron tanto que se tuvo
que ir. Llegó un momento en el que ni los que financiaron sus campañas, ni los políticos
ni los mismos suyos lo querían y el exgobernante renunció. Lo botó el pueblo.
Pero ahora regresó, a sólo días que el actual incumbente en La Fortaleza dijera
que salimos de la quiebra. Es que no hay
casualidades en la vida.
Sobre
el regreso del exgobernante, con sus escoltas y posiblemente sin aquella guagua blindada que nunca apareció y
que al pueblo le costó sobre $250,000, se hablará y se escribirá mucho. Es
obvio que hace tiempo preparaba el camino. Puso a sus brothers en radio
y televisión a reescribir la historia, a lavar caras, a hacer que la gente
olvide. Hizo malabares con su dirección y se convirtió en cabildero como la
Premisa Desarticulada, la exalcaldesa, el que cobra hasta por el parking en
el aeropuerto, y los demás delegados por la estadidad. Entonces, era
cuestión de tiempo y de timing su regreso. Volver a reclamar lo que dice que es
suyo: el poder político y económico.
Para
eso tiene a los suyos en las agencias de gobierno, y para eso abrió espacios
para que criptoempresarios y millonarios se estén quedando con las mejores
tierras, las estructuras históricas, las playas, y hasta el país. Entre éstos,
está el Pierce. También está el actual gobernante, Pedro Pierluisi.