Tal parece que el gasto de fondos públicos
en el Departamento de Salud es como un comercial de televisión “i-l-i-m-i-t-a-d-o”.
Mientras el pueblo espera la tormenta, con un gobierno sumido en una quiebra
económica, y sin dinero para hacer más pruebas de Covid-19 que detengan la
pandemia, parece que hay permiso para usar vehículos oficiales para campañas
políticas y asuntos personales. Aunque se violen leyes, la evidencia demuestra
que el uso de esos recursos públicos es ilimitado.
Evidencia en nuestro poder, mediante
documentos, hojas de trámite, listado de peajes y fotografías, demuestran el
uso de dos vehículos de lujo que paga el pueblo de Puerto Rico y son usados por
el secretario Lorenzo González, y por su chófer y aspirante a la alcaldía de Loíza
por el Partido Nuevo Progresista, Ángel Coriano.
Habría que preguntarse si el uso de los
vehículos oficiales para disfrute personal fue autorizado y por quién, y si se
trata de algún beneficio adicional. De ser así, ese beneficio no está
contemplado en el contrato que firmó González con el gobierno, que revelamos en
este medio el 16
de mayo, y que el pasado
9 de julio revelamos que aumentó de $21,000 a un salario a $29,750
al mes.