Los primeros seis meses del
año 2020 han sido como montarse en una montaña rusa para todos en Puerto Rico,
pero la situación ha sido incluso hasta caótica para los periodistas, talentos
y demás personal en los medios de comunicación. En los medios no sólo se reporta
o se evidencia la crisis, sino que, como en todos los demás aspectos, el
personal vive el caos. Comenzamos en enero con terremotos en el sur y oeste, cayó
un meteoro y basura desde el espacio, luego llegó la pandemia del
Covid-19, el distanciamiento social, los polvos del Sáhara y ahora una sequía y racionamiento de
agua, cuando comenzamos la temporada de huracanes. Y estamos en un año electoral. Sin lugar a
duda, han sido de muchos retos.
Las tendencias más fuertes en
estos seis meses han sido los recortes, muchos despidos y reducciones de
salarios y programas ante el colapso casi total de la publicidad. Al no haber
turismo, ni deportes, que son categorías importantes de anuncios, también mermó
la programación, el contenido, y por ende, la publicidad. Todos los medios tradicionales
y digitales han sentido pérdidas económicas y todos y cada uno han tenido
trastoques en sus operaciones. Muchos no sobrevivirán el 2020.
