Uno siente la ola venir. Cierra los ojos, y
sabe que está por llegar ese momento en que se nos diga que de la noche a la
mañana en Puerto Rico ya hay que hay 20, 60, 100 contagiados por el coronavirus
Covis-19. Es cuestión de tiempo, porque sabemos que así está pasando en otras
partes del mundo, y aquí hubo muchos que no prestaron atención a lo que se
alertaba en las noticias. Todavía hoy, con cuarentena impuesta por el gobierno
para evitar que este virus se siga regando, hay gente en las calles que se
niegan a entender la magnitud de esta pandemia.
La gran paradora es que en esta era de la
información instantánea, hay un vacío de contenido informativo en los medios de
comunicación en Puerto Rico.
Tenemos la información en las manos, pero nos
importa. Muchos no le hacen caso. Unos nos cargamos al ver vídeos de médicos
sufriendo en España o Italia, o nos da pavor ver cómo Trump ha ido cambiado de
versiones, o nos cansamos de escuchar noticias de cómo tenemos que lavarnos las
manos para evitar el contagio. Sin embargo, todo es repetitivo y a veces, hasta
hueco. Esto se debe a que, en el fondo, hay una falta de credibilidad en el
receptor del mensaje. Es decir, se ve la noticia, se sabe, pero muchos no les
creen al que da la noticia, o simplemente, no les importa lo que dicen porque
siguen living la vida loca.