(NOTA- Esta fue la última columna del 2016 en NotiCel en la que hago un análisis de la situación de los medios de comunicación en Puerto Rico. Fue publicada originalmente el 28 de diciembre de 2016 - http://www.noticel.com/blog/198394/lo-que-nos-dejo-el-2016-en-los-medios.html )
El 2016 que por fin se acaba se consolidó como
el año en que lo digital superó a lo tradicional. Desde la cobertura de las
elecciones hasta los concursos para el público. Se cumplieron los pronósticos
que hemos venido haciendo en este blog En Blanco y Negro con Sandra desde el 2010 e incluso desde antes
en cuanto a las tendencias que rigen a los medios de comunicación en Puerto
Rico. A los tradicionales no les quedó más remedio que aceptar lo inevitable.
Tuvieron que adaptar sus contenidos priorizado en lo digital porque de lo
contrario, la obsolescencia les seguirá dando en la cara.
El problema es que todavía con esa realidad de
audiencias migrando a otras plataformas y vehículos para informarse, en Puerto
Rico el cambio sigue siendo lento, cauteloso, repetitivo, y en muchas
ocasiones, francamente aburrido. Y aunque parezca irónico, en algunos medios,
es inexistente.
¿Quién es el culpable de esto? Pues una fusión -
o quizás un contubernio - entre los medios tradicionales que no quieren
innovar, las agencias de publicidad que se resisten a dejar sus comisiones de
anuncios y a salir de la zona de confort a pesar de perder cada día más
cuentas, y a la pasividad de las masas
que, calladitos, optan por conectarse a Netflix en vez de ver a Wapa, o ponen
Pandora en vez de KQ-105, o ven Televisión Española en vez de Telemundo.
Las audiencias deciden, y el asunto es que cada
día son menos, porque con la migración masiva que se estima en sobre 1,000
puertorriqueños al mes hacia los Estados Unidos, son cada día menos personas viviendo
aquí. Los que se quedan son casi todos
mayores, pero los contenidos mediáticos no se adaptan con la misma rapidez.