Donald Trump, aspirante a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Republicano. |
Donald Trump está “pegao”. El aspirante
republicano a la presidencia de los Estados Unidos lidera las encuestas, domina
el espectro noticioso y tiene a toda la prensa americana babeándose por cada
cosa que dice. Le ha robado al show a Hillary Clinton entre los demócratas y a
Jeb Bush entre el montón de aspirantes
republicanos con un discurso burdo, racista, sexista, machista, ignorante y
arrogante. En fin, presenta todo lo malo del típico ugly American que
tanto asco produce a nivel mundial, pero aun así, tiene a la opinión pública en
la palma de su mano.
Comparó a los mexicanos con criminales y violadores; dijo que el líder republicano John McCain no fue héroe del conflicto en
Vietnam porque se dejó capturar por el enemigo; dio a los medios el número del celular personal del senador Lindsey Graham, insinuó que la presentadora del
debate Megyn Kelly estaba menstruando, vejó a la
comediante Rosie O’Donell y a las mujeres; y dijo que deportaría a los 11 millones de inmigrantes
incluyendo a los hijos nacidos de ilegales en los Estados Unidos. Es
anticlimático. Con cada barrabasada que dice, todas las semanas la prensa
especula que su aspiración se va a desinflar, más sin embargo, sigue aumentando
su respaldo.
Insulta, ofende, y como dice el presentador de Univisión, Jorge Ramos, es la voz más divisiva, de intolerancia y odio en los Estados Unidos hoy en día. Sin embargo, también plantea algunas ideas que hacen sentido, especialmente en materia de desarrollo económico. De lo que no hay duda es que ha logrado ponerle bastante pique a las tradicionalmente aburridas campañas políticas presidenciales. Trump ha sabido llevar su fama del entretenimiento y el reality TV al campo político con una narrativa que tiene resonancia en grandes sectores de la sociedad americana.
Insulta, ofende, y como dice el presentador de Univisión, Jorge Ramos, es la voz más divisiva, de intolerancia y odio en los Estados Unidos hoy en día. Sin embargo, también plantea algunas ideas que hacen sentido, especialmente en materia de desarrollo económico. De lo que no hay duda es que ha logrado ponerle bastante pique a las tradicionalmente aburridas campañas políticas presidenciales. Trump ha sabido llevar su fama del entretenimiento y el reality TV al campo político con una narrativa que tiene resonancia en grandes sectores de la sociedad americana.
¿Cómo es que una persona que hace todo lo
incorrecto ante la opinión pública tiene tanto respaldo de la gente? Es simple.
Trump toca una fibra de la gente porque dice lo que siente.