Periodista independiente en Puerto Rico

Sunday, September 7, 2025

El jamón del sándwich: Puerto Rico en la guerra de Trump contra Venezuela

¿Es una guerra o una operación antidrogas? Estados Unidos despliega cazas y buques en el Caribe y usa a Puerto Rico como base. Caracas habla de “amenaza”


¿Ya los Estados Unidos le declaró la guerra a Venezuela y en Puerto Rico no nos dicen nada? Esa es la pregunta que muchos nos hacemos mientras los titulares noticiosos se acumulan.

En el tenso escenario de la escalada política y militar entre Estados Unidos y Venezuela, Puerto Rico se encuentra una vez más en la incómoda posición de ser el jamón del sándwich de dos naciones soberanas, atrapado entre las ambiciones de Donald Trump y la crisis de Nicolás Maduro. ¿Dónde queda Puerto Rico en este tablero geopolítico?

Estados Unidos intensificó su presencia en el Caribe tras un ataque que hundió una embarcación con 11 presuntos miembros del Tren de Aragua: envió 10 cazas F-35 a Puerto Rico, junto a siete buques y un submarino nuclear. Mientras la Casa Blanca lo presenta como campaña antidrogas, Venezuela lo lee como presión militar y Trump advierte que derribará aeronaves hostiles. ¿Estamos ante una guerra y qué papel juega Puerto Rico?

¿QUÉ PASÓ Y POR QUÉ NOS DEBE IMPORTAR?

1.    El ataque al bote que dejó 11 muertos marcó un salto cualitativo: Washington dijo que eran “narco-terroristas” del Tren de Araguajuristas estadounidenses cuestionan la legalidad del ataque por la ausencia de combate inminente y por el uso de medios militares en un rol usualmente de Guardia Costera. 

2.    Venezuela respondió con una serie de vuelos de aviones F-16 venezolanos que pasaron cerca de un destructor estadounidense. Entonces Trump ordenó el despliegue de F-35 a Puerto Rico y elevó la retórica: “si nos ponen en peligro, serán abatidos”. 

3.    Maduro habló de declarar una “república en armas” si hay ataque directo. Entienden que la invasión estadounidense a su territorio es “inminente”. https://youtu.be/VoBlenpKhpk?si=eOh7FWQG8ZrWTbil

4.    En síntesis: La Operación de Contra narcóticos Mejorada en el Caribe que anunció Trump ha sido vista como una demostración de fuerza el  objetivo de presionar aún más al gobierno de Maduro, a quien EE. UU. ha acusado de narcoterrorismo. Mientras el gobierno venezolano denuncia la acción como una "incursión" y un "acto de agresión" contra su soberanía

5.    La Comunidad Internacional observa con cautela. Rusia y China han criticado la movida. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo ha comparado con el principio del genocidio israelí en Gaza. Mientras que la primera ministro de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, aplaudió a Trump diciendo: “que los maten a todos” los narcotraficantes. La respuesta del gobierno de la República Dominicana fue designar como organización terrorista al Cartel de los Soles tal y como lo han hecho Argentina, Ecuador, Paraguay, entre otros. Mientras, otros países de la región temen que la escalada de tensiones desestabilice aún más el Caribe.

LOS ANTECEDENTES

Hay que entender un poco las posturas imperialistas de Trump.  Recordemos que en su primer término ofreció cambiar a Puerto Rico por Groenlandia y ahora se entusiasmó con invadirlo o comprarlo. También habló de anexar a Canadá como el estado 51, y librar una guerra económica con sus aliados. Además, parece una obsesión el retomar el Canal de Panamá. Es en ese contexto que debemos entender la crisis.

Además, las tensiones Washington-Caracas no son nuevas. Aunque en su primer mandato la relación no fue hostil, Trump incluso dijo en el 2020 que estaría “abierto a reunirse con Maduro a quien calificó de “muy inteligente”. Pero cuando los republicanos en la Florida lo criticaron, cambió de postura.

Ahora la relación es adversarial y hay un dejo obvio de la administración Trump por hacerse de las riquezas de Venezuela. El sábado pasado el subjefe de gabinete en la Casa Blanca, Stephen Miller, defendió la política al describir a Venezuela como un país “tan rico en recursos, tan rico en reservas", y llamó a Maduro como el “jefe del cártel”.

Sin citar ninguna provocación en particular, Trump declaró alegremente al presidente venezolano, Nicolás Maduro, el último enemigo mortal de Estados Unidos. Ese tipo de gratuidad es presentada con indiferencia por los medios corporativos, cada vez más comprometidos con una misión taquigráfica. Pero hay otros hechos, según enumera el analista Ray Hartmann, demuestran que Estados Unidos ya está en guerra con Venezuela:

1.    8 de agosto de 2025: Trump designa al Tren de Aragua como organización terrorista extranjera

2.    Finales de agosto: Unidades navales y de infantería de marina estadounidenses se movilizan en el sur del Caribe bajo una iniciativa anticartel.

3.    2 de septiembre: Un ataque con drones estadounidenses hunde una lancha rápida presuntamente vinculada al Tren de Aragua, causando la muerte de 11 personas. El gobierno lo justifica como una interdicción de drogas.

4.    3 de septiembre de 2025 — El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denuncia el ataque estadounidense como una violación de la soberanía, ordena la movilización de las milicias y advierte que Washington está sentando las bases para un cambio de régimen.

5.    3 y 4 de septiembre — El secretario de Defensa, Hegseth, califica el ataque como "solo el comienzo". El secretario Rubio señala que se están considerando más ataques.

6.    5 de septiembre — Trump ordena que el Pentágono cambie su nombre a Departamento de Guerra en comunicaciones y señalización. Hegseth se convierte en "Secretario de Guerra".

7.    5 y 6 de septiembre: Diez cazas furtivos F-35 se despliegan en Puerto Rico. Trump declara públicamente que está considerando lanzar ataques en Venezuela.

¿ES ESTO UNA GUERRA?

1.    Formalmente, no. No hay declaración de guerra del Congreso. El Ejecutivo invoca autoridad del Artículo II y “autodefensa”. 

2.    Pero la escalada sí es un hecho: El despliegue de F-35 en Puerto Rico, múltiples buques y amenazas de derribo. Es uso de fuerza continuo con gran carga política.

3.    Legalidad disputada: expertos sostienen que el ataque al bote podría violar derecho interno de Venezuela o el derecho internacional si no hubo amenaza inminente. 


¿QUÉ ES LO ÚNICO QUE HACE PUERTO RICO?

¿Qué papel juega Puerto Rico en todo esto si Trump no consultó a nadie para movilizar despliegue militar? Esa es la pregunta. Pero como todo lo que pasa en Puerto Rico, la respuesta se acomoda y se divide por colores e ideologías, sin pensar en las consecuencias reales. Los independentistas critican la acción de Trump, los estadistas y el gobierno le abren las puertas a que se vuelva a militarizar la isla. Los estadolibristas, en el medio, buscan quedar bien con las dos aguas. Esto es lo que ha sucedido hasta ahora:

1.    Base operacional: Las aeronaves F-35 se desplegaron en la Isla para operaciones en el sur del Caribe; la 22ª Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina realiza ejercicios anfibios en la costa sur con apoyo de la Guardia Nacional de Puerto Rico

2.    La gobernadora Jenniffer González dijo sentirse “orgullosa” del despliegue: dijo estar “orgullosa” de que Puerto Rico apoye las operaciones antinarcóticos y celebró la llegada de los F-35. Su postura define el marco local de la política pública de su gobierno con relación a una incursión militar en Venezuela.

3.    Otros políticos estadistas apoyaron a la gobernadora. El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, radicó una resolución de respaldo a las acciones de Trump frente a lo que calificó como “régimen ilegítimo” de Maduro.

Prácticas militares en Puerto Rico

COMO EL JAMÓN DEL SANDWICH

Sin declaración formal de guerra, Puerto Rico quedó en la primera línea de una operación militar. Esta escalada bien puede redefinir, otra vez, el papel de Puerto Rico en la seguridad de Estados Unidos y en la política hemisférica. La pregunta es, si dejamos de ser un observador para convertirnos en jugador en esta dinámica de guerra ¿cuáles serán las repercusiones en caso de que el conflicto escale? ¿Estamos preparados para las consecuencias?

Hasta ahora el sentir de los puertorriqueños en toda esta polémica ha sido ignorado o relegada a un segundo plano en la cobertura en la prensa estadounidense. Lo único que le han prestado atención es a la postura de la gobernadora González como seguidora de Trump. En la prensa europea y latinoamericana le dieron más cobertura a una marcha por la independencia de hace una semana, que incluso, las declaraciones de la gobernadora.

A nivel local algunos medios impresos y televisión han documentado la ansiedad de los residentes de las comunidades del sureste, quienes se sienten "inquietos" por la presencia de grandes aviones y helicópteros y la "falta de información" sobre las maniobras.   Pero incluso este tipo de debate no es nuevo.

Tampoco es un asunto monolítico. La gobernadora respalda a Trump y dice que Venezuela quiere inundar a la isla con drogas peligrosas. Mientras que la congresista Nydia Velázquez ha cuestionado la expansión militar, calificándola de "un retroceso histórico" para Puerto Rico.  

En ese sentido, volvemos a estar como el "jamón del sándwich", lo que no es nuevo para Puerto Rico. Una vez más, el país está en el medio de una disputa de poder de la que no somos parte, pero que nos afecta directamente. Es crucial que los puertorriqueños analicemos las decisiones de nuestros líderes y las posibles consecuencias de esta escalada. El silencio no es una opción cuando el sonido de las armas ya resuena en nuestras costas.

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