Periodista independiente en Puerto Rico

Saturday, October 10, 2015

Se achica la pantalla




En la industria de la pantalla chica, cada día se achica más esa pantalla. Literalmente. El consumidor se entretiene ahora en una multiplicidad de dispositivos en formatos más pequeños que van mucho más lejos que un televisor. Se mueven hacia sus celulares, Ipads o tabletas, o a sus computadoras y consolas de juego entre otros, para entretenerse con programación según su preferencia. Y mientras todo eso sucede, la industria de la televisión en Puerto Rico parece que se está quedando atrás.

Los canales locales compiten no sólo contra los de la televisión pagada o por satélite, sino con la programación que viene de Netflix, Hulu y otros servicios de streaming y buscan a la carta programas en español en Televisión Española, Antena 3, ven juegos de pelota cubanos en CubaVisión, o se ríen de las ocurrencias de Los dueños del Circo en la cadena dominicana Telemicro Internacional.

Pero ante toda esa competencia por contenidos de televisoras y producciones de todo el mundo, la televisión local persiste en mantener los mismos contenidos reciclados. Todo esto, unido a una baja dramática en los presupuestos de publicidad y a cambios en los reglamentos de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, en inglés), ponen en jaque la estabilidad y el futuro de la industria.  Y esto es algo que se debería estar analizando precisamente en esta Semana de la Televisión Puertorriqueña.

Monday, October 5, 2015

“Fo” a la política, por ahora




La política y la politiquería tienen hastiados a los puertorriqueños. Aunque son los temas que predominan en los medios tradicionales, los resultados de las últimas encuestas y sondeos de opinión demuestran que las audiencias se hartaron y parecen decir al unísono: “Fo” a la política.

Quizás esto cambie el año de las elecciones, pero la verdad es que en este momento las audiencias no están respaldando los temas de política, a pesar de que los medios tradicionales los empujan por ojo, nariz y boca.  Desde la mañana a la noche el tema central parecen ser los aspirantes a primarias y los políticos de los dos partidos principales, pero el consumo mediático va por otro lado.  Las audiencias sí se informan de las noticias, pero al momento de detenerse y dedicarle tiempo – que es el activo que los medios necesitan para retener audiencias y ganar anunciantes – los televidentes, radioescuchas, lectores y cibernautas lo que quieren consumir es entretenimiento. No la política.

Con sólo mirar los números, uno lo confirma.  De lunes a viernes la gente consume un promedio de seis horas de televisión al día, y cinco horas los fines de semana. También dedican cinco horas al día de lunes a viernes a navegar las redes sociales, según el estudio “Marcas que marcan” de la Asociación de Ventas y Mercadeo (SME). http://www.noticel.com/noticia/181284/pr-exige-calidad-y-valor-por-dinero-a-la-hora-de-consumir.html Dicho estudio no lo menciona, pero es lógico pensar que esas sobre 50 horas a la semana no se dedican a buscar lo que dicen los candidatos y sí a entretenerse.