Periodista independiente en Puerto Rico

Wednesday, May 10, 2017

Mayo, mes de la radio… Q.E.P.D






(NOTA: Esta columna fue publicada originalmente el 10 de mayo de 2017 en NotiCel. Su contenido parte de la lo que se discutió en una presentación que hice ante un grupo de radiodifusores el 6 de mayo de 2017. 
http://www.noticel.com/blog/202827/mayo-mes-de-la-radio-qepd.html)


Ya han pasado 10 días de mayo, el mes nacional de la radio, y ese medio en Puerto Rico parece fosilizado, petrificado en el tiempo. Dicen que están al día porque ponen cámaras en los estudios para tomar gente sentada detrás de los micrófonos, hacen un Facebook Live o leen al aire lo que sale en el Twitter, y con eso sienten que están en la era digital. Pero la dura realidad es otra. Les comieron los dulces. La radio se ha dejado quitar su sitial como el principal y más inmediato medio en el país porque la inmensa mayoría de los radiodifusores están la zona de confort, todavía durmiendo la siesta.


El ejemplo más evidente fue hace unas semanas en la manifestación por la crisis económica del 1ro de mayo pasado. De la protesta y los actos vandálicos que ocurrieron en la Milla de Oro la gente se enteró primero por las redes sociales, luego por la televisión y después por los medios cibernéticos. Entonces, por último, oyeron la radio. Antes no pasaba así. La radio siempre era la primera en el lugar de la acción. El que diga lo contrario, falta a la verdad. ¿Cómo fue que pasó esto precisamente cuando se celebra mayo, el mes nacional de la radio?

Son varias las explicaciones de lo que ocurre en este medio. Algunas de las tendencias que vive la industria y los retos que encara con el mundo digital los conversé durante un foro en el que participé como panelista el pasado fin de semana ante un grupo de dueños de emisoras regionales e independientes, y proyectos sindicalizados sobre precisamente cómo las redes sociales están impactando a la radio. 

Se la apuntó el gobierno


Manifestación del 1ro de mayo de 2017 en Puerto Rico (Foto El Nuevo Día)



 (NOTA: Esta columna fue publicada en NotiCel el 3 de mayo de 2017 - http://www.noticel.com/blog/202591/se-la-apunto-el-gobierno.html )

Desde el punto de vista de propaganda, el gobierno: “se la apuntó”. Prevaleció en su táctica de propaganda del 1ro de mayo. Lo que queda por ver es si su mensaje convenció de verdad.  ¿Cuál es el mensaje? Que los que hicieron el Paro Nacional eran unos delincuentes que vandalizaron los edificios de la Milla de Oro. O sea, ellos necesitaban ese acto vandálico para cuadrar su libreto. Por eso, persiste el cuestionamiento del por qué no se hizo todo lo posible para evitar la barbarie.



Mirando sin apasionamiento, en un estricto análisis político y de comunicación, prevaleció la propaganda oficial por siete razones principales:  

  1.  Se montó bien el muñeco; 
  2. El liderato sindical y los socialistas están desacreditados; 
  3. Los medios corporativos son causa y parte del problema; 
  4. Hay miedo y silencio en grandes sectores de la prensa; 
  5. No hay espacio para el análisis crítico; 
  6. Se quiere meter miedo a la población y no quieren que pregunten los porqués estamos en la crisis económica donde estamos;   pero,  
  7.  Las redes sociales lo dicen todo: lo que no dicen los medios,  lo que quiere ocultar el gobierno, y la verdad de los que protestan.


El reto principal que tienen tanto el gobernador Ricardo Rosselló como los federales, los sindicalistas y los socialistas es aceptar que no estamos en los años 70 y las estrategias de propaganda no funcionan igual en la era digital. El gobierno y muchos de los que protestan ven lo que pasó según su crisol ideológico pero el pueblo lo ve como una cuestión económica. Antes se podía decir que las protestas eran entre independentistas y estadistas o comunistas y capitalistas, pero ahora no. Ahora se trata de dólares y calidad de vida. De la falta de dinero, trabajo, beneficios, acceso a la educación y la desigualdad social que provoca la actual crisis económica que provocan los mismos políticos.

Por eso es que si se pregunta a todo el que estuvo en la marcha o a todo el que la vio por televisión o por las redes sociales, abrumadoramente, dirán que quieren que se identifiquen y se arresten a los vándalos, pero no se comen las explicaciones que dio Rosselló. No aceptan por qué el gobierno permitió que la protesta se le saliera de las manos y se preguntan si fue por incompetencia o fue  negligencia.