Periodista independiente en Puerto Rico

Friday, August 23, 2013

¿Quién es el culpable del juez maltratante y ‘periquero’?



¿Quién es el verdadero culpable que la Judicatura de Puerto Rico haya tenido por 20 años a un juez maltratante de mujeres y usuario de cocaína? Esa es la pregunta que debe surgir a raíz del escandaloso informe que trascendió ayer con la destitución del “honorable” juez Reinaldo Santiago Concepción.


En un hecho sin precedentes el Tribunal Supremo de Puerto Rico destituyó ayer al juez y lo desaforó del ejercicio de la abogacía por actos continuos de violencia doméstica y utilizar cocaína. Los jueces del Supremo también refirieron el caso al Departamento de Justicia. El juez que trabajó en el Tribunal de Aibonito, por años maltrató a su mujer quien era abogada de la Sociedad para la Asistencia Legal, al punto que hasta le rompió una costilla.


¿Quién fue la persona que metió a Santiago Concepción a juez? ¿Bajo qué criterios lo nombraron? ¿Quién lo protegió para darle el premio de ser juez? ¿Quién empujó ese nombramiento en la Comisión de lo Jurídico del Senado y defendió su permanencia?


Justicia tardía para José Enrique

 

NOTA: Esta columna  fue publicada originalmente el miércoles 21 de agosto de 2013 en El Vocero. http://www.vocero.com/justicia-tardia-para-jose-enrique/ Dos días más tarde, ese mismo diario publicó en su portada nueva evidencia del caso y en este blog supimos que eso respondió a una molestia del juez federal Daniel Domínguez, quien se molestó porque osé cuestionar su lentitud en el proceso. La opinión del juez y cómo se sienta es su prerrogativa. Él está en todo su derecho ganrantizado por la Constitución del ELA y la federal que él defiende. Mi interés es que este, como todos los casos de violencia, se esclarezcan y que paguen los criminales. Si en ese proceso hay que fiscalizar a la judicatura federal, no me temblará la mano. Por otro lado, añado que yo no conocí al publicista, pero estoy en récord criticando a los medios que han usado su imagen para sacar provecho económico y ahora guardan silencio ante la lentitud en el proceso de esclarecimiento y procesamiento criminal.

 
 
 
Hay quienes dicen que la justicia tardía no es justicia. ¿Habrá justicia en algún momento para José Enrique Gómez Saladín? ¿Por qué los federales no mueven este caso?
 
El horroroso caso del publicista que fue secuestrado y brutalmente asesinado el año pasado acaparó las primeras planas de diarios, inundó las redes sociales y hasta provocó el boicot del programa de televisión SuperXclusivo, pero ahora, ¿dónde están todos esos que vociferaban ‘Yo soy José Enrique’? ¿Dónde están todos reclamándole a las autoridades y al juez federal Daniel Domínguez a que se muevan y que hagan justicia por el publicista?
 
Es un hecho de que el caso contra los cuatro acusados que se exponen a la pena de muerte por el ‘carjacking’ y asesinato del publicista está en el limbo. El caso no se mueve porque la Fiscalía federal no le ha suministrado a la defensa el descubrimiento de prueba porque el gobierno aun no ha obtenido los informes de autopsia, evidencia forense, ni los informes de la Policía de Puerto Rico sobre el crimen. Eso fue lo que trascendió hace unas semanas en la vista de estatus del caso.

Wednesday, August 7, 2013

Ineptitud + control = mordaza en la Policía

“Si bien es cierto que la Prensa tiene la obligación de ser cuidadosa y responsable en su trabajo, no es menos cierto que esto no le da patente de corso a la dirección de la Uniformada para imponer esta censura”

 
Esta es una escena real: Mataron a un oficial de la Policía. Una reportera va a la escena, recoge los datos y entrevista a los investigadores. Antes de difundir su reportaje por televisión decide volver a preguntarle a uno de los policías algún dato de la vida o de la trayectoria de ese oficial fallecido para que el País se entere de su brillante carrera en la Uniformada. La respuesta: “No te podemos decir nada porque hay órdenes de que no se hable con la Prensa”.
 
Otra escena real: Un reportero se entera que en el más reciente asesinato de dos jóvenes hubo más de tres personas implicadas. Tiene la evidencia y está presto a publicarla en el rotativo pero opta por volver a preguntarle al oficial a cargo y este le responde “Hay órdenes que no se le puede hablar a los periodistas. Vienen de arriba”. El periodista insiste que el País tiene derecho a saber quiénes estuvieron detrás de esas muertes, pero el oficial se niega y repite: “No se puede hablar a la Prensa”, y dice por lo bajo “Nos sancionan si les hablamos”.
 
¿Qué es eso? ¿Con qué derecho se impone una mordaza de tal magnitud en la Policía? ¿Cuál es régimen de terror impuesto a los policías? ¿Quién le da autoridad a los funcionarios públicos, que trabajan y reciben sueldo de las contribuciones que todos pagamos, para sencillamente, callarse la boca y negarse a decir lo que pasa? ¿Cuál es el miedo a que la gente se entere?

El chisme, ¿es noticia?

 
 
A una ‘Miss algo’ llamada Gradmarie Colón –creo que fue Miss Belleza Latina– y esposa de un reguetonero supuestamente famoso, el otro día se le explotó un implante en un seno. La noticia fue titular de portada de al menos tres de los más importantes diarios del País. Días antes, todos los periódicos impresos y ‘online’, las emisoras de radio y los noticiarios de televisión se disputaban ser el primero en difundir la ‘verdad’ detrás del incidente con el famoso merenguero Elvis Crespo que parecía sacado de una telenovela, en la que intentó besar en la boca a un ‘bartender’ y terminó hasta pidiendo perdón.
 
Días antes, en un diario publicaron que el representante Georgie Navarro dijo que tuvo que hacer ajustes en su vida “como todo el mundo” y hasta tuvo cambiar de carro al eliminarse el dinero de las dietas. Sin embargo, lo que se discutía en radio y hasta en televisión era lo mal que le caía al Pueblo que un legislador se quejara por recibir menos dinero. Ningún medio –con excepción de un programa de televisión en el que trabajo– se dio a la tarea de corroborar si la noticia que publicaba el diario y lo que se discutía en la radio era lo mismo o si era cierto o falso. La información resultó ser sacada de contexto y ese invento generó una opinión pública basada en algo falso. Quizás fue porque nadie en el País le perdona la vergüenza que nos hizo pasar en aquella convención política en la que intentó besar a una reportera americana y que captaron las cámaras de NBC, pero eso fue hace años y esta, era otra noticia.
 
Y me pregunto yo, ¿era noticia o era especulación? Cuando leo titulares así que se convierten en los temas del día en el País, y que veo a diario, no puedo dejar de preguntarme si el cotilleo y la información sin corroborar se han convertido en los temas del día. Me pregunto: el chisme, ¿es noticia?

El negrito

 
El presidente que es negro, pasó a ser el negro que es presidente. Suena a una frase sin sentido pero tiene más sentido que nunca antes. El negro habló y la gente lo escuchó. Y a muchos puso a pensar.
 
El presidente Barack Obama, que raras veces ha hablado de lo que significa ser negro para la historia de uno de los países con el mayor lastre de racismo en el mundo, sorprendió con las declaraciones que ofreció la semana pasada tras el veredicto de no culpabilidad a George Zimmerman, acusado de asesinar al joven negro Trayvon Martin. Si no es el más importante, debe ese ser uno de los discursos más trascendentales en la carrera política de Obama porque demostró que el racismo y el discrimen hacia las minorías siguen vivos a pesar de los avances en materia de derechos civiles.
 
“Hay muy pocos hombres afroamericanos en este país que no hayan tenido la experiencia de ser seguidos cuando van de compras a una tienda por departamentos. Eso me incluye a mí”, dijo Obama, para la sorpresa de los periodistas. “Hay muy pocos afroamericanos que no hayan tenido la experiencia de entrar a un ascensor y que una mujer apriete su cartera con nerviosismo y contenga la respiración hasta tener la oportunidad de salir. Eso sucede a menudo”.
 
¿Y qué tiene que ver eso con Puerto Rico?, pensarán algunos. Mucho. Todo. En realidad es importante que el Presidente americano lo diga para que se hable del tema y se reconozca que aquí también el racismo es pan nuestro de cada día. Muy pocas personas, especialmente políticos y líderes locales lo reconocen, y muchos menos lo dicen abiertamente. Es un tema invisible como si con eso se pretendiera borrar su existencia, pero es lo opuesto.

Off

 
Hay días en los que una quisiera desconectarse del paisito en el que vive. Grande en tantas cosas y de gente esencialmente buena, pero que cada día se empequeñece más ante lo necio de nuestro liderato en casi todos los sectores. Gobierno, sector privado, hasta las iglesias y muchos grupos sociales que suelen ser los más vociferantes, viven en sus respectivos mundos de mezquindad en los que no se trabaja por el bien común. Cada uno hala para su lado, azuzados muchas veces por los propios medios de comunicación que viven de la polémica del día, de las noticias superficiales, del ‘dime y direte’, y de las constantes bolas de humo para desviar la atención pública hacia temas que no necesariamente resuelven los problemas de los muchos. Parece que se trabaja para los pocos.

‘F’ para el Gobierno en retención de clientes

 
 
El Gobierno no hace nada por retener a sus clientes. Por clientes, me refiero a nosotros: el Pueblo, los consumidores, los electores, los hombres y mujeres que componemos la sociedad puertorriqueña. ¿Por qué digo eso? Fácil, porque no hacen nada por mantener a la gente contenta. Si tuviéramos que darle una nota, el Gobierno sin duda, se colgaría. Sacaría ‘F’.
 
Con esto me refiero a que el Gobierno como un todo –y no solo este de Alejandro García Padilla sino también el de Luis Fortuño y todos los anteriores por los pasados 20 años– no hace nada para mejorar la calidad de vida en Puerto Rico. Por el contrario, con la dejadez, la falta de un proyecto económico que viabilice más empleos, la corrupción y el coger dinero prestado para aparentar que hacen obras aunque endeuden a las próximas generaciones, lo que hace el Gobierno es provocar que más y más personas sigan yéndose de la Isla.
 
Me explico. Si usted es cliente de una compañía de cable TV o de teléfonos y se quiere dar de baja, para evitar perderlo como consumidor, cualquier empresa que sea seria e interesada por mantener su clientela lo que hace es pasarlo a un departamento de Retención del Cliente. Allí le preguntan cómo está, qué pueden hacer para que no se vaya, quizás hasta le den hasta alguna oferta especial. En fin, le buscan la vuelta porque la idea es no perderlo a usted como cliente.
 
Si uno extrapola esta práctica a nuestro Gobierno, tendríamos que preguntarnos: ¿Qué hace el Gobierno para retener a las miles de personas que se nos están marchando? Los que están emigrando en su mayoría son jóvenes en edades productivas. El famoso grupo 18-49; matrimonios jóvenes, familias con niños pequeños o solteros, que se supone que trabajen y generen ingresos y a los que la mayoría de las estrategias de publicidad y mercadeo están dirigidos.

La inflación nos lleva al gueto

 
Los números no mienten. Los impuestos que han ido anunciando, los que faltan y el alza en el costo de vida apuntan a que el nivel de inflación será insostenible. La vida para los puertorriqueños es cada vez más dura, más cara y es evidente que la calidad de vida se evapora. Puerto Rico se convierte a pasos acelerados en un gueto donde todo es caro, no hay dinero, no hay trabajo y se vive mal.
 
El fin de semana pasado fue la convención de la Cámara de Comercio en Fajardo y coincidió con la convención de una cadena de supermercados en Río Grande. En ambos sitios el comentario constante era el alza en todos los precios de bienes y servicios. La conversación constante entre varios empresarios y comerciantes coincidía en que todos esos los impuestos representarán un diez por ciento (10%) de alza en la inflación del País. Aunque la Prensa no ha reseñado esto, lo cierto es que es un comentario ampliamente generalizado no sólo en ese sector, sino en otras, especialmente las de servicio.
 
Comenzamos con un alza en el precio del agua. Alzas en productos de consumo y alimentos, el incremento en los arbitrios, la patente nacional, el ‘business to business’, el incremento de dos por ciento (2%) en lo que se cobra en los muelles y ahora, el alza de cuatro centavos en el precio de la gasolina definitivamente tienen un impacto en los costos de los productos y servicios, que indudablemente subirán afectando el bolsillo del consumidor. Ese 10% de alza en la inflación que estiman los expertos, pero el Gobierno no se atreve a admitir, nos dice que el poder adquisitivo del puertorriqueño se ha perdido. En ese sentido, el consumo baja.

Decisiones trascendentales

 
 
Cuatro decisiones trascendentales se tomarán en el Tribunal Supremo de Estados Unidos en estos días, que sin lugar a dudas cambiarán radicalmente las instituciones del matrimonio, la educación y el voto.
 
Esas decisiones trascendentales tocan de cerca tres comunidades históricamente marginadas: los negros, los hispanos y las personas gay, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgénero (LGBTT). Es un momento importante que debería analizarse a nivel local de manera sosegada, sin los aspavientos, las pasiones o la superficialidad que caracteriza el debate público porque nos afectan a todos y todas.
 
Los jueces del Supremo tendrán que decidir en cuatro casos relacionados al tema de matrimonio entre personas del mismo sexo, la acción afirmativa en la educación universitaria o superior, y el futuro de la Ley del Derecho al Voto de 1965 que impone ciertas presiones a los estados del sur con una historia de racismo y discrimen.
 
En fin, se trata de uno de esos momentos importantes en la historia americana que servirá de reflejo para todo el mundo y en los que los jueces tendrán ante sí el reto de determinar si como sociedad avanzan hacia la igualdad de todos, se estancan o retroceden. Se supone que los jueces basen sus decisiones en una de las reglas máximas de la Constitución que es la igual protección de las leyes, pero todo tiende a indicar, según los expertos, que afectarán a muchos con lo que determinen.

Cultura pa’ lo que conviene

 
 
 
Cultura, pa’ lo que conviene. Ese parece ser el lema del Gobierno hasta el momento. Cuando estaban en campaña política los candidatos del Partido Popular Democrático prometieron enfocarse en el desarrollo de la cultura, pero a seis meses de estar en el poder, todavía están en neutro. En todas las agencias que tienen algo que ver con el desarrollo de las artes y la cultura se mantiene un ambiente de incertidumbre que tiene a los pocos empleados que sobrevivieron la Ley 7 del Gobierno anterior en ascuas, sin saber si se quedan o se van, o quién va a dirigir las entidades. Todo está detenido.
 
En WIPR los contratos de muchos trabajadores se reanudan mes a mes. No se sabe quién va a dirigir las emisoras de radio y televisión, y tienen de interina a la amiga Marietty Lasanta, quien es una excelente profesional pero fue nombrada como relacionista bajo la administración de Jorge Inserni hace varios cuatrienios atrás. Tampoco hay continuidad ni se han hecho nombramientos en el Instituto de Cultura Puertorriqueña, en la Corporación de las Artes Musicales, la Corporación de Cine, el Centro de Bellas Artes, la Escuela de Artes Plásticas, la Oficina Estatal de Conservación Histórica y muchas otras dependencias que se supone promuevan la cultura, y protejan lo que es autóctono de nuestro Pueblo.
 
La única acción afirmativa que parece haber hecho este Gobierno en estos seis meses ha sido la iniciativa para garantizar que el 50% de los gastos de la publicidad gubernamental se paute en los programas de televisión locales. Se supone que esto hará que las televisoras comerciales generen nuevos empleos a talentos del patio. Sin embargo, la incertidumbre es generalizada.

Big brother is watching

 
‘Big Brother is watching us’. Sí, todo apunta a que la enigmática omnipresente y vigilante figura que describía George Orwell en su novela 1984 es una realidad en la era en que vivimos. Ese ‘Hermano Mayor’, una especie de policía del pensamiento que reprimía e imponía su criterio, está vivito y coleando en la proclamada mayor de las democracias: Estados Unidos de América.
 
Ese ‘Hermano Mayor’ nos vigila y la amenaza de su represión cae no solo sobre los ciudadanos que se comunican en las redes sociales o en la Internet. También aplica cada día más al trabajo de los periodistas que informan aquellos temas que los gobiernos quieren ocultar, demostrando así que la democracia peligra. En la medida en que el Pueblo no pueda estar informado, que es el rol vital de la Prensa, no solo se limita el acceso a lo que acontece sino que se priva al Pueblo de su derecho de decidir de manera consciente e informada.
 
Hace cuatro días el periódico británico The Guardian reveló la identidad de Edward Snowden, un exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y contratista de la agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, quien reveló los programas secretos de ciberespionaje del Gobierno que incluían vigilancia electrónica y telefónica. Snowden fue la fuente para varios de los principales medios noticiosos que resultaron ser objeto de una investigación del Departamento de Justicia federal.