(NOTA: Esta columna fue publicada originalmente en NotiCel hoy 12 de julio de 2017 http://www.noticel.com/blog/205393/carimbo-a-los-negros-en-la-crisis.html )
Un carimbo era el hierro caliente con el que los colonos marcaban a los africanos tan pronto los compraban como esclavos. Y ahora mismo, un siglo más tarde de la era de la esclavitud, el gobierno y la Junta de Control Fiscal, le están aplicando un carimbo a todos los negros en Puerto Rico con los recortes y las medidas impositivas que se avecinan.
No es un carimbo de hierro caliente, pero sí es igual de violento porque trastoca
las vidas de todos los afrodescendientes. El carimbo actual
se basa en crear las condiciones para que el negro no pueda sobrevivir la
apabullante crisis económica que tenemos encima.
El negro puertorriqueño que es empleado
público en alguna agencia, corporación o hasta en algún municipio tiene que
prepararse porque va a ser el primero al que eliminen. Será el más que se va a afectar,
aunque nadie lo hable y todo el mundo lo niegue. Esto pasa porque el discrimen
está metido en toda fibra de nuestra sociedad, pero sigue siendo un tema tabú
que nadie acepta. Es más, es probable que al leer esta columna usted lector y
los críticos rápido dirán que es complejo o un pretexto de la autora, pero esas
reacciones también son manifestaciones típicas del fenómeno del racismo.
¿Y por qué digo que el
puertorriqueño negro será el más afectado? Porque es en el gobierno en donde
tradicionalmente el negro tenía oportunidades de superarse y ascender a nivel
económico y social de manera digna. Vaya ahora mismo por Obras Públicas, a una
colecturía o a cualquier agencia del gobierno y verá qué muchos empleados de la
raza negra hay por allí. Lo mismo a
nivel sindical. Muchos en el liderato de los trabajadores son negros y eso no
es casualidad.
El fenómeno de la marginación social
ha sido ampliamente estudiado y por eso son muchos los negros pobres y
trabajadores, y son pocos los negros
millonarios, empresarios, políticos o los que se ven en las altas esferas sociales
o entre los que toman las decisiones en el país. Como no toman las decisiones, tienden
a ser los más afectados. ¿Cuántos empleados transitorios de los casi 3,000 que
se quedaron sin trabajo en el gobierno el viernes pasado son de la raza negra,
pregunto yo?
Aunque no hay datos específicos
sobre la proporción de empleados blancos vs. negros en el gobierno, la
tendencia a nivel de la tasa de desempleo es contundente. Un 21.4% de los
desempleados en el país entre los años 2009 al 2013 eran negros comparados a un
17% de personas de raza blanca. Esta estadística se basa en un análisis que
presentó a principios de este año el Centro de Información Censal de la
Universidad de Puerto Rico en Cayey.
El análisis de la UPR en Cayey corroboró
que las 280,000 personas de la raza negra en Puerto Rico tienen menos probabilidades
de conseguir empleo. Aguas Buenas (37.1%), Patillas (32.3%), Arroyo (27.5%), Barranquitas
(25.4%) y Cayey (20.5%) son los pueblos
con mayor cantidad de negros desempleados. (Ver datos: http://portalwww.cayey.upr.edu/iii/sites/default/files/CIC_21_Tasas-desempleo-blancos-y-negro-pueblos-PR.pdf )
Ante esta realidad pregunto yo, ¿dónde están los negros en la toma de
decisiones en la presente crisis? ¿Quién los representa? ¿Quién está hablando
por ellos? La respuesta estas preguntas es una simple: No están porque no hay
nadie. Los políticos y la Junta no quieren tocar el tema ni con una vara larga
y mucho menos sus voceros en la radio.
Los negros no tenemos representación, ni en el
gobierno ni mucho menos en la Junta de Control Fiscal, ni en la Asamblea
Legislativa. ¿Cuántos negros hay en algunos de esos organismos? Y de los
poquísimos que hay en posiciones de poder en la Legislatura o en el Ejecutivo,
¿quién ha dicho yo? ¿Cuántos se han atrevido a decir algo? Díganme, por favor,
¿quién ha sacado la cara por los negros en Puerto Rico? Nadie que yo sepa.
El negro tiene un problema doble porque nadie
lo representa, y si se va y emigra a los Estados Unidos, está doblemente
fastidiado. Allá lo discriminan doblemente por ser hispano, y por ser hispano y
negro. Y si no sabe inglés, es aún peor: hispano, negro e incapaz de
comunicarse. O sea, la minoría de la minoría de la minoría. O sea, el negro
tiene que quedarse en Puerto Rico, aguantar como esclavo los recortes y la
presión, y morir aquí.
Sabemos que la crisis fiscal y los recortes que
se avecinan han sido un ataque sistemático a todos en el país. Ricos, pobres,
clase media, viejos, personas con impedimentos, mujeres, miembros de la
comunidad LGBTT, inmigrantes, empleados del gobierno, del sector privado,
empresarios. Esto es un hecho indiscutible que todos nos afectamos, pero hay
que aceptar que entre todos los más afectados, siguen siendo los negros.
¿Cómo se soluciona? No es fácil. El gobierno tiene que aceptar este problema, entender la complejidad en la desigualdad social que enfrentan los negros y demostrar que el impacto de esta crisis será igual para todos. No será más malo para los negros que para el resto. El ajuste que se haga tiene que ser equitativo a todos, pero no se puede seguir estrangulando y afectando más a los pobres y clase media que son negros. Basta ya de seguir usando el carimbo.
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