Hay caos en la Universidad de Puerto Rico y esto está a punto de explotar. Todo el mundo lo sabe. El problema es que el gobierno no está leyendo bien a las audiencias, no tiene una buena composición de lugar y están cometiendo errores tácticos. Por eso se exponen a que les pase de nuevo como cuando la presidenta interina Celeste Freytes y los rectores descifraron el esquema de obligarlos a hacer el trabajo sucio y renunciaron. Allí los cogieron, como dicen los jóvenes, con los calzones abajo, o se las dejaron en la mano para que el mismo gobierno resuelva.
A eso se une que hay mucho “hater” de la Universidad. En realidad
son muchos portavoces hablando mentiras o medias verdades en los medios para
consagrarse con la administración, pero con total desconocimiento y a la larga,
le van a hacer daño no sólo a la UPR sino a la administración Rosselló. Porque la realidad es una sola. La crisis de
la universidad la crearon los mismos que ahora buscan echarle la culpa a los
que protestan. Lo que no entiende los críticos es que en la UPR se vive otra
realidad. No es una realidad ideológica, es una realidad económica. A meses de
que se celebre un plebiscito de status, los jóvenes no se van a dejar usar. ¿Cuáles
son las 10 verdades irrefutables en el tema de la UPR?
1. La UPR se encamina a ser la mecha que encienda el país. Es que son demasiados ataques a la
gente y los estudiantes no están solos. Viven en carne propia en sus casas, con
sus padres, abuelos y demás familiares todos los problemas recientes: caos en
el Retiro, el impacto de la Reforma Laboral, la crisis fiscal, cambios en
posturas de perspectiva de género, el colapso del sistema de salud, contratos a
diestra y siniestra en el Capitolio, el tema de la deuda fiscal, la emigración
de sus pares y amigos, y la Junta de Control Fiscal, por mencionar sólo algunos.
Y están molestos. Les indigna ver que exigen recortes a la UPR o a las agencias
de gobierno, cuando se regalan contratos o se dan beneficios como el incentivo
a los médicos supuestamente para
protegerlos, cuando todo el mundo sabe que su problema son las aseguradoras. Con
ese incentivo los médicos dejarán de pagar $180 millones en contribuciones. Si pensaban que los jóvenes estaban dormidos
viendo se equivocan. Están despiertos y
movilizándose.
2. Hay miedo a que se levante la juventud que no escapó por Jet Blue. Los jóvenes que protestan son los
que han decidido quedarse y dar la pelea por Puerto Rico. No van a emigrar. Son
los que piensan en el colectivo, no en el individuo. Su lucha es de conciencia,
no de la barriga. Por eso no se van, y la UPR va a ser el comienzo. Eso, el
gobierno y la Junta lo saben y les preocupa. Ya los estudiantes de la Universidad
Católica y de la Universidad del Sagrado Corazón anunciaron su respaldo a los
de la UPR. Se anticipa que esto genere una unidad mayor a la de la huelga
anterior, y a la que hubo cuando se unieron los grupos contra el IVA. La
generación del futuro se va a unir porque quieren corregir el caos en el país
comenzando con la defensa de la universidad pública. Eso es un hecho
irrefutable, aunque todos los estudiantes están conscientes de que hay que
hacer cambios a la UPR y que no hay dinero.
3. La Guerra Fría ya pasó y no son los pelús. Aunque muchos analistas, ‘analistos’ y políticos
insisten en los medios de comunicación (especialmente en la radio) que esto es
una pugna entre la izquierda y la derecha, no es así. De hecho, la inmensa
mayoría del liderato estudiantil no son los que suelen llamarle “pelús” en
referencia a los comunistas que se dejaban barbas y andaban despeinados con el
look de los 70 y 80. Ya no es así. Esto es un asunto complejo que en los medios
de comunicación no se está articulando como realmente pasa. Muchos de los jóvenes
que se están levantando en Río Piedras y Mayagüez son los hijos y son los amigos
de los que están el gobierno. Estudiaron en colegios y sus padres eran
empleados de empresas o farmacéuticas, pero ante el desempleo, optaron por la
UPR. No por las privadas. En época de la abundancia probablemente se hubieran
ido a estudiar en los Estados Unidos. Mientras, los recintos regionales están
llenos a capacidad con muchos estudiantes de los campos y de las clases
trabajadoras. En ese sentido, la UPR es bien heterogénea. Hay estudiantes de todas
las clases y corrientes ideológicas que se están uniendo con el objetivo común
de proteger a la Universidad. Eso el gobierno y la Junta de Control Fiscal tienen
que entenderlo.
4. Ahora, más que nada, son las mujeres. Son la
mayoría de la población y las más afectadas. La que renunció a la
presidencia interina fue una mujer. La sustituyó otra interina, que también es
mujer. La mayoría de las líderes de las organizaciones estudiantiles son
mujeres. Hasta la que increpó a al Gobernador Ricardo Rosselló en Ponce fue una
joven mujer. Y están molestas. Están
hartas de recibir golpes. Primero una reforma laboral que las obliga a ganarse
un $7.25 la hora pero sin beneficios, y saben que es una especie de esclavitud
económica para las nuevas generaciones. Saben que ya mismo vienen los recortes
en salud, en vivienda y hasta en las escuelas, porque del sistema público de
enseñanza es que provienen muchas. Las
mujeres jóvenes sobre cuyos hombros se debe construir esta sociedad son las más
afectadas con esta crisis en el primer centro docente y no se van a quedar
quietas. Lo que me trae a la pregunta obligada: Si la UPR es un bastión de la
educación y el acceso a la equidad de las mujeres de este país ¿por qué el
silencio de los sectores que deben apoyarlas? ¿Dónde están las feministas
defendiendo la universidad? ¿Dónde están las entidades que defienden los
derechos de la mujer, cuando uno de los derechos fundamentales es tener acceso
a educarse, a estudiar y echar pa’lante? ¿Es que acaso son claques que tienen a
este país en un inmovilismo permanente?
5. Si se hunde la UPR se hunden las privadas. Muchos piensan que las universidades privadas
saldrán ganando si se cierran recintos de la UPR con el recorte de $300
millones que pidió la Junta de Control Fiscal, pero esto no es necesariamente
cierto. Hay que recordar que la UPR aumentó su matrícula al hacer campañas para
atraer estudiantes de escuelas públicas y dar el examen de College Board gratis.
Muchos de estos estudiantes no irán a las privadas si hay un cierre en la UPR
porque no tienen el dinero para pagarlas.
6. El problema de las piñas. Son los grupos en el poder. Los estudiantes saben que el problema mayor
en la UPR son las “piñas” que se auto-protegen y han quebrado el sistema. Profesores
independentistas que no daban espacio de cátedra a los que tenían mérito por no
ser de su grupo; gerencia universitaria que atornilla por años a empleados
populares o penepés amigos del presidente de turno y que aumentan la grasa y
los costos operacionales; todos esos los buscones políticos o ideológicos que
son los verdaderos culpables de la debacle financiera en la UPR y esto los
muchachos lo saben. Por eso han hecho propuestas a través de los años pero las
distintas administraciones universitarias no les hacían caso porque era una
afrenta contra su poder. Ya es hora de eliminar las piñas.
7. Críticos por conveniencia. Muchos de los que critican a los
estudiantes y a la UPR están velando la güira. Quieren crear sus propias piñas
y buscarse puestos y prestigio. Ahora mismo hay 5 plazas vacantes en la Junta
de Gobierno, ¿por qué el gobernador Rosselló no nombra a algunos de esos que
critican por radio a la universidad? ¿Será
que no quieren esas plazas por que son sin paga y lo que quieren es presidir la
institución o dirigir un área para ganar dinero? ¿A que no están dispuestos a trabajar gratis
por el país? No lo hacen porque saben que se exponen a ser objeto de protestas
y ningún comerciante o empresario quiere exponerse.
8. Los medios vs. las redes sociales. Mientras en los medios de comunicación hay
cantidad de críticos y “haters” que
lo único que hacen es hablar mal de la Universidad con actitudes politiqueras,
o de los jóvenes o de los profesores, esa población se mueve por otros espacios
de maneras tácticas. Parte del problema es que los medios corporativos suelen
quedarse en la zona de San Juan, y limitan la cobertura noticiosa a los
comunicados de prensa, a las declaraciones de funcionarios y a uno que otro
sondeo relámpago con dos o tres estudiantes. Pero la realidad es otra. En la
pasada huelga, mientras la prensa iba por un lado, los estudiantes crearon sus
propios medios noticiosos y tomaban al país y a los periodistas por sorpresa. Ejemplo
de esto fue Radio Huelga. Ahora
mismos están las redes sociales. En esos espacios se dan unos discursos y unas
dinámicas que a veces no trascienden en los medios tradicionales y que entonces
sorprenden a la opinión pública. Por eso hay que estar atentos. Lo otro es que
los estudiantes están apoderados. Saben que cuáles son los “haters” y buscan dónde colarse. Por eso
no debe sorprender las muchas llamadas de jóvenes, por ejemplo, al programa de
Luis Francisco Ojeda por WKAQ que aunque es de otra generación, les dejó el
espacio y la plataforma. Pendientes.
9. ¿Desacreditación o cierre? Algunos portavoces en contra de los estudiantes intentan atemorizar con
el cuco de la desacreditación si hay un paro y una huelga. En realidad están
desconectados. Los jóvenes saben que ya esto pasó del tema de una acreditación
porque de qué vale estar acreditados si se mató a la universidad con el recorte
de $300 millones. Si le quitan esos fondos, como quiera liquidan la
universidad. La universidad no puede ser un espacio vibrante si no hay diálogo,
ni diversidad ni hay recursos. Lo que hay que hacer es escuchar a los jóvenes y
aceptar sus recomendaciones.
10. Sin consistencia no hay consenso. O todo el país se ajusta a los recortes o
vendrá el caos. No se puede pretender
que los estudiantes y la comunidad universitaria acepten los recortes cuando se
ve la manera en que se despilfarra el dinero en otras áreas. Esa inconsistencia
es lo que afecta la credibilidad del gobernador Rosselló y de su gobierno. Si
no hay dinero para la UPR, no puede haber dinero para contratar a todos los políticos
fracasados y amigos en el Capitolio. Si no hay dinero para la UPR, tampoco
puede haber un salario-contrato o contrato-salario con la Secretaria de Educación
Keleher que se gana en un mes lo que se gana un maestro en un año. Si no hay
dinero para la UPR, no debe haber dinero para los contratos de la Junta de
Control Fiscal. El mensaje que llevan los jóvenes, y que realmente va a calar
en la sociedad, es que si hay que ajustarnos, nos ajustamos todos por igual. Además
en el Plan para Puerto Rico que tanto articula el Gobernador Rosselló, se
prometía proteger a la Universidad. Esperan que se cumpla.
Además, es indispensable reconocer que esto pasó en otros sitios. Las protestas no son ni serán extraordinarias. Esto es causa y efecto.
De verdad espero que tengas razón y se cumpla lo que has expuesto. Los haters tienen la lógica de los papagallos con pensamiento mágico.
ReplyDeleteDavid, gracias por.tu comentario. Yo sólo espero que no se afecte el sistema público.
ReplyDeleteDavid, gracias por.tu comentario. Yo sólo espero que no se afecte el sistema público.
ReplyDeleteLo de las "piñas" está excelente, de hecho, moralmente es desastroso, porque contradice el compromiso que evocamos tanto dentro com fuera del salón de clases, del laboratorio y otros vericuetos de las comunidades universitarias, sin embargo, con todo respeto, debo señalar que no menciona usted entre "las piñas" los gremios y sus convenios, le invito a que averigue las barbaridades de los convenios vigentes, se le caerá la quijada... no hubo ser más feliz en el mundo cuando se dijo que la Junta de Contron Fiscal tiene potestad para revocar convenios...se hace bien el discurso de "a mí no me toques..."....dificil justificar sea $800M, sea el 9. lo que sea %, en fin lo que sea...
ReplyDeleteTienes toda la razón pero pensaba que estaba implícito
DeleteLa lucha sigue, no solo en la calle sino también en la Academia... Somos muchos los que estamos en posiciones de profesores y administradores que estamos en la mejor disposición de enderezar el barco... pero los tienen que dar el espacio y escuchar... Y poner en ejecución nuestras propuestas y la de los estudiantes... Lo podemos hacer... Lo estamos haciendo y lo vamos a hacer...
ReplyDeleteHay que proteger a la.UPR
DeleteHay que proteger a la.UPR
DeleteC9menzi mal adjudicandose tener toda la verdad. Eso es una gran mentira. Los políticos tanto de un lado y de otro quieren usar a los muchachos.
DeleteMuchas gracias. Estoy de acuerdo con la observación sobre esas piñas de gobierno en la UPR. Doy fe de ello por experiencia propia, por todas las vergüenzas que pasé durante los 9 años que coordiné el convenio interinstitucional con la Universidad de Amberes, sin cobrar nada a la UPR, sólo por amor a la institución.
ReplyDeleteEXCELETE Análisis, lo comparto.
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