(NOTA: Esta fue mi última columna del año en NotiCel, publicada el 27 de diciembre de 2017 - http://www.noticel.com/opiniones/el-periodismo-comprado-por-el-gobierno/677881570)
Los gobiernos siguen comprando a los medios y
eso la gente tiene que admitirlo, asimilarlo y analizarlo, si es que lo quiere
combatir. Si en este 2017 usted que me lee se cansó de la mediocridad, las medias
verdades o las historias verdaderas sin contar, hay que combatir la compraventa
del periodismo. Pero por desgracia, eso no sucede. La gente asume la misma
actitud de protesta que tienen los policías en Puerto Rico: Cogen el “blue flu” y se ausentan. Escapan, para
ignorar lo que tienen de frente. Esa actitud de brazos caídos permite que la
calidad del periodismo disminuya, a la vez que la credibilidad en los medios
sigue precipicio abajo. El peligro de
esto es que las mentiras contadas muchas veces, pueden tornarse en verdades
ante el pueblo que se da el lujo de permitir seguir siendo ignorante.
Esto precisamente es lo que está ocurriendo
ahora mismo en México, en donde ya se sabe que el gobierno del presidente
Enrique Peña Nieto ha invertido más de $2,000 millones (ó dos billones) en
publicidad oficialista, y les impiden a los periódicos, emisoras de radio y
canales de televisión que publiquen noticias negativas hacia su gestión. El
gobierno mexicano controla lo que publican los medios, y como resultado, dos
terceras partes de los periodistas admiten que se autocensuran, reveló un
amplio reportaje publicado hace tres días por el diario The New York Times. El
artículo se tituló “Using
Billions in Government Cash, Mexico Controls News Media”.
En los Estados Unidos, Trump y los republicanos
y están en guerra contra la prensa liberal a la que llaman “fake news” pero a la misma vez, van
cambiando leyes para favorecer a medios conservadores como Sinclair y otros. Y
acá en Puerto Rico, no estamos muy lejos de esas realidades. Ya hemos vivido varios intentos de controlar
la opinión pública desde operativos de gobiernos controlando la información o
promoviendo la publicidad oficialista, como una vez lo hicieron los gobiernos
de Luis Muñoz Marín en los 40 y 50, o los de Pedro Rosselló en los 90. Sin
embargo, todas las administraciones en mayor o en menor medida han tratado de
controlar el mensaje y al mensajero, a pesar de que ahora la publicidad
gubernamental debe ser más balanceada entre los medios, como resultado del caso
entre Rosselló y El Nuevo Día en los 90.
El peligro con esto es que no se cuenta la
verdad. Es sólo cuando la prensa verdadera pregunta y pregunta sin cesar, que
poco a poco, se va descorriendo el velo que usan para tapar lo que pasa. ¿Un
ejemplo reciente? Los muertos tras el huracán María. Si no fuera por el Centro
de Periodismo Investigativo, y luego por Buzzfeed y CNN, que no dejaron de
preguntar y publicar la noticia, aquí ese tema se hubiera callado. La censura
la impuso el mismo Héctor Pesquera y hasta el propio Gobernador Ricardo Rosselló
seguía con la versión de que sólo habían 16 muertos.
Whitefish, el retraso en la entrega de ayudas
por FEMA y la lentitud en la reconstrucción son otros ejemplos recientes de cómo
la prensa verdadera indaga, y entonces, el resto de los medios que están
comprados – por el gobierno o por algunos anunciantes – no les queda más
remedio que cubrirlos.
¿Un ejemplo de cómo se compra el silencio en
los medios en Puerto Rico? Fácil. Evalúen cómo ha sido la cobertura y la
fiscalización del colapso de las telecomunicaciones. Mire bien qué medios dicen
qué, cuales sólo dicen algunas cosas y cuáles se callan.
En México la inversión billonaria de dinero del
gobierno federal dicta qué es lo que los medios reportan y qué temas no tocan.
Aquí no estamos tan lejos de esa realidad. Aquí, además de suavizar el
contenido, algunos medios simplemente no reportan cosas escabrosas o lo que
algunos directores de programación llaman “temas muy complicados para la gente
promedio”, menospreciando así la capacidad del público. En ese sentido, el
supuesto derecho de pueblo a estar informado que pregona el periodismo, cada
día está más lejano de la realidad.
En Puerto Rico hay un elemento adicional y es que ya casi no quedan periodistas.[En la última
década en Puerto Rico han cerrado sobre 35 medios de comunicación, dejando
desplazados a más de 1,200 empleados entre reporteros, fotógrafos,
camarógrafos, editores, correctores, trabajadores de prensa, gerenciales y
otros].
Lo que abundan en los medios en Puerto Rico,
especialmente en la radio, son los comentaristas que suelen ser cabilderos, ex
candidatos o políticos en funciones. Son esos los que analizan en la radio el
caso que van a investigar como abogado contratado por la Comisión de Ética de
la Cámara de Representantes, o los que discuten el caso del cual luego serán
testigos en un tribunal. El público aquí
piensa que esos “son periodistas” pero realmente no lo son. Se disfrazan, usan
el medio y se proyectan como informadores, pero en realidad han usurpado el rol
informativo que debe proveer balance o más de un punto de vista.
Los periodistas, ante la falta de trabajo y los
salarios a mínimo federal, han tenido que irse a trabajar como relacionistas y
muchos como portavoces de comunicación de los gobiernos. Siempre los ha habido,
y bajo la administración de Alejandro García Padilla hubo muchos, pero bajo la
actual de Rosselló hay en prácticamente todas las agencias.
En México y otros países del mundo, atacan y
hasta asesinan periodistas. Acá en Puerto Rico, usan métodos más sutiles.
Algunos oficiales de prensa simplemente prohíben a sus secretarios ir a
aquellos medios en donde sí hay periodistas haciendo preguntas. Favorecen a los
amigos que le harán preguntas simples, o le reirán las gracias a cambio de un
café o un anuncio.
El problema para los gobiernos – sea en México,
en EEUU o acá en Puerto Rico – es que las redes sociales, la web y la misma fragmentación de medios le brinda al público
otras alternativas de dónde informarse. Eso tiene a los gobiernos desesperados
porque saben que, aunque lo intenten, las tácticas de control no siempre
aplican.
Si a eso le añaden el contenido hueco, el resultado es falta de
credibilidad. Ejemplo de esto son los medios en Puerto Rico que viven sólo del
contenido político partidista. Cuando los políticos se van de vacaciones, se
quedan sin contenido. Por eso se ve cómo emisoras de radio mandan a sus
“talentos” de vacaciones, como si el público no tuviera derecho o deseo de
enterarse lo que pasa en la época de Navidad.
REFERENCIAS
A continuación, incluyo algunas columnas,
artículos y escritos de temas relacionados.
1.
Using Billions in
Government Cash, Mexico Controls News Media- https://www.nytimes.com/2017/12/25/world/americas/mexico-press-government-advertising.html
2. La crisis fiscal en los medios - http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2016/04/la-crisis-fiscal-en-los-medios.htm
3. Corrupción mediática –http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2016/09/corrupcion-una-realidad-mediatica.html
4. Payola política - http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2017/02/payola-politica.html
5.
Incesto entre
la política y los medios - http://www.noticel.com/blog/207079/incesto-entre-la-politica-y-los-medios.html
6.
La mordaza cibernética - http://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/la-mordaza-ciberntica/663403486
7.
Consumo de
medios 2017 - http://www.noticel.com/blog/200382/consumo-de-medios-2017.html
8. Secretario de prensa - http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2012/12/secretario-de-prensa.html
9. El control de la prensa y del mensaje - http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2017/01/el-control-de-la-prensa-y-del-mensaje.html
10. Analistas vs. Comentaristas http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2012/02/analistas-vs-comentaristas.html
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