Tetas, vulva,
penes, nalgas, anos. Cunden los medios noticiosos. Morality in Media. Esa es la
consigna de este país, tan jodido por la doble vara.
Ayer le
cancelaron el contrato a la presentadora de televisión Grisel Mamery porque un
personaje, digo, paparazzi argentino, le tocó los senos, enseñó su brassiere y la besó en la boca para
entonces virarse y enseñar las nalgas desde un balcón sanjuanero en las fiestas
de la Calle San Sebastián. Quería que los puertorriqueños vieran su trasero. Y
nuevamente comenzó el tsunami de la doble moralidad.
La doble moralidad
boricua es evidente. Le cancelan el contrato a la Mamery pero en ese mismo
balcón en la SanSe estuvo el comediante Raymond Arrieta mostrando su “six pack”
cervercero en la barriga, pero nadie dice nada. Los mismos que critican son los que corren a
ver tetas, vulvas, penes, nalgas o anos a la primera provocación.
Hay una
obsesión con el sexo, o quizás una muestra de la represión. Sectores de la
prensa y medios noticiosos en Puerto Rico, y también del público en general,
están obsesionados con todo lo sexual. Viven pendientes de las noticias del
pubis de Maripily, o del ano del ex senador Roberto Arango. No se pierden las
tetas de las muchas “modelos” que salen en televisión o en el Bombón del
periódico Primera Hora, o si la transgénero Verona pagó o no a la doctora
que le cambió el sexo. Muchos critican, pero todos lo ven. Es que dicen que el
sexo vende.
Sin embargo,
no hay críticas a otros comportamientos igual de reprochables pero que no
tienen el componente sexuado tales como a los políticos que no pagan
contribuciones al CRIM y le tiran la toalla, secretarios de Educación con
pillos de electricidad, a los jefes policiacos vinculados a pornografía
infantil (aunque éste si se trate de sexo), o a los políticos vinculados al
narcotráfico.
Más que una
doble moral lo veo como un intento de entretener al público en sandeces. Y si,
la prensa es en gran medida, responsable de esto.
Más que la prensa, las empresas mediáticas que publican estas noticias para lograr más ventas, más circulación, más ratings o más “clicks”, si es en Internet. Pero esto también tiene una doble vara, y es que sin ventas, el medio no sobrevive.
Sin lugar a
dudas el periódico El Vocero dio un palo noticioso con la publicación de estas
fotos de Mamery porque ella es una figura pública. El resto de la prensa local
ha tenido que seguir este tema porque es de lo que todo el mundo está hablando.
Sin embargo, son muchos los ángulos que se pueden analizar, sosegadamente sobre
este asunto.
El primero
podría ser el discrimen o el juicio moral de la Corporación para la Difusión
Pública al botarla de su trabajo. Pedro Rúa Jovet, presidente de la
Corporación, no dio explicaciones de por qué canceló el contrato pero se limitó
a decir que “Tuve
la oportunidad de hablar con Gricel y los dos entendimos que, en este momento,
lo mejor para ambas partes es que ella culmine sus labores en WIPR”.
Como patrono,
WIPR perdía como quiera. Si la dejaba en el puesto recibiría críticas por
igual. Lo que hay que preguntarse es cuál fue el criterio para contratarla en
primer lugar. ¿No fue acaso un intento para tornar la programación del canal
que se supone sea educativo en uno “comercial”? Que no me digan que el
contenido de la programación de WIPR ha mejorado, porque con contadas
excepciones es lo opuesto.
Esto me trae a
lo segundo. Si hubiera sido en un canal comercial, las fotos quizás la
ayudarían a promoverse. Es más, a lo mejor le dan hasta un “reality show”
porque el sexo vende.
Lo tercero,
este de juicio de Mamery también demuestra que hasta el momento, ella no ha
sabido manejar adecuadamente la crisis. Debe dar una explicación pública de por
qué sus actos no corresponden con la imagen que ha querido proyectar por años.
También está el hecho de darle publicidad a un personaje asqueante como Javier Ceriani, animador
del programa Paparazzi Magazine de Mega TV y quien aparece en las fotos junto a
Mamery. En ese sentido tengo que coincidir con su hermano, Topy Mamery. Como
dice el refrán, “dime con quién andas y te diré quién eres”.
Lo cuarto, es
el tema del machismo. Si hubiera sido un hombre se lo perdonan. ¿Acaso dicen
algo cuando Julián Gil casi muestra sus genitales en vídeos? ¿Y de Raymond
Arrieta, bien gracias?
Sexto: Mamery
lo consintió. No se trató de un acto que ella rechazara. Si hubiera sido yo, la
pescozá al argentino iba de calle. En ese sentido, ella no es una víctima
porque no detuvo el acto. Tampoco se trató de acto delictivo porque ella lo
permitió.
Distinto es el
caso de la privacidad del ex legislador Rolando Crespo quien sí cometió delito
en su vida privada, pero luego vimos muchos de sus compañeros en la Legislatura
apoyarlo alegando que es un “enfermo” al consumir drogas. Esa es la excusa que
muchos usan, el tema del salubrismo. Pero eso es otra cosa.
os
criterios que se usaron para juzgar la moral y para destituir a Gricel Mamery
tienen cargas diferentes que no sólo tienen que ver con el discrimen por
género. Con otras conductas de figuras públicas que son igualmente
reprochables, pero sin el contenido sexuado, el castigo es distinto.
Por último, (y
como pasó hace unos días con la foto del periodista Rafael Lenín López y el
candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático Alejandro García
Padilla precisamente en las fiestas de SanSe) la foto de Mamery evidencia cómo
en Puerto Rico y en los medios de comunicación ya no hay linderos entre lo
público y lo privado.
A niveles
privados se actúan de diversas maneras, hay relaciones de amistad, o se esbozan
creencias o afinidades que cuando salen en lo público, generan controversias.
En fin, la
moralidad se juzga según el cristal con que se mira.
Me gusta como expones este punto... solo me resta una pregunta... en Blanco y Negro... te refieres a las "nolas" y al "gistro" del argentino?
ReplyDeletegricel te lo buscate
ReplyDeleteUna muy razonable perpectiva. Hay doble vara y la crean o sostienen
ReplyDeletelos medios .
La manipulacion de la conducta de las masas.
Amen, de que hay errores y hay errores.