En un
Puerto Rico que camina hacia el 2026, una maquinaria política y corporativa
busca imponer el silencio, desmantelando la fiscalización para gobernar en la
impunidad de las sombras.
Puerto Rico se acerca a
despedir el 2025 no con la esperanza de un nuevo comienzo, sino bajo la sombra
de un asedio. Mientras nos preparamos para recibir el 2026, la democracia
puertorriqueña enfrenta una amenaza existencial que no proviene de huracanes ni
terremotos, sino de los pasillos del poder y las oficinas corporativas: una
campaña sistemática y sin precedentes para silenciar al periodismo
independiente e investigativo.
No es paranoia, es la realidad
operativa del país hoy. Lo que estamos viviendo es una guerra real para que la
gente no se entere.
La censura corporativa y el fin de los espacios masivos
La señal más burda de esta
ofensiva ha sido la cancelación ayer del programa de periodismo investigativo "Cuarto
Poder" de Jay Fonseca en Wapa TV. Eliminar uno de los pocos bastiones
de fiscalización en la televisión abierta no es una decisión meramente
comercial; es un mensaje. Envía la advertencia de que la investigación profunda
es incómoda para los intereses que financian los medios corporativos.
Al sacar del aire estos espacios, se pavimenta el camino para la dictadura del "periodismo light": esa estrategia concertada entre publicistas y medios para inundar las ondas con trivialidades, farándula y relaciones públicas disfrazadas de noticias, mientras el país se cae a pedazos por la corrupción.
Cacería de brujas contra la prensa independiente
Pero el ataque es aún más
vicioso contra quienes no tienen un conglomerado detrás. Los periodistas
independientes, que operan con recursos limitados, pero con una ética
inquebrantable, se han convertido en el "enemigo público número uno"
del gobierno.
- Persecución y Descrédito: Hemos visto campañas de lodo orquestadas para destruir la
reputación de figuras clave como esta servidora, Sandra Rodríguez Cotto,
cuyo único "delito" ha sido exponer lo que otros callan.
- Obstrucción Directa: Se ha normalizado el acto antidemocrático de impedir el acceso
físico a periodistas como José Luis de Prensa Comunitaria,
negándoles el derecho básico a preguntar en conferencias de prensa.
- La Trampa de las Credenciales: Se exige ilegalmente una "credencial de prensa"
oficialista como salvoconducto para informar, convirtiendo un derecho
constitucional en un privilegio otorgado por el estado.
- Lawfare (Guerra Jurídica): El uso de demandas frívolas para desangrar económicamente a los
comunicadores y forzar su silencio por agotamiento.
La institucionalización de la opacidad
Quizás lo más peligroso es cómo
se ha legalizado este silencio. La firma de la mal llamada "Ley de
Transparencia" por la gobernadora Jenniffer González es la culminación del
cinismo político. Bajo el disfraz de ordenar procesos, se han creado mecanismos
burocráticos diseñados para atrasar, negar y esconder información pública que pertenece
al pueblo. No es transparencia; es un muro de contención contra la verdad.
No podemos obviar que la persecución
y la censura a la prensa son situaciones han ocurrido antes. En otros momentos en
nuestra historia ha habido complicidad entre gobiernos, publicistas y empresas mediáticas
para cerrar espacios, perseguir periodistas, y mantener, con el silencio estratégico,
una complicidad que permitía y ocultaba actos de corrupción.
Bien lo describe la veterana
periodista Wilda Rodriguez, cuando narró que en la década del 1980 había
una presión declarada por el Partido Nuevo Progresista contra los medios. Recordaba ella las presiones a las que
sometieron a medios como el periódico El Mundo, bajo Alex W. Maldonado. Se, porque lo he investigado y publicado al
respecto, que situaciones iguales o peores pasaron medios como Claridad, y más
adelante, El Reportero, entre otros.
En ese sentido, la persecución
a la prensa libre siempre ha existido. El problema es que ahora, en el 2025, se
unen muchos más elementos que hace un escenario incluso más peligroso. Llevamos
al menos dos décadas de infiltración de elementos ajenos a la prensa
controlando contenidos en los medios, se ha ampliado la propagada, no hay
financiamiento para los periodistas, y ante la crisis económica general, los
medios claudican como nunca antes en la misión de fiscalizar las estructuras de
poder.
Después del Verano del 2019 y
las protestas que desembocaron en la renuncia del gobernador Ricky Rosselló, en
Puerto Rico se pisó el acelerador para cambiar el escenario mediático y del
periodismo. Sobresalen 10 tendencias principales que llevamos años analizando:
1.
Cierre y reducciones de medios tradicionales para sustituirlos
por redes sociales y podcasts.
2.
En los medios corporativos aumentó dramáticamente el
desplazamiento de periodistas por abogados y expolíticos.
3.
Aumento vertiginoso de temas “light” o de
entretenimiento en los medios, para competir con redes sociales.
4.
Ese auge de lo “light” ha ido quitando espacio al
periodismo investigativo.
5.
Una propaganda excesiva entre medios y reporteros,
donde los linderos entre entrevistado-amistad-e intereses económicos no existe.
6.
El desplazamiento de reporteros a trabajar en áreas como
relaciones públicas, gobierno o en otros sectores.
7.
Un aumento radical en las redes sociales como espacio
alternativo para informar lo que los medios corporativos dejaron de cubrir.
8.
Esto ha ido de la mano con el crecimiento vertiginoso
del periodismo independiente y ciudadano como contraparte del
corporativo
9.
Mayores diferencias entre los medios corporativos, los
regionales, los alternativos y la prensa independiente.
10. Por último, una estrategia definida por el poder político y el gobierno para destruir a la prensa que fiscaliza. La destrucción o eliminación de la prensa que fiscaliza se hace mediate presiones a los medios para que cambien su línea editorial, saquen reporteros o dejen de cubrir ciertos temas. También lo hacen con campañas de descredito y persecución selectiva a reporteros (Aquí operaron por mucho tiempo personas como Kobbo Santarrosa, Sixto George, y los equipos de trolls que siguen activos haciéndolo). También lo hacen mediante demandas contra periodistas y medios, presiones a publicistas para que no pauten en medios, o cierre de espacios de noticias.
Un llamado a la acción ciudadana
Quedamos pocos periodistas
dispuestos a enfrentar este aparato de poder, y la estrategia del gobierno es
clara: lograr que cada día seamos menos. Apuestan a nuestro cansancio y a la
indiferencia de la ciudadanía.
Por eso, este fin de año, el
llamado no es a la celebración ciega, sino a la resistencia activa.
- Rechaza el "Periodismo Light": No consumas medios que solo te ofrecen distracción. Apaga la televisión que te miente
por omisión.
- Financia la Verdad: Suscríbete, dona y apoya económicamente a los medios y a los
periodistas independientes que se arriesgan por ti. La independencia real
cuesta.
- Comparte y Amplifica: Rompe el cerco mediático. Cuando veas una investigación
independiente, compártela. Sé tú el canal de distribución que ellos
quieren cerrar.
- Exige Acceso: Cuando
veas que a un periodista se le niega la entrada o la pregunta, no calles.
La libertad de prensa no es del periodista, es tu derecho a saber.
Si permitimos que el 2026
inicie con el silencio de la prensa investigativa, no solo habremos perdido
periodistas; habremos perdido a Puerto Rico. La verdad es la última línea de
defensa. No la dejemos caer.

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