(Nota: Esta es la tercera parte de una columna que inicialmente fue publicada en NotiCel con el título “Portavoces de narcos”. En la segunda parte analizamos las amenazas al periodismo y en esta, el negocio de la droga en Puerto Rico y el Caribe)
Si no es el negocio más lucrativo del mundo, el
narcotráfico está entre los principales tres negocios del globo.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, hace 12 años el narcotráfico
generó negocios montantes a $321.6 billones, o sea, $321,600 millones en el año
2003. Si ese año el Producto Bruto Interno de los Estados Unidos era de $36
trillones, eso representó un estimado del uno por ciento (1%) del comercio
mundial. Hoy los estimados son alarmantes.
El mercado global del narcotráfico alcanza ventas casi iguales que todo lo que generan las industrias de combustibles, gasolina y gas en el mundo, estimadas en $4 trillones, según indicó a la agencia de noticias Reuters en abril pasado el Zar de la Droga de Rusia, como se le llama al ministro de la agencia que combate el narcotráfico en la antigua Unión Soviética, Viktor Ivanov.
Es obvio que un negocio que mueve tanto dinero
a nivel global tenga también un impacto a nivel local.
En Puerto Rico es un negocio redondo que mueve
la economía subterránea. Se estima que el narcotráfico y otras actividades
informales que no pagan contribuciones generan cerca de $14,000 millones al año
en Puerto Rico. Según el estudio “La Economía del bienestar en Puerto
Rico: el costo de la criminalidad”, del economista José Alameda, los puntos de droga generan más empleo y
la remuneración económica es mayor a otros sectores económicos del país. El
análisis establece que el negocio de la droga en Puerto Rico genera al menos
15,000 empleos directos y el salario por hora es entre $50 a $80.
El propio el Superintendente de la Policía,
José Caldero, ha dicho que el 70% de los crímenes en Puerto Rico se vinculan al
negocio de la droga, toda una industria que circula aquí cantidades
monumentales de producto y armas. Según distintos estudios, cerca de 175,000
personas están vinculadas al narcotráfico en Puerto Rico y hay más de 1,600
puntos de venta de droga.
Los envíos grandes de drogas a Puerto Rico
comenzaron a crecer a partir del año 2008 y se mantienen con un promedio de 30
toneladas métricas de droga por año, según se una investigación realizada por
las Naciones Unidas y por la investigadora colombiana Silvia Mantilla, en su
ensayo Narcotráfico, Violencia y Crisis
Social en el Caribe
insular. http://www.elcaribe.com.do/2012/01/23/narcos-envian-30-toneladas-droga-ano-puerto-rico#sthash.FP9oVEOY.dpuf
Ese vínculo en el trasiego de drogas entre la
República Dominicana y Puerto Rico se evidencia en la serie de arrestos de
poderosos narcos en la vecina isla caribeña. Más de 30 narcos boricuas han sido
arrestados en Santo Domingo en los pasados cinco años, con casos notorios como
el de José David Figueroa Agosto, alias Junior Cápsula, y el de Omar Díaz Pabón,
hijo del reconocido empresario boricua Santos Díaz.
A este negocio, hay que añadirle lo que
proviene desde Venezuela por diversos carteles de la droga, aunque son temas en
los que los medios locales rara vez en enfocan. De hecho, a principios de este
año se hicieron una serie de arrestos con empresas vinculadas al poderoso
Cartel de los Soles de Venezuela, como
analizamos en la columna “El Cartel del Comején” del blog En Blanco y Negro con Sandra
en marzo pasado, pero son temas a los
que no se les da seguimiento.(Ver abajo)
De toda esa enorme cantidad de drogas que se
importa, un 18% se queda en las calles
de la Isla y es la causa principal de la cruenta ola de violencia que arropa al
País, según lo han admitido tanto Caldero, así como se constata en datos de la
Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y de otras agencias
federales. Este negocio ilícito genera
un capital incalculable -cada kilo cuesta $20,000 en Puerto Rico, $35,000 en
Estados Unidos y $50,000 en Europa, según se ha reportado por diversos medios
informativos en el Caribe.
La problemática interna es que la
crisis económica local crea un terreno fértil para que poblaciones empobrecidas
vean en la venta de las drogas una manera de conseguir dinero. Es por eso que
tanto sectores abogan por la descriminalización del tráfico de drogas como una
manera de acabar con la violencia.
(Columna publicada a principios de año)
El cartel del comején
"¿Cuál es el
vínculo entre Puerto Rico y Venezuela a nivel político y a nivel
narco?"
A Puerto Rico lo está atacado el comején.
Nos pasa como cuando aparece esa plaga que carcome por debajo la tierra, desde
las entrañas, y va destruyendo de adentro hacia afuera. Ahora mismo, el
comején que nos come es la guerra entre los carteles de la droga
suramericanos, pero nadie se da cuenta o no quieren aceptarlo. Aunque estamos
en medio de esa guerra del bajo mundo, de eso no se habla. Y si se habla, es de
manera superficial. Nadie investiga ni mucho menos profundiza en los medios.
¿Por qué el silencio? ¿Es por miedo o es porque son cómplices del negocio?
¿Cuál es el vínculo entre Puerto Rico y
Venezuela a nivel político y a nivel narco? Tampoco hablan. ¿Será miedo al
Cartel de los Soles? ¿O será acaso que la relación es más compleja que el
negocio de la droga y alcanza otras esferas en ambos países?
La semana pasada las autoridades federales
desarticularon una organización narcotraficante que operaba en Manatí y
generaba más de $6 millones anuales. Ese fue el tercer golpe federal en menos
de un mes en Puerto Rico contra empresas vinculadas al poderoso Cartel de los
Soles de Venezuela.
A principios de febrero, 13 personas de
distintas nacionalidades – peruanos, cubanos, colombianos, venezolanos y
otros – fueron arrestados por transportar cocaína valorada en $29
millones. Antes de eso, 1,284 kilos con un valor de $30 millones fueron
incautados en una embarcación tripulada por tres ciudadanos dominicanos
provenientes de Venezuela, y que también venían del Cartel de los Soles. Y como
si fuera una telenovela de narcos, integrantes de los Soles intentaron días
antes robarse de las instalaciones de la Guardia Costanera en San Juan parte de
la droga incautada por los federales a principios de mes. Aunque las
autoridades federales negaron la acción, si se supo que tres ‘narcopiratas’
portando armas largas se acercaron a la agencia de Control de Aduanas e
Inmigración en La Puntilla, en el Viejo San Juan, y sostuvieron intercambio de
disparos con agentes de ley y orden.
Esa noticia tan trascendental sí salió, pero
fue ahogada entre el IVA y la perspectiva de género. ¿Por qué se le dio más
despliegue y análisis a esa noticia? ¿Será económica o ideológica la motivación
en la cobertura noticiosa? ¿Ambas? ¿Por qué la doble vara en la cobertura?
Los medios casi ni tocan las noticias que
trascienden a nivel internacional sobre el vínculo del gobierno venezolano
y la droga. Diarios como el ABC de España llevan meses publicando que el ex
jefe de seguridad de Chávez, Leasmy Salazar, solicitó asilo en los Estados
Unidos a cambio de informar sobre los presuntos vínculos de militares y
políticos con la droga. Señaló al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado
Cabello como el cabecilla de un cartel del narcotráfico que integra miembros
del ejército de ese país. Cabello lo ha desmentido.
¿Qué implicaciones sobre Puerto Rico tiene
esa noticia de Venezuela? Entiendo que muchas.
Primero, debido a la crisis política en
Venezuela, Puerto Rico se ha ido llenando de inmigrantes venezolanos como nunca
antes. Muchos vienen huyendo del sistema político y las precariedades. Pero
también llegan otros con ejecutorias dudosas que nadie cuestiona. Hay muchos
que abren negocios casi sin tener problemas de permisología y nunca se pregunta
de dónde sale su dinero para eso.
Otra implicación es la insistencia del gobierno
del presidente Nicolás Maduro de asumir posturas políticas a favor de la
independencia para Puerto Rico. El apoyo internacional a la causa
independentista es más que bienvenido, sin embargo no todos los apoyos son
iguales.
Si se señala a ese gobierno de Maduro por tener
alegados vínculos con el narcotráfico, entonces, ¿le conviene a la
independencia y a los independentistas que los asocien a narcos? ¿Cuál es la
vinculación? ¿Temen los independentistas y la izquierda que se hagan esos
señalamientos? ¿Quién en la prensa local ha hecho esa pregunta a los líderes
independentistas de aquí? ¿Quién ha preguntado si el apoyo venezolano al caso
de Oscar López lo beneficia o lo perjudica? Quizás me equivoco, pero entiendo
que nadie, que yo sepa, lo plantea.
Por otro lado están los intereses de cada país.
Como regla general, la política exterior de los países adelanta sus intereses
económicos. ¿En qué se beneficia económicamente el gobierno venezolano con
estos apoyos, a no ser que busque neutralizar los acercamientos de Estados
Unidos y Cuba, por ejemplo?
Es hora de que los medios y los periodistas,
reflexionen sobre estos temas. Sería importante que también los comentaristas
radiales hablen de esto para fomentar el análisis. Pero en Puerto Rico hay
demasiados comentaristas en la radio que sólo se dedican a hacer chistes, a
repetir el titular que leen en el periódico diario o a empujar las agendas de
sus clientes, y los temas profundos no los tocan porque no los entienden o no
les conviene hacerlo. Todo esto tiene serias implicaciones en el país
porque el ciudadano promedio no habla de esos temas.
Los temas serios no se tocan porque aquí
imperan las estrategias de manipulación mediática a lo Noam Chomsky, como hemos
analizado en el blog En Blanco y Negro
http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2012/07/creeme-te-miento-la-manipulacion-en-los.html
Se distraen las masas, se abusa de los elementos emocionales y se enfoca en la
mediocridad, entre otros.
Aquí nos entretenemos en noticias de panteras
sueltas o del muerto parao’ nuevo ese, la Linterna Verde, o nos ahogamos con
los impuestos y sólo nos preocupa el impacto del IVA en nuestros bolsillos.
Mientras nos emboban en los medios con las peleas publicas entre los
fundamentalistas religiosos y los fundamentalistas feministas y/o gay por la
perspectiva de género, nos matan desde adentro. El negocio de la droga nos
carcome pero de eso nadie habla.
Por desgracia estamos comidos por el Cartel del
Comején. Puerto Rico es como una puerta que está pintada y luce bonita, pero por
dentro tiene un comején que se la va comiendo, y para cuando nos demos cuenta,
ya será demasiado tarde. Habrá que botar la puerta porque el comején se la
comió.
NOTA: Esta columna
salió publicada el martes, 24 de febrero de 2015 en El Vocero http://elvocero.com/el-cartel-del-comejen/
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