"En la
opinión pública el único mensaje que sobresale es el de los hombres que dicen
que las nuevas guías de pensiones son injustas".
Al montón de
hombres que se la pasan criticando porque no quieren pagar las pensiones
alimentarias y también a sus portavoces legislativos les digo: “A llorar pa’
maternidad”.
Sí, uso una frase
machista porque a veces así es como único entienden. Hay que hablarles en su
idioma. Una no debería bajarse a ese nivel o como dicen “ponerse bruto”, pero
es que esos hombres y sus portavoces legislativos no entienden ni les conviene
entenderlo. Aunque no les guste, aunque no lo acepten y aunque traten de usar
cualquier artimaña para que la gente no se dé cuenta, la realidad es que el
tema de las pensiones alimentarias es un problema de género y de discrimen
hacia la mujer.
Llamemos a las
cosas por su nombre. En la opinión pública el único mensaje que sobresale es el
de los hombres que dicen que las nuevas guías de pensiones son injustas. A
través de legisladores PPD y PNP como Carlos Vargas Ferrer y Carmelo Ríos, y de
sus contrapartes en los medios de comunicación, el enfoque de la discusión
pública es que las propuestas nuevas guías de pensiones son malas, que los
hombres no pueden vivir con $615 al mes y que hay que tomar caso a caso.
A eso se suma el
silencio de las mujeres que no tienen como vivir en esta economía, y menos
tienen con que defenderse, a que muchas líderes feministas han sido acalladas
por una estrategia misógina de los centros de poder en ciertos medios de
comunicación, y al hecho de que las madres custodias no han sabido organizarse
para defender sus reclamos.
Pero por otro
lado un hecho indiscutible es que los hombres se han organizado. Desde la
pasada administración Fortuño y ahora bajo García Padilla, grupos liderados por
CPA, abogados y hombres con alto poder económico han creado comités, han
aportado miles de dólares a campañas y candidaturas políticas, y lograron
meterse hasta en los comités que determinarían las guías de pensiones. De esa
manera, controlan no solo la política pública sino los mensajes.
El país no puede
caer en el error de obviar esto, y los periodistas que cubren estas noticias
tienen que tener el contexto histórico para saber qué preguntas son las que
tienen que hacer para que no les metan gato por liebre. Vamos a los hechos y
las realidades indiscutibles:
1) Existe un
estado de derecho bajo una ley federal que obliga a Puerto Rico a establecer
guías de pensiones alimentarias.
2) Antes de
ese estado de derecho, se veía caso a caso, y se establecían las pensiones
dependiendo del juez, los abogados y las mentiras que se dicen en corte de los
ingresos.
3) Según la
ley federal cada 4 años se tienen que revisar las tablas y eso no había
sucedido.
4) Las
tablas se tienen que revisar según el costo de la crianza del menor, según la
ley federal. O sea, que si en el 2004 algo costaba $100 en el 2008 eso mismo
costaba $104. Ha habido un aumento porque el costo de vida ha aumentado. Basado
en ese principio federal, todas las pensiones tienen que subir.
5) Puerto
Rico es el territorio con el promedio de pensiones alimentarias más bajas en
los Estados Unidos.
6) Conforme
a las estadísticas del Departamento del Trabajo – que se computan a base de la
información que la misma gente da – las personas viven con un promedio de $615
al mes.
7) Muchos de
los que se quejan de que no les sobra dinero o que no pueden vivir con los $615
al mes mienten. Ganan dinero por trabajos que no reportan.
8) El
divorcio empobrece, y el divorcio empobrece aún más al padre o madre custodio.
9) En Puerto
Rico más del 90% de los custodios son madres, o sea, son las mujeres y sus
hijos más pobres que antes del divorcio.
10) La cárcel
no es la solución. Meter preso al que no paga pensión no resuelve nada. Además,
son pocos los que encarcelan porque a la hora de la verdad, el dinero siempre
aparece.
En arroz y
habichuelas, esto no es un asunto del hombre abusado vs. la ex mujer abusadora
que coge el dinero para hacerse las uñas esculturales o arreglarse el pelo.
Tampoco es el caso del hombre que no quiere pagar más en la pensión para que su
ex mujer no “gaste el dinero” con su nueva pareja.
Soy la primera en
reconocer que hay muchas mujeres que son unas bárbaras, desconsideradas y
abusadores con sus ex parejas. Pero ese tipo de mujer sin principios, no es la
mayoría. También reconozco que hay muchos buenos padres que sufren cuando las
mujeres usan a los hijos para manipularlos, y que hay muchos hombres que quedan
indigentes después de pagar sus pensiones. Pero tampoco son la mayoría como se
ha querido pintar.
Esta polémica de
lo que se trata es de ser responsable con ese hijo o esa hija. Reto a un
padre/madre alimentante “desempleado” a que asuma la custodia de su niño
pequeño y viva con $100 mensuales. Estoy hasta la coronilla de que traten este
tema de la pensión como una represalia en contra de los padres alimentantes.
Estoy harta de que algunos hombres, sus portavoces legisladores y algunos medios
sigan hablando de las nuevas tablas de ASUME como si fuera una penalidad. No es
una penalidad, es una responsabilidad.
No fastidie más y
haga lo que tenga que hacer pa’ echar pa’lante a sus hijos. Si fue lo
suficiente maduro para procrear sus hijos, es hora de que lo sea también para
asumir su responsabilidad. Recuerde que se divorció de su pareja pero no de sus
hijos. No llore más que se le ve la costura.
Esta columna fue publicada en El
Vocero – 07/08/2014 http://elvocero.com/pension-alimentaria-a-llorar-pa-maternidad/
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