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(Nota: Esta columna fue publicada originalmente en NotiCel el 3 de agosto de 2016 - http://www.noticel.com/blog/193332/la-invasion-psicologica.html )
Advertencia: si estás psicológicamente afectado,
no podrás entender esta columna.
Hace 118 años cuando los americanos invadieron a
Puerto Rico entrando por Guánica, lo hicieron a tiro limpio con sus tropas.
Ahora la invasión es psicológica. En el 2016 la guerra psicológica está bien
estructurada y sigue al pie de la letra su “playbook”
de propaganda. Es su plan de manipulación de los temas para influenciar las
áreas que más le preocupan a los puertorriqueños: la economía, la salud y la
seguridad. Por eso hay que mirarlos bien y entender bien las estrategias.
Las narrativas que emplean y los mensajes que
transmiten hay que decodificarlos. Hay que descifrar sus tácticas por encima
del ruido que hay en los medios de comunicación que buscan mantener a la gente
sedada para que no reaccione. Y mientras la gente no reacciona, los políticos
siguen en su “tripeo” por el poder.
Se supone que dieran el frente, pero han dado las nalgas. Claudicaron.
Así que lo único que le queda a la gente es
informarse, buscar y rebuscar para no caer en el “pescaíto”. Lo primero que tienen que hacer es mirar esto sin
apasionamiento político. Sí, es difícil
en un país donde las personas no pueden despegarse del partido al que
pertenecen, ni borrarse el color de la piel o moverse de su clase social, pero
es momento ya de quitarse las gríngolas porque eso precisamente, es parte de
las maniobras que se emplean. No se trata este análisis de ser antiamericanos,
pitiyanquis o nacionalistas. Nada de eso. Es ver las cosas, como se llama este
espacio de análisis, En Blanco y Negro.
Lo segundo que hay que hacer es aprender la
nomenclatura. Los términos de guerra. Hay que entender qué es una estrategia o
una táctica y qué métodos se emplean. La estrategia es qué se va a hacer y la
táctica el cómo. Si es plantar la idea de que Puerto Rico no sirve, la táctica
sería diciendo que aquí hay Zika, que el gobierno es corrupto, que la gente se
va, que no hay trabajo, que somos mala paga y todas las otras cosas que llevan
meses diciendo con insistencia. Todas estas son situaciones que ellos mismos
han creado como parte de su estrategia. Aquí los americanos mandan y ellos
mismos permiten que estas situaciones pasen porque es parte de su guerra
psicológica.
¿Cuál es el
“playbook”? Es el método que emplean para influir en las
actitudes y el comportamiento de las personas para cambiar las percepciones o
mover agendas a fines a sus intereses. Aunque han existido siempre en todo el mundo,
los Estados Unidos tienen dominio de estos temas. Ellos estudian la etnografía
de los países, identifican cuáles son los valores de la gente y sus creencias, y entonces establecen una
estrategia militar para diseminar sus objetivos ya sea mediante propaganda o
por comunicación normal. Esto se descubre si se analiza la narrativa, o como se
dice en español, el discurso y el mensaje.
A veces juegan con las emociones como el miedo,
como pasó cuando el jefe del FBI Douglas Leff se fue
de “media tour” a
hablar de que tenían información de que terroristas de Isis atacarían varios
puntos en Puerto Rico empezando por La Placita de Santurce. Imagino que sería
en el Coco de Luis que es donde más barato venden los tragos. Otras veces usan
el coraje, como cuando agitaron tanto el tema del Zika que provocó en la gente
molestia y oposición a que se fumigara con Naled.
Y en cada oportunidad, utilizan todos los
recursos mediáticos para comunicar sus agendas. Si se analiza con detenimiento,
se ve que hacen lo mismo con casi todos los temas. Con la Junta Fiscal, con las cenizas en Peñuelas y hasta la marihuana
medicinal.
Otras veces plantan ideas que la gente adopta
como realidades irrefutables. Por ejemplo, en el “back to school” se promueve
que publiquen portada tras portada de los periódicos sobre lo mal que está el
Departamento de Educación, entonces sale la narrativa de que ellos envían
dinero y aquí se mal utiliza. Ese fue el mensaje que trajo, por ejemplo, el
Secretario del Tesoro Jack Lew de que los federales envían el dinero y el
sistema le falla a los ciudadanos al quitarle derechos a una educación de
calidad.
Las operaciones psicológicas se usan para
manipular. Tanto en
tiempos de paz como en la guerra, se usan para engañar, confundir, interrumpir
y desmoralizar al enemigo, con el objetivo de debilitar la resistencia, cambiar
el comportamiento de las masas o incluso
logrando a las poblaciones a capitular. En otras
palabras, la "propaganda negra" no es más que una forma de subversión
intelectual y política.
¿Por qué lo hacen? Porque
quieren crear audiencias dóciles a sus intereses. Ahora mismo los americanos lo que quieren es
estabilizar a Puerto Rico para que no siga siendo un “liability”, una carga
económica o política. No quieren que el pueblo se rebele y si siempre tienen a
las personas a la defensiva, no les dan
tiempo para prepararse y reaccionar. Implementan una estrategia de “damage control” para evitar que sus
mercados financieros se sigan afectando, y de paso, para evitar que siga una
emigración de puertorriqueños que le obligue a redistribuir sus distritos
electorales en el “mainland”.
¿Cómo lo hacen? Definen su
misión, estudian a su audiencia y establecen un plan. Como ya saben cuáles son
los valores y las creencias de esas personas, entonces determinan qué medio y a
qué individuos o figuras mediáticas van a usar según el plan, para transmitir
el mensaje. Puede que usen a ciertos periódicos afines a su agenda, o usan
televisión o radio. Lo que las personas tienen que saber es que esto que hacen
en Puerto Rico se ha hecho en otros países del mundo.
Cuando Irak invadió a Kuwait, el presidente
Bush dijo que Saddam Hussein era “igual que Adolfo Hitler”, pero nunca dijo que
fue el propio Bush y el gobierno de los Estados Unidos los que respaldaron a
Hussein contra Rusia. En América Latina
tenemos cientos de ejemplos como lo que le pasó a Noriega en Panamá o a
Allende en Chile. En la guerra psicológica no hay lealtades. Se basa en la
conveniencia.
Aquí, la guerra psicológica a veces es más subliminal.
Nos amenazan con fumigarnos con Naled y luego dicen que no lo harán, pero
entonces se descubre que sí lo hicieron y hasta han experimentando como se
constató. Casualmente
todo surge en un momento en el que el Gobernador García Padilla lleva semanas
fuera del país.
Por otro lado, sale el Presidente Obama quien casi
no habla de Puerto Rico y siempre será recordado por comerse el sándwich en Kasalta,
regañando a los puertorriqueños por no hacerle caso al Zika. Se esperaría que fuera más favorable pero
desde PROMESA nos regaña. Y mientras tanto, el mosquito hace estragos en la
Florida, pero allá no dice nada. Allá tiene que tener cuidado porque los de
allá votan.
Bien lo dijo en el siglo IV a.c. el general
chino Sun Tzu en su “Arte de la Guerra”: “Todo el arte de la guerra está basado
en el uso del engaño, es decir la guerra total a merced a falsedades y mentiras.»
Esta entrada debería ser lectura obligatoria. Me temo que después de tanto experimento nos toca otro nivel de la doctrina del shock.
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