(Columna publicada en NotiCel el 11 de noviembre de 2015 - http://www.noticel.com/blog/183062/400-millones-por-wipr-si-pepe.html )
¿Pedir $400 millones por WIPR?, sí Pepe. Como
dicen por ahí, es como estar soñando con pajaritos preñaos. No hay cama pa’ tanta
gente ni hay tantos chavos como han dicho.
La realidad es clara para la industria
televisiva en Puerto Rico con la subasta próxima de la FCC:
1. Afectará a todos los canales
locales.
2. Algunas televisoras desaparecerán.
3. Los canales que no cambien de
frecuencia quizás tendrán que compartir espacio con otros.
4. La FCC no pagará mucho dinero como
se anticipa.
5. El televidente tiene estar atento
porque podría tener menos opciones.
El otro día trascendió como noticia de primera
plana algo que en este blog En Blanco y
Negro y en NotiCel habíamos
adelantado hace meses: la inminente realidad de que la televisión en Puerto
Rico enfrenta grandes cambios debido a la subasta “voluntaria” que hará la
Comisión Federal de Comunicaciones (FCC en inglés) para quitarle espacio en el
espectro de banda ancha o la frecuencia por la que transmiten su señal, y
dársela a los proveedores inalámbricos de comunicaciones en toda la nación
americana. Es voluntaria porque si no la aceptan, después le pueden quitar la
señal.
En la columna “El efecto dominó en la TV local”, publicada el 3 de junio pasado y
hace apenas un mes en otra titulada “Se achica la pantalla” adelantamos los cambios más
radicales que enfrentan los canales de televisión local, y por ende, cómo nos
afectaremos los consumidores de esos medios que somos todos. (Ver http://www.noticel.com/blog/176426/el-efecto-domino-en-la-television-local-documento.html y http://www.noticel.com/blog/181823/se-achica-la-pantalla.html) Pero no se trata simplemente de
cambios de señales en las televisoras. La crisis económica, la baja consistente
en la publicidad y en los presupuestos, y más que nada, la subasta de la FCC
son amenazas serias de un daño real y presente para los canales locales.
Los cambios inmediatos incluyen fusiones, trueques
en el número en el que salen las señales al aire, ventas de canales para
generar ingresos, y hasta la posible desaparición de televisoras. No sólo es una
amenaza para WIPR sino para todos los demás. Y lo peligroso es que será algo
prácticamente obligado y está a la vuelta de la esquina. La subasta será a
principios de 2016, según la FCC.
¿Se imagina si Telemundo que por tantos años transmite por el canal 2 pierde
esa señal y tiene que transmitir por el 35? ¿O si Wapa tuviera que usar el
canal 54 en vez del 4? ¿O si para ver Sistema TV que es el canal 40 tuviera que
verlo en el canal 66? Suena irónico,
pero de eso es de lo que se trata. ¿Por qué? Porque la primera premisa que hay
que dejar establecida es que el espectro por donde transmiten todos los canales
no les pertenece. El dueño es el gobierno federal, y como tal, puede hacer
cambios. Es decir, los que no acepten participar de la subasta en el 2016 se
exponen a perder la señal porque el dueño de la misma – la FCC – se la puede
quitar.
Subastas en la FCC
No es la primera vez que la FCC hace subastas de frecuencias, pero ésta ha sido controversial en
muchos mercados porque representa la desaparición de canales locales,
especialmente aquellos “low power”.
El gobierno federal le ofrece a los que quieran participar “voluntariamente” pagarle
el transmisor nuevo en caso de que se quieran quedar en el negocio y los
cambian de número canal a partir del 35. En el caso de que la televisora no
quiera seguir operando, entonces la FCC les paga una regalía o “royalty fee”. (Ver
página de la FCC orientando sobre el proceso http://wireless.fcc.gov/incentiveauctions/learn-program/ )
La FCC necesita el espacio de al menos 200
canales de un total de más de 2,100 que son elegibles, y los canales que se
muevan a otra frecuencia, posiblemente terminarán compartiendo la señal entre
más de uno, lo que limitará su capacidad de ofrecer transmitir programas en
alta definición. (Ver The New York Times http://www.nytimes.com/2015/04/17/technology/local-broadcasters-could-reap-billions-in-airwaves-auction.html?_r=0) El espacio que quede disponible en las
frecuencias en los Estados Unidos se le dará principalmente a las empresas
AT&T y Verizon que dominan tres cuartas parte del mercado, y a T-Mobile,
Sprint y otras para mantener la competencia y aumentar el acceso a Internet en
todas las zonas incluyendo las rurales.
Pero el tema principal es el precio que pagarán.
El interés de la agencia federal es el mercado en el “mainland” no necesariamente en Puerto Rico.
La presidenta de la Corporación de Puerto Rico
para la Difusión Pública, Cecille Blondet, y el presidente de la junta de esa
entidad, Armando Valdés, han dicho que esperan conseguir hasta $475 millones
por WIPR. Difiero. Nada más lejos de la verdad. Es probable que sólo obtengan
entre $30 y $40 millones por cada canal y la prueba de esto es la realidad del
mercado. Así que es mejor hablar con la verdad al país.
Antes que WIPR, el primer canal que podría
perder la señal por motivo de venta de frecuencia es América TeVé(canal 41
por Liberty Cable, por el 7 en Dish Network). Según una demanda entre los
dueños, cotizaron la cadena de cuatro canales - incluyendo a Puerto Rico – en
$130 millones. O sea, $32 millones por canal.
Hace poco el naturópata Norman González Chacón
le compró a la iglesia del fenecido reverendo Rafael Torres Ortega el canal 34
y se ha dicho que fue por $1 millón. Ese canal cae entre los primeros 35. Si
WIPR decide participar en la subasta, es probable que empiece en $150 millones
pero si no llegan a esa cifra, empezarán por el mínimo.
¿Opción para WIPR?
¿Qué opción tiene WIPR? Recibir lo poco que le
dé la FCC por los canales 6 y 3, y comprar en uno o dos millones cualquiera de
los canales pequeños que están disponibles y en venta en este mercado. Así
resolverían el problema de tener por donde transmitir. Blondet admitió que no
les interesa sacar del aire a la estación pública, sino moverla de señal. Pero
tendrán que medir su presupuesto.
La realidad es que la forma de operar a WIPR no
es rentable. A pesar de que tienen buena señal, los costos operacionales siguen
siendo altos. Además, los gobiernos históricamente han usado a conveniencia y
sin tener un plan a largo plazo a las estaciones públicas. En una columna
publicada en el blog en enero de 2014 que generó controversia titulada “¿Para qué WIPR?” examinamos si ante la crisis fiscal
se justificaban los millones asignados a este canal. (http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2014/01/para-que-wipr_5502.html )
Los canales 6 y 3 y las emisoras de radio
tienen un presupuesto anual cercano a los $20 millones de fondos públicos. O
sea, que en la última década se han invertido cerca de $200 millones en
mantener viva la Corporación aunque sus programas no tienen la misma difusión
que los comerciales. Un análisis de sus presupuestos por los pasados 10 años
refleja que casi un 90% de esos fondos son para nómina y gastos como energía
eléctrica o contratos, y lo poco que sobra es para programación.
El desenfoque gubernamental en el potencial a
largo plazo de esos canales públicos se evidenció en lo mucho que se tardó el
presente gobierno en nombrar una presidenta para dirigirlos. Sin embargo, hay
que destacar que desde que Blondet asumió la dirección, se han encaminado
cambios en la programación y se ha hecho más pertinente y atractivos. De hecho,
hace poco recibieron 18 nominaciones a premios Emmy por diferentes programas.
En fin, no sólo WIPR tendrá que estar atento y
moverse rápido ante los cambios. Como ellos, el canal de Sistema TV (Ana G.
Méndez) pueden beneficiarse de orientaciones que ofrece la Corporation for Public Broadcasting sobre
cómo adaptarse a este proceso. (Ver http://www.cpb.org/spectrum/ ).
Mientras tanto, el televidente tendrá que estar
atento a los cambios.
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