Alberto Bacó |
(Columna publicada en NotiCel el 21-10-15 http://www.noticel.com/blog/182339/su-majestad-baco.html )
Puerto Rico tiene un rey al que el Gobernador
le rinde pleitesía y que mira al pueblo como si fueran sus súbditos, meros
plebeyos que somos todos unos perdedores: Su Majestad, Alberto Bacó Bagué.
El Secretario de Desarrollo Económico y
Comercio tiene que ser coronado con el título del funcionario más arrogante en
tiempos de crisis y el que más mensajes políticamente incorrectos dice cada vez
que abre la boca. Al estilo insultante y
humillante de Donald Trump, sólo que no tiene los millones del gringo, aunque
se lo crea y lo aparente. Se desvive por estar rodeado de multimillonarios. Los
busca. Les carga las colas, se toma fotos y llena su oficina con la colección
de esas imágenes en una orgía de soberbia que sólo puede tener aquel que nunca
ha sabido lo que es tener necesidad.
Como un soberano borracho de poder, actúa con
una impunidad ante la opinión pública que es casi pasmosa. Habla e insulta a
los que sudan el salario mínimo, pero
él, como un pachá, se cree intocable. En su vendimia de éxtasis al estilo del
Dios Baco, se regocija cada vez que ve a un multimillonario, olvidando que es un servidor público y que se
debe al pueblo. Pero como el Gobernador Alejandro García Padilla se lo permite,
sigue así.
El peligro de este jefe de agencia es que no se
ha dado cuenta que trabaja para una colonia en un territorio tercermundista que
está endeudado hasta las teleras. Por eso no lo acepta. Por eso fue que con
total desfachatez le dijo al periodista de Al Jazeera que las críticas contra su
estrategia de atraer inversionistas millonarios a una Isla que cumple casi una
década de estancamiento vienen de "perdedores de
nacimiento".
Para él, el mundo es de ricos, y los pobres o trabajadores son los “born losers”.
Pero no es gracioso lo que dice. Es peligroso.
En un país en crisis, en el que miles de personas pierden sus empleos, sus
casas o sus carros porque no hay dinero, o que tienen que emigrar para
sobrevivir, o que tienen que buscarse dos y tres trabajos para enfrentar la ola
de aumentos e impuestos de los últimos años, el mensaje que comunica Bacó es de
terror y cinismo. Resulta incomprensible que se le permita.
Es
peligroso que él maneje la política económica del país con esa actitud, porque
explica mucho el por qué la economía no echa pa’lante. Su fórmula de desarrollo económico, tal y
como proyecta con sus acciones ante el país, es que su afán es darle todo a los
ricos y el trasero a la gente.
Nos
llama “born losers” al pueblo pero los negocios que él ha hecho son regalando
el país. Ahora mismo con el caña azúcar quiere que el gobierno le regale $50
millones a una familia millonaria de la República Dominicana que tiene dinero
de sobra, como ha hecho en otros caso. Pero en tono sarcástico, tal y como le
respondió al reportero de Al Jazeera, dice que esos millonarios que atrae
regalándole el país con las leyes 20 y 22
“te crean entre tres a cuatro empleos”… “Están usando los servicios de
helicópteros y los pilotos están bien contentos…. Ellos están sumando”.
¿Sumando qué? Los impuestos los paga el pueblo.
El
desfase de la comunicación es tan cínico que resulta increíble la reacción tan
pusilánime de La Fortaleza diciendo que no
era la visión de la administración. ¿Será acaso que estos comentarios fueron
otra estrategia de distracción? Parecía un montaje para que la gente dejara de
hablar del fracaso en la convención del PPD y del desfile de políticos de ese
partido ante el Gran Jurado Federal en un caso de corrupción.
El
problema inherente es que se perpetúa el clasicismo y la actitud de desprecio a
la mayoría. Por menos que lo que ha dicho Bacó aquí botaron a otro patán
clasista, aquel que dirigía Roosevelt Roads y que le dijo a la comunidad de
Ceiba “Such is life”. Por menos que eso se tuvo que ir aquel jefe de la AEE
cuando metió la pata al decir que el problema eran los animalitos en las luces.
Aun cuando la inmensa mayoría de los alcaldes
del Partido Popular Democrático no lo soportan, Bacó sigue bendecido,
regentando como Su Majestad. De hecho, en los círculos entre los alcaldes le
llaman “El Bonitillo”, por sus lentes de diseñador, su peinado con gel al
estilo lamida de vaca con gel y la actitud.
Pero nada de eso importa. A Bacó lo protegen. No
importa si ha actuado como un “bully” ante la opinión pública. Sí, porque no se
puede olvidar que fue Bacó quien le dijo a The Washington Post que los
puertorriqueños somos unos “vagos y conformistas” al aceptar la deuda de
$70,000 millones, como reseñó NotiCel en el 2013.
Bacó fue el mismo que se unió a
Miguel Ferrer tras
su tormentosa salida de UBS para formar un club para promover a Puerto Rico. Y fue el mismo que en medio de la histórica
devaluación del crédito de Puerto Rico, se fue de vacaciones en un Safari por
África. Primero dijo que las vacaciones eran familiares, después que eran muy importantes “para la próxima etapa de mi carrera”, y luego
dijo que en ese viaje se fue a celebrar el cumpleaños de María Luisa Ferré
Rangel, dueña de GFR
Media y de otras empresas que tienen contratos con el gobierno. Además
dijo que La Fortaleza le había aprobado las vacaciones y que se las merecía por el trabajo arduo, y el Gobernador lo defendió diciendo que había dado resultados
su gestión al mando de DEC.
Bacó dice que los que critican son “losers”, y
él, ¿qué es? ¿No fue acaso él dueño de unos negocios que tuvo que vender porque
los tenía quebrados?
Señor Bacó, de rey usted no tiene ni un pelo. Aunque se crea que camina sobre el agua y
que el pueblo tiene que rendirle
pleitesía, se equivoca. Usted es un simple mortal. No sea
patán y respete al país si es que no se respeta a usted mismo. Mejor
recoja sus bártulos, las fotos de los millonarios que adornan las paredes de su
oficina pagada con fondos públicos, y como le gustan los viajes exóticos, váyase a regentar por allá en las 16 islas
esas que quedan en la parte más al sur de África, por el Océano Índico. Váyase
para allá.
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