Todo el mundo habla de la crisis fiscal del
gobierno, de que no hay dinero, de que los bonos van para chatarra y que por
eso tuvieron que meterle mano a las pensiones de empleados públicos, maestros y
jueces. Entonces, si el país está en quiebra, ¿por qué seguimos gastando
millones de dólares en WIPR?
¿Se justifica que el erario siga costeando las
televisoras y radioemisoras del “pueblo de Puerto Rico” si es que en realidad
son eso o alguna vez lo han sido? ¿Tiene sentido mantener vivo el canal 6? ¿Por
qué mantener unos canales que prácticamente nadie ve y unas emisoras que casi
nadie escucha? ¿O es que la verdadera razón de las emisoras es crear una
especie de seguro social para darle trabajo a unos cuantos, en realidad
poquitos artistas y técnicos del patio? ¿Son verdaderamente educativas? ¿Si son
educativas, por qué la insistencia en competir con los medios comerciales?
¿Cuándo será que algún gobierno le meta mano de verdad a WIPR?
A ningún gobierno le gusta hablar del tema. Lo
que es peor, desde la época de Rosselló para acá las emisoras del gobierno
siempre han sido refugio para candidatos derrotados y premio para amigos o
colaboradores del partido político de turno. Y se ve que el actual gobierno no
quiere tocar WIPR ni con una vara larga ya que ni presidente formal han
nombrado. Lo que trasciende es que OGP le aguanta los contratos y no pagan a
talentos de antaño, como salió la semana pasada usando vergonzosamente de foco
al comediante Shorty Castro.
Parece mentira que se reduzca a eso, pero la
verdad es que estas estaciones parecen ser un barril sin fondo. Por eso resulta
imperativo que el gobierno haga un análisis serio de la necesidad y la
justificación para mantener vivas las emisoras y televisoras que componen la
Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública.
Los canales 6 y 3 y las emisoras de radio
tienen un presupuesto anual cercano a los $20 millones de fondos públicos. O
sea, que en la última década se han invertido cerca de $200 millones en
mantener viva la Corporación. Un análisis de sus presupuestos por los pasados
10 años refleja que casi un 90% de esos fondos son para nómina y gastos como
energía eléctrica o contratos, y lo poco que sobra es para programación. Dicen
en los presupuestos que la Corporación produce ingresos propios de venta de
anuncios y espacio, pero la verdad es que con los recortes en la publicidad a
nivel general y con la falta de programación que sea atractiva para los
anunciantes, es poco lo que el gobierno puede generar por esa partida.
Entonces, ¿qué se hace con WIPR?
Son muchas las alternativas. La primera, vender
todas o algunas de las emisoras. Esto le produciría ingresos al gobierno que
tanto los necesita. Pero el que intente hacer esto le caerán chinches porque
son muchos los que dependen de esa vaquita de oro.
Mucho del contenido educativo se consigue ahora
por YouTube o por cable TV, entonces, la Corporación debería enfocarse en recordar
y enseñar nuestra historia, hablar de nuestros personajes importantes y educar
de verdad. Podría también convertirse en laboratorio para estudiantes de la
UPR. O mejor, ser productores de contenido – películas, unitarios, telenovelas,
etc – que se vendan a los canales comerciales, los cuales no las producen
porque son costosas. De ese modo se crea un mercado que garantice empleo para
los talentos y técnicos locales.
Las emisoras de radio, se podrían convertirse
en verdaderas fuentes para la música que las comerciales no tocan. Eso sí sería
una alternativa. Y los noticieros deben eliminarlos. No se justifica que el
gobierno tenga noticieros si no presenta análisis como hace en otros países.
Sin embargo, deben mantener el canal de muñequitos porque muchos niños sin
acceso a cable TV tienen esa opción.
Si de verdad quieren que sea un canal
educativo, que lo sea. Que presenten libros, que hablen de verdadera
literatura, no la que se compra en farmacias. Que hablen de cine como arte. Que
hablen de teatro y presenten los talentos. Que presenten música que eduque. Si
va a ser cultural, que lo sea, no un híbrido que no funciona.
NOTA: Esta columna salió en El Vocero el 21 de enero de 2014 http://elvocero.com/para-que-wipr/
Yo eliminaría el canal porque para programas educativos está el Canal 40 que no nos cuesta.
ReplyDeletePero que dejen la emisora de radio 91.3 fm porque es la única alternativa para música clásica que tenemos los que la preferimos, con explicaciones de las piezas para apreciarlas más. Esa explicación es la diferencia entre escuchar de un CD o YouTube, o la misma Pandora.
WIPR es el junker de los artistas que ya no tienen más carrera.
ReplyDeletePuerto Rico perdió sus años de Gloria en la televisión. Los periodistas de miles de años no le dejan la silla a los talentos nuevos.
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