Periodista independiente en Puerto Rico

Friday, May 4, 2012

Ser puertorriqueño, el lema

Ser puertorriqueño…. That is the question.  Ser o no ser. Todo depende de quien conteste y quien lo pregunte, especialmente en año eleccionario.

A pocos meses de las elecciones generales, la publicidad política en Puerto Rico está más aburrida que nunca. La falta de propuestas, escasez de mensajes que peguen y nada extraordinario de los estrategas de la propaganda en los partidos políticos demuestran que está difícil recaudar dinero para anuncios, y que los millones en fondos públicos que recibirán las colectividades, los están guardando para el final.

Pero aún en el vacío de mensajes, llama la atención la campaña que lanzó recientemente el gubernamental Partido Nuevo Progresista y que enmarcó como una de valores con el título de “ser puertorriqueño”. Llama la atención para muchos por lo irónico del mensaje, para algunos por lo real de la propuesta, y para muchos otros, por lo insultante que resulta la misma ya que nos dice y nos ordena cómo es que tenemos que ser. La campaña define quién es y quién no es puertorriqueño, según el PNP.

“Ser puertorriqueño es… no criticar”, lee uno de los anuncios que han puesto en avenidas principales. Otro dice: “Ser puertorriqueño es respetar a tu familia”. “Ser puertorriqueño es ser responsable y decidido”. “Ser  puertorriqueño es hacer, no criticar”. Son cinco ejecuciones en total y todas se presentan en afiches o en billboards en carreteras bien transitadas.

En fin, el PNP regresa a la estrategia que delineó el publicista Ramón Flores junto a su grupo encabezado por Alberto Goachet en los años 90, de apropiarse de los símbolos y mensajes que solían dominar los partidos como el Independentista y el Popular Democrático. En aquella época el PNP lanzó la campaña del entonces aspirante a la gobernación, Pedro Rosselló, con la bandera de Puerto Rico, símbolo que con su vida y su seguridad personal defendieron los independentistas durante décadas de prohibición pública por el Estado.

Ya en la segunda década del siglo 21, el PNP vuelve ahora a tomar mensajes sobre la puertorriqueñidad y a nos los presenta como valores y como parte de la responsabilidad ciudadana. (http://www.pnppr.com/)


¿Ser puertorriqueño… es quedarse callado?

Ante estas órdenes que hace el PNP con una campaña que, como aplanadora pretender obligarnos a ser y a dejar de ser lo que somos, lo más irónico y triste es el silencio de la oposición. Ninguno de los otros partidos ha respondido explicando para ellos qué es o no es ser puertorriqueño, y si ese mensaje es relevante para el país dada la realidad económica y social en la que estamos viviendo.

El Partido Popular Democrático pisa y no arranca. Silencio total de la oposición. Entre los cambios de candidatos – primero con el issue Héctor Ferrer, luego entró Rafael Cox Alomar. Luego el issue Carmen Yulín Cruz en San Juan y ahora el tema racial de nuevo con Cox – no se percibe una respuesta concreta del PPD porque no la hay.


Si bien es cierto que el candidato Alejandro García Padilla ha presentado varias propuestas en temas como crimen o agricultura, la campaña no tiene un lema memorable aún. Una mirada en la página de Internet del PPD (http://www.ppdpr.net/) da pena. La imagen que aparece es Muñoz junto a Kennedy y no se ve una respuesta contundente. La campaña, hasta el momento, no existe.

Mientras, en el PIP ni tan si quiera se inmutan. La página oficial en Internet (http://independencia.net/pip/) en vez de destacar el lema o la campaña de su candidato Juan Dalmau, la noticia principal es que el presidente vitalicio Rubén Berríos lamenta muerte del comandante sandinista Tomás Borge.

 En el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico tampoco hay una respuesta. En Internet, por ejemplo, sólo tienen un mensaje que lee “Desde hoy hasta el 2012, por Puerto Rico”. (http://www.porpuertorico.com/)  junto a la imagen de coquí. O sea, nada tampoco.

 El Movimiento Unión Soberanista tampoco logra arrancar y no tiene un mensaje. Con ver su propuesta en Internet (http://muspr.org/) se evidencia la falta de lema. Hasta ahora la imagen que destacan es la del candidato a la gobernación, el ex titular de Salud, Enrique Vázquez Quintana.

Y en el Partido del Pueblo Trabajador, tampoco se ve una contestación. En la presencia cibernética (http://www.rescatapuertorico.com/) el PPT sólo mantiene un comunicado exigiendo que los certifiquen como partido político.

Ser puertorriqueño como lema de campaña
En “El libro rojo de la publicidad: ideas que mueven montañas”, Luis Bassat dice que el eslogan es a la publicidad como el aria a la ópera: "Corto y memorable; profundo y brillante; simple y único; impactante, perdurable, creíble y relevante".

Para que un lema o “eslogan” de campaña pegue, tiene que seguir cinco características principales: que sea fácil de entender, que sea breve y conciso, que sea original, que atraiga al que lo escucha o lee, y que sea fácil de recordar y de repetir.
En ese sentido, los lemas no pueden ser demasiado largos ni cortos. Se recomienda de cinco a ocho palabras como máximo, y que use palabras sencillas o comunes con las que se identifique claramente la marca o producto. Son efectivos los que crean sorpresa, los que señalan una ventaja competitiva o te diferencian la marca, y los que resalta lo que ofreces. Si el eslogan motiva una sonrisa o nos choca o nos da coraje al escucharlo, su efectividad se multiplica.

Es por eso que el lema de “ser puertorriqueño” impacta, porque llega a las emociones más profundas. Entonces, ¿qué es ser puertorriqueño?
El ser puertorriqueño… ¿es ser eñangotao’?

Más allá del cliché xenofóbico que dice que se debe haber nacido en Puerto Rico o venir de familia de Puerto Rico o de ser un boricua en la Luna, como dice el poema y la canción, el ser puertorriqueño va mucho más allá de la sangre, la cultura y la tradición. Es ser lo que se siente. Es, en esencia, serlo. Pero esto también depende de la interpretación y de quién lo diga.
Para la bloguera Marilou Rivera del blog estadista Estrella 51(http://estrella51.blogspot.com/2010/01/ser-puertorriqueno.html), ser puertorriqueño “es pensar en lo que es bueno para la patria y para nosotros”, más allá del Comité Olímpico, de los concursos de belleza y del español.

Mientras que muchos otros, como el psicoanalista Alfredo Carrasquillo, sostienen que vivimos en una era de culturas e identidades híbridas difíciles de definirse.  “Habla mucho más de lo que somos hoy Calle 13 que los espectáculos de bomba y plena”, expresó en una entrevista con la periodista Ana Teresa Toro en El Nuevo Día a finales del año pasado.  (http://www.elnuevodia.com/serpuertorriquenohoy-1123375.html)
La realidad es que todo se ve desde el prisma político-partidista o ideológico de cada sector. Pero de acuerdo a la propaganda del PNP, el verdadero puertorriqueño es el que tiene sus “valores”.

“A través de esta campaña queremos destacar nuestros valores como partido, nuestras prioridades y qué nos define como institución. Nosotros los puertorriqueños siempre nos hemos caracterizado por ser personas de valores. Con esos principios como norte, esta primera campaña del PNP resalta aquellos valores que compartimos como puertorriqueños y que nos define a todos como Pueblo. Es nuestra responsabilidad individual, ciudadana y patriótica, reforzar y abrazar los valores que nos definen y nos unen a todos”, dijo el Secretario General del PNP, Ángel Cintrón, cuando presentó la campaña.
¿Cuáles son esos valores?, pregunto yo. ¿Es quedarse callado? ¿Es aceptar todo lo que venga sin cuestionar? ¿Es claudicar en el derecho a preguntar, a protestar, a hablar? ¿Es no dar opiniones y expresarse por temor a represalias? ¿Es aceptar callados el pillaje y lo que nos hacen como pueblo?

No. El ser puertorriqueño no se trata de aceptar las burkas que nos amordazan. Tampoco se trata de ser hipócritas viendo de frente una sociedad que se derrumba sin hacer nada. No se trata de poner parchos para tapar la falta de empleos y oportunidades que obligan a muchos a abandonar el país y a otros, a temer ser la próxima estadística en un tiroteo. Calladitos no nos vemos más bonitos, como se pretende.
Es insultante que se cuestione la puertorriqueñidad cuando miles se niegan a claudicar y trabajan en sus comunidades, en sus escuelas o luchan desde sus trincheras por salir hacia adelante. Trabajan para sacar al país del hoyo, sin el apoyo de políticos ni gobiernos.

El puertorriqueño no puede ser boquiabajo como pretenden estos esfuerzos de propaganda. La anestesia es sólo para la sala de operaciones. Tenemos que despertar.

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(Nota: Esta columna salió publicada en 80 Grados - http://www.80grados.net/2012/05/ser-puertorriqueno-el-lema/)

2 comments:

  1. Ser puertoriqueño es "no criticar". Jeje. Ya se le ve la costura a la campaña y a la intención detrás del eslogan.

    Adelante y éxito.

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