Protestas y la ignorancia como principio

Hoy habrá manifestaciones en Ponce, Carolina y Rincón; Actores, líderes cívicos y periodistas se activan; periodista Wilda Rodríguez explica por qué quieren mantener al pueblo ignorante 

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Ponce, Carolina y Rincón. Hoy será un día de protestas simultáneas en todo Puerto Rico.

Desde tempranas horas de la mañana de hoy se darán cita en Ponce diversas organizaciones y ciudadanos para participar en una manifestación en repudio a las expresiones homofóbicas de la primera dama ponceña Miyadi Velázquez Pagán y a la política de religión fundamentalista de su esposo, el acalde Luis Irizarry Pabón. La línea de piquete será frente a la Casa Alcaldía de Ponce empezando a las 11 de la mañana. El evento ha sido convocado por el Colegio de Actores de Puerto Rico, pero se han unido entidades cívicas, organizaciones como Amnistía Internacional, líderes de la comunidad LBGTTQI+ e irán grupos organizados desde Yauco, de Guayanilla, Guánica y de varios otros pueblos del sur. 

Alcalde de Ponce Luis Irizarry Pabón y su esposa Miyadi Velázquez Pagán (Foto Municipio).

A la misma hora, (11 de la mañana), pero en el tribunal de Carolina, será la vista de seguimiento al controversial caso de discrimen contra una familia negra de Canóvanas. Los abogados de las partes discutirán si ya se han intercambiado la prueba y lo que falta de cara al juicio, que podría ser cerca a la conmemoración del 150 aniversario de la abolición de la esclavitud, el 22 de marzo.  Esto es irónico porque se trata de un caso de odio racial donde la familia de Luis Ramírez Walker y Chanelly Cortés e hijos tuvieron que demandar a su vecina Carmen García Suárez, por un patrón de acoso y racismo. El hijo de García Suárez, el dentista Luis Espinet García, amenazó de muerte al apuntar con un arma de fuego a Cortés. Espinet García enfrenta un caso criminal. Líderes de organizaciones antirracistas como Colectivo Ilé, La Colectiva Feminista en Construcción, Amnistía Internacional, Ayuda Legal, Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud, ACLU y Revista Étnica llevan denunciando la dilatación e inacción en el caso https://fb.watch/i_lIGxR5A7/

Durante una de múltiples conferencias de prensa convocadas por organizaciones antirracistas. (Étnica)

Mientras que en Rincón, ya hay movilización en la playa Los Almendros preparándose para el sábado, cuando habrá una serie de eventos contra el intento de robarle la playa al público. Personal del Departamento de Recursos Naturales (DRNA) fue la zona y ubicó una malla anaranjada para delimitar la zona marítimo terrestre y definir los que son bienes privados y los públicos. El problema es que esto es ilegal porque el propio DRNA hizo un deslinde que ubica el terreno público a 20 metros tierra adentro (65 pies). Es decir, el estado jurídico pone al edificio privado Sol y Playa dentro del terreno que robaron a la playa. Todo esto se está protestando desde hoy en Rincón.

Estas tres manifestaciones coinciden con otras protestas esta misma semana como la que hubo contra la privatización y construcción en el Escambrón en San Juan, y la de empleados públicos cuyo retiro está en riesgo.

“Esto es por diseño, para dividirnos”, dijo la veterana periodista Wilda Rodríguez, preguntada sobre la cantidad de protestas.

Wilda Rodríguez,periodista

Rodríguez es una de las que participará en la manifestación en Ponce junto a entidades en defensa de los derechos civiles. En Ponce los ánimos se han caldeado ante las expresiones del alcalde Irizarry Pabón quien dijo que “Alguna terapia de amor no quiere decir terapias de conversión” y que las expresiones que hizo su esposa sobre la comunidad LGBTTQI+ “han sido tergiversadas”.

Sobre este particular Rodríguez escribió un importante texto sobre el derecho a protestar ante la violencia y la intención de las autoridades cuando intentan ningunear a los manifestantes. 

A continuación, publicamos en su totalidad el artículo de Wilda Rodríguez titulado “La ignorancia como principio”:

El miércoles 1ro de marzo a las 11 de la mañana, frente a la Casa Alcaldía de Ponce, se han dado cita quienes rechazan las posturas de Miyadi Velázquez Pagán, esposa del alcalde de esa ciudad Luis Irizarry Pabón.

Se rechaza su incitación al prejuicio, el odio y la violencia contra la comunidad LGBTQ; se rechaza su desprecio a la cultura ponceña y se rechaza la imposición de su visión religiosa totalitaria desde la posición de poder que le da y le defiende su marido.

Se rechaza que nos impongan la ignorancia como principio.

Las posturas de Velázquez Pagán no se amparan en el derecho a la opinión como pretenden sus defensores. El derecho a la opinión no es absoluto. Termina cuando se cruza la raya de la dignidad. Entonces se convierte en ataque, agresión y violencia.

Que quede claro: opinión no es razonamiento y el derecho a la opinión no es absoluto. Vamos a hablar con propiedad.

El derecho a la opinión está enmarcado en el derecho a la libre expresión consignado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. No está sujeto a censura previa ni a represalias, pero sí a responsabilidades como consecuencia de su ejercicio. Consecuencias que están estipuladas por leyes.

Opinar es fácil. Solo hay que decir lo que nos dé la gana. Pero, ¿todas las opiniones valen lo mismo? Por supuesto que no. Opinar no es razonar ni es argumentar porque razonar y argumentar requiere de datos sujetos a comprobación.

Una cosa es que todos tengamos el derecho a formar opiniones y expresarlas. Otra muy distinta es provocar y atacar con tus opiniones o imponerlas desde una posición de privilegio.

La insistencia en la valoración de todas las opiniones como respetables, dignas, honorables es una treta del sistema neoliberal y pro-fundamentalista que vivimos. Por eso se vende la opinión como razonamiento y el derecho como incondicional.

Ampararse en el derecho a la opinión para avalar la ignorancia y el disparate, no es aceptable.

Fue Isaac Asimov quien expuso la teoría del anti- intelectualismo en Estados Unidos (1980) como “culto a la ignorancia”.

Lo cito: “El anti-intelectualismo es el culto a la ignorancia que ha sido una constante en la historia política y cultural estadounidense, promovida por la falsa idea de que la democracia consiste en que "mi ignorancia es tan válida como tu conocimiento".

Para sostener esa posición el sistema lleva al ignorante a despreciar el conocimiento y calificar a quienes lo cultivan como elitista, comemierda, arrogante, clasista. Y lo lleva hasta sentirse orgulloso de su ignorancia y ejercerla con pasión.

Ser ignorante no es ser bruto. Ignorancia e inteligencia son cosas distintas. Cualquiera puede aprender y cultivarse. Eso es el derecho a saber.

No podemos avalar la idea de que se puede aspirar a ser ignorante. Que tenemos derecho a opinar como nos dé la gana y de lo que nos dé la gana, aunque no sepamos un pepino del tema.

No podemos dejar el campo libre para que nos impongan la ignorancia como principio.

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