Periodista independiente en Puerto Rico

Sunday, October 16, 2016

El voto write-in




(Nota: Esta columna salió originalmente en NotiCel el 12 de octubre de 2016http://www.noticel.com/blog/195798/el-voto-write-in.html )  

Hace dos días el senador John McCain dijo en Washington algo que nos aplica a muchos electores en Puerto Rico. Él dijo que no podía votar ni por Donald Trump ni por Hillary Clinton y que escribiría en la papeleta presidencial el nombre de su viejo amigo, el senador Lindsey Graham.  A él le pasa como a muchos nos pasa aquí. Hay opciones, pero ninguna convence. Pero trajo algo de lo que aquí nadie quiere hablar. Es el secreto mejor guardado por los políticos y por la Comisión Estatal de Elecciones porque no les conviene que la gente lo sepa: el voto “write-in”.



¿Y por qué no les conviene a los políticos que los electores asuman su poder y escriban en las papeletas los nombres de otros candidatos? Porque se les cae el traqueteo que tienen todos: candidatos, partidos y hasta la CEE.



A los candidatos y a los partidos políticos les conviene seguir en el juego porque a pesar de la crisis económica, siempre hay quien les da dinero para sus campañas. La prueba más contundente son las listas de deudas viejas que dejan a los suplidores cada vez que pasa una elección. El Contralor Electoral debería decir que a ese suplidor de camisetas que el candidato no le pagó o ese que imprimió los anuncios del partido y le quedaron a deber dinero, se convierten en donantes disfrazados. ¿Cuántas deudas viejas tienen los partidos y los candidatos que el pueblo no sabe, pero que luego se pagan de manera indirecta con contratitos con el alcalde o el gobierno que entre al poder?  ¿No es eso un esquema de traqueteo parecido al de Anaudi y muchos lo hacen? Entonces, ¿votar por nominación directa no es una manera para detener este traqueteo?



¿Y a la CEE por qué no les conviene que el elector sepa del voto “write-in”? Porque demostraría el revolú que tienen montado con el escrutinio electrónico, y sería prueba fehaciente de que no quieren educar a los electores porque no les conviene. 



La CEE no quiere divulgar ese método porque los hará trabajar más el día de las elecciones. Si mucha gente escribe muchos nombres de candidatos en las papaletas, retrasará los procesos, demostrando que el escrutinio electrónico no agiliza nada. Esto, y el problema de conexión de Internet, darán noticias el día de las elecciones, sin duda, pero no lo quieren hablar.



La ley electoral dice que la Comisión tiene que promover todos los mecanismos para votar, incluyendo la nominación directa,  pero hasta ahora no he visto un sólo anuncio. De hecho, que yo recuerde, nunca lo han hecho. Sin embargo, precisamente porque para estas elecciones han gastado millones de fondos públicos en el contrato de escrutinio electrónico, tienen esta opción más enterrada que nunca para que la gente se olvide y no les cause problemas.



¿Se imaginan si 40,000 electores votan por alguna persona por nominación directa a la Cámara? Quizás podrían tumbar a Jaime Perelló.



¿Y si 50,000 nominan por “write-in” a El Guitarreño para el Senado, a quién tumbaría?  De hecho, si votan por artistas o por personalidades la gente lo que estará comunicado es otro mensaje que debe darles vergüenza a los candidatos actuales. Si eso sucede a nivel masivo lo que comunicarán los electores es que ven que ninguno de los políticos tiene la capacidad real y que los consideran un chiste, como si fuera un mal paso de comedia barata.



Cuando escuché lo que dijo el Senador McCain, pensé que aquí no se habla de lo importante. La reacción de McCain se dio a raíz del escándalo provocado por el vídeo del candidato de su Partido Republicano,  Trump, quien dijo que podía agarrar a las mujeres por la vulva y atacarlas sexualmente, y éstas se lo permiten porque él es una celebridad.  http://www.nbcnews.com/politics/2016-election/sen-john-mccain-i-can-t-vote-trump-or-clinton-n664151  Pero acá en Puerto Rico como que nos quieren embobar a nivel colectivo. De hecho, esa noticia de McCain la escondieron.



Acá nos quieren dormir, y después se sorprenden cuando las encuestas reflejan que la gente ya está harta de lo mismo. La realidad es que el elector no es tonto.  Los electores se cuestionan la pertinencia de estas elecciones y el gasto que representan, si todos saben que quien va a mandar es la Junta de Control Fiscal. Aquí hay un nuevo orden y la gente lo sabe. Entonces, ¿cuál es la opción?



A mi juicio, lo prioritario es que la gente tome conciencia de su poder, aún limitado en este sistema colonial bajo el nuevo orden que trae la Junta de Control Fiscal.



Una manera de mantener ese poder dentro del control que traerá la junta es no ceder ante la expresión pública. Y una manera de ceder, es protestar. Protestar contra el status quo y el sistema traquetero que nos trajo hasta aquí, con una colonia quebrada que debe $69,000 millones de dinero que pagarán hasta nuestros nietos, que no tienen dinero para las pensiones, y que todos saben que tendrán que enfrentar masivos despidos de empleados públicos. Quizás el “write-in” sea un mensaje a la Junta de Control Fiscal de que los electores no somos cómplices de los traqueteos de los políticos que nos trajeron hasta aquí.



McCain (Foto de Slate)
Elucubrando en esta realidad, y viendo lo que decía McCain allá, pensé que el asunto coincidió con una noticia que surgió este fin de semana y que sólo fue destacado por las cadenas Wapa Radio y NotiUno, y por NotiCel, de un movimiento de ciuidadanos para promover la nominación directa de candidatos bajo el lema de “¡Castígalo con el Write-In!”.



La idea de la campaña que se da a un mes de las elecciones es dar a conocer la alternativa en ley que tienen los ciudadanos de elegir bajo el método de “Write-In”  a personas que estén dispuestas a servirles al país fuera de las estructuras partidistas profesionales. Alegan que hay desinformación en la presente contienda política y que quieren combatir la aparente apatía de los votantes que se anticipa para las próximas elecciones del 8 de noviembre, motivando a líderes comunitarios a que se inserten en la política y se nominen como asambleístas municipales y en otros cargos.



Esta posibilidad, si de verdad está organizada, plantea un problema para la CEE. El periódico El Vocero publicó hace unos días que un 22% de los electores están reacios a votar. La encuesta de El Nuevo Día también reveló que se anticipa ausentismo electoral. En ese sentido, si en las próximas elecciones la gente no sale a votar, es un fracaso para la CEE porque no comunicó adecuadamente. El rol de la CEE es promover la participación electoral, no las insignias de los partidos.



¿Y qué es más importante, que la CEE luzca bien, o que el país tenga una opción democrática? Esa es la pregunta.

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