“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”, Éxodo 20: 1-17
Unos mil doscientos cincuenta años antes de Cristo, o sea, hace como
3,265 años, cuenta la leyenda, la Biblia y el Torá que Dios Yahveh le dio a
Moisés una lista de órdenes “escritas con su dedo", que los israelitas
debían respetar. Eran los 10 mandamientos. Los primeros tres se relacionan al
amor y al culto a Dios, y los otros siete, al amor y la justicia con el
prójimo. Se supone que esos preceptos deben guiar las vidas de los pueblos
creyentes, al menos de los que dicen llamarse judíos y cristianos….Pero en
Puerto Rico, donde hay templos en cada esquina, los mandamientos son otros.
En Puerto Rico habitan muchos dioses a los que se idolatran, como les pasó
a los israelitas hace siglos. Creen ciegamente en los becerros de oro.
Imágenes, políticos, status, sexo, drogas y dinero que se idolatran como dioses
sagrados. Que hacen alucinar a las masas con los cuentos de camino, con dosis
para calmar los nervios o motivando la lujuria tropical típica de una ínsula
colonizada con problemas de identidad.
Si bajara un Moisés hoy del Yunque con un Decálogo de mandatos, ¿cuáles
serían los preceptos a seguir? Al sol de hoy, con la crisis fiscal, con el IVA
y los candidatos, Tito Kajak de la mano con los empresarios, y que los
religiosos y los gays, y los carteles de la droga y la perspectiva de género, y
las primarias que vienen por ahí, y el éxtasis de irse de shopping, y los moteles vendiendo especiales en las cabañas
ejecutivas porque han perdido clientela, y los candidatos nuevos como el
ufólogo y la Lúgaro y los mismos de siempre a los que nadie les cree, y los
federales, y Oscar López, y la Burbu, y Adamaris López y su bebé, y los vídeos
sexuales de los policías, y ….la playa… Y tantas cosas que nos entretienen en las
noticias diarias que consumimos casi como autómatas, habría que preguntarse ¿en
qué creer? ¿Cuáles serían esos 10 Mandamientos para los puertorriqueños en el
2015?
1.
Amarás a Dios sobre todas las cosas, porque Dios es Dios. Pero no. Aquí eso no aplica. Aquí hay dos dioses principales: Don
Dinero y los Americanos. Esos son los que mandan y a los que hay que seguir. El
que diga lo contrario, miente.
2.
No tomarás el nombre de Dios en vano. O sea, no tendrás
dioses ajenos. Tampoco aplica. Aquí la campaña
política dura los cuatro años y se idolatra al que sea candidato.
3.
Santificarás las fiestas. O sea,
acuérdate del día del reposo, pero no para descansar, sino para dedicarlo a
Dios. Aquí se santifican los fundraisers
o las fiestas o la playa. Y sí, muchos prefieren el descanso al trabajo de tantos
otros.
4.
Honrarás a tu padre y a tu madre. Si es en la política, al que sea el líder. No sólo es que a Ricky haya
que creerle por ser hijo del Mesías, sino que se sigue al que sea la cabeza del
partido.
5.
No matarás. Tampoco aplica. En un
país con sobre 900 asesinatos al año, esto se ve lejos. Pero más que las
muertes físicas, están los asesinatos de carácter a nivel público, y la muerte
de la esperanza para muchos que optan por irse del país.
6.
No cometerás adulterio ni actos
impuros. ¡Por favor! En el país de la chillería y la lujuria,
esta está bien difícil.
7.
No robarás. Quizás es la más
difícil de todas porque se roba todo. $700 millones en Educación, otros
millones en la AEE y ahora con el IVA el pueblo siente que le robará el vivir.
8.
No levantarás falsos testimonios ni mentirás contra tu prójimo. Bendito. De la mentira viven muchos. A los gays los engañaron cambiando
de postura para respaldar los matrimonios de otros estados, pero lo hicieron
sabiendo que ya mismo viene una decisión del Supremo federal. Al pueblo se le
engañó diciendo que no habrían impuestos y llevamos bastantes.
9.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros. Bendito. Si se notan a legua en muchas de las figuras públicas.
10. No codiciarás los
bienes ajenos, ni la casa de tu prójimo, ni la mujer o el hombre de tu prójimo. O sea, a las mujeres que no codicien al Hermoso, alias Alejandro
García Padilla, o al muñeco alias Ricky Rosselló y los hombres que no se hagan
cerebro con Alexandra Lúgaro.
Los 10 mandamientos fueron un convenio, una alianza entre Dios y la
humanidad, pero como pasó con Moisés cuando bajó del Monte Sinaí, aquí a lo
boricua, seguimos adorando a los becerros de oro. Sólo hay que esperar porque la furia de Dios no
nos extienda nuestros pesares, la crisis económica ni las devaluaciones por 40
años más.
En esta Semana Santa, en vez de retirarse a buscar de Dios o a ir a sus
templos de predilección para exorcizar los demonios que nos invaden en la
sociedad, el pueblo debería reflexionar. Pero no, esto es Puerto Rico y la Semana Santa
a lo boricua representa vacaciones, fiestas, playa. Somos siervos de otros
dioses.
NOTA: Esta columna fue censurada por el periódico El Vocero.
"Real como la vida misma."
ReplyDelete¡Muy acertado!
Los que censuraron este artículo, se diieron por aludidos!
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