NOTA: Esta columna fue publicada en Noticel el 9 de diciembre de 2015 http://www.noticel.com/blog/184197/chusmas-y-chapiadores.html
El pasado jueves se demostró que aquí se imponen los chusmas y los
chapiadores. Escuchar al director del FBI, Carlos Cases, cantárselas al
Gobernador y al liderato político diciendo que hay que “limpiar la casa
de los parásitos y las garrapatas políticas que tienen a Puerto Rico
desangrado y en cuidado intensivo”, es la mejor prueba de esta realidad.
Básicamente lo que el director del Negociado de Investigaciones
Federales quiso decir fue que esto aquí está cundido de chusmas y
chapiadores. Chusmas son gente soez y vulgar, y chapiadores son como
prostitutas, que por dinero hacen cualquier cosa. Son los que se pasan
“joseando” como dicen en la calle, a cambio de dinero o de carteras, o
de “party” y de cenas en restaurantes lujosos.
Con los arrestos
del empresario y recaudador político Anaudi Hernández y de su combo de
otros nueve indeseables la semana pasada, se evidenció que la vergüenza
se perdió entre los que ostentan el poder.
Las reacciones parecían un paso de comedia en un programa
cafre de televisión. Populares, funcionarios públicos, penepés y hasta
periodistas y comentaristas radiales reaccionaron igual. Tan
pronto empezaron los arrestos primero hubo silencio total. Los populares
en shock, calladitos, primero por el susto, embarraos’ porque temían
que les sacaran cuánto dinero Anaudi les había dado o cuán cercanos eran
a los ayudantes arrestados. Después las reacciones se convirtieron en
un festival de expresiones mongas. Oír a Eduardo Bhatia decir “que le
caiga el peso de la ley” como si él nunca hubiera estado al lado de
Anaudi. Oír al presidente de la Cámara, Jaime Perelló decir que había
que erradicar la corrupción o mandar a hacer auditorías, cuando él tiene
el control absoluto y firma los contratos en ese cuerpo porque en la
Cámara no se aprueba nada sin su consentimiento.
Y en el bando
azul, más silencio aún. Después de todo, el Anaudi también había mojado
con sus chavitos sucios a penepés al igual que sus amigos del alma del
PPD. No podemos olvidar que la práctica de gastos alegres es histórica y
que la Oficina del Contralor le señaló a la pasada administración en la
Cámara que se dieron contratos dudosos para remodelar las oficinas de
los que serían minoría en este gobierno. Es que así actúan todos porque
el Capitolio es la vitrina de chusmas y chapiadores. Lo único que les
importa son ellos, no el pueblo.
Pero si cafre fue la reacción
de esos arrestos entre los políticos, más asqueante fue la de algunos en
los medios de comunicación. Hubo comentaristas en la radio que no
sabían qué decir ni como analizar porque son iguales de chapiadores y
son amigos del Anaudi.
Otros no podían salir del asombro porque
en la redada se fue enredada una amiga de muchos, Sally López. La misma
que saltó a la fama porque salió en sugerentes poses ‘maripilescas’
enseñado caderas, nalgas y otras partes íntimas en unas fotos que
supuestamente le robaron de su celular. Ese evento de por sí solo debió
haber sonado la alarma antichapiadora porque como las de su tipo, se
aprovechan de cualquier oportunidad para sacar ventaja. Ella logró
victimizarse y que le cogieran pena por ser una mujer atacada, y de paso
logró que la siguieran ascendiendo en los puestos públicos.
El
Secretario del Trabajo Vance Thomas la defendió a capa y espada. Luego
fue cambiando hasta llegar a la División de Ayuda al Ciudadano de la
Fortaleza. En el camino, combinaba su tiempo entre subir “selfies” y
fotos junto a líderes políticos en las redes sociales mientras aceptaba
con gusto las invitaciones a comer en Morton’s y las carteras Ferragamo
que le hacía llegar Anaudi. Poco importó que ella había sido cuestionada
en las vistas en el Senado por negar en declaración jurada siete
demandas en su contra y reportar un salario que no concordaba con su
estilo de vida. Pero no, la Fortaleza cabildeó a su favor y finalmente
el Senado la premió con el puesto. (Ver: http://www.noticel.com/noticia/184019/turbio-nombramiento-culmina-en-arresto-de-empleada-de-fortaleza.html).
La Sally López le auspiciaba transmisiones en vivo a emisoras radiales
para dar a conocer ferias de empleo en el gobierno, pero ninguno en las
emisoras cuestionó que los empleos que ofrecían eran al mínimo federal o
en empresas piramidales de multiniveles. No importaban las cogidas de
pendanga a las audiencias desesperadas sin trabajo, porque los chavitos
ya estaban del lado de allá.
¿Por qué no se fiscaliza a este
tipo de chapiadores y chusmas? Porque lo importante es tener la pauta y
el dinero de anuncios. Ahora mismo hay otros aparte de Anaudi
traqueteando en el gobierno y nadie dice nada. En el Capitolio, por
ejemplo, las remodelaciones no paran. El Salón de Audiencias 1 es nuevo.
Se arreglaron ascensores, pero con la excepción de una reportera de
televisión de Telemundo, más nadie en la prensa de esos que van al
Capitolio a cubrir a diario, ha dicho nada. En las alcaldías los
traqueteos vienen en las construcciones de monumentos en las que no hay
comparables para identificar el costo real. El tumbe es grande y es a la
vista de todos, pero nadie pregunta nada.
Nadie pregunta porque
la hipocresía abunda en sectores de los medios que son por igual
chusmas y chapiadores. Algunos periodistas y comentaristas que
expresaron asco ante las acusaciones de corrupción del jueves pasado
olvidaron que solían – y suelen – compartir mesa y francachelas con ese
tipo de gente y que además les sirven de vehículo para comunicar su
propaganda. Después de cachetear los parties y las borracheras con rojos
y azules, pretendían borrar cinta. Eso son los que se después se quejan
si pierden audiencias, lectores o televidentes, o si se quedan
desempleados porque el medio cerró. No aceptan que la credibilidad se
gana con respeto y trabajo. Con verticalidad, no lamiendo ojo.
Por eso es que hay que preguntar, que increpar, que averiguar los
porqués. Si un gobierno dice que no hay dinero ni para el bono de
Navidad aunque impusieron el 4 por ciento del IVU, ¿por qué no se
cuestiona que se gaste en cuadros telefónicos que no sirven? ¿Por qué se
aceptan los funcionarios que se proyectan como ovejitas cuando son
chapiadores? ¿Cuántos graduados, gente con años de experiencia y
preparación académica quisieran tener una oportunidad como la que tuvo
la Sally López, o las funcionarias de Acueductos arrestadas, pero no la
tienen? ¿Cuánta gente decente está en el desempleo o en el subempleo
porque no tienen la carta de un senador o un alcalde o de una pala como
Anaudi que los acomode en el trabajito del gobierno? Pero no, de eso no
se pregunta.
Es que la actitud es otra. La cafrería se ha
apoderado de todas las esferas del país. En un país donde la televisión
pone a la Dra. Polo en doble tanda todos los días, es poco lo que se
puede esperar. Sea político, funcionario, comentarista o artista,
presentan una fachada para ocultar que son unos buscones. Uno sabe que
han corrido toda la vida pero ahora se pintan de grandes damas, o que
les gusta meterse droga porque se les ve en la cara, pero se pasan un
buen “blower” y plancha en el pelo si son mujeres, o se ponen un “suit”
con corbata si son hombres, y se pintan de honorables cuando no lo son.
Por eso es que la gente decente se hastía, porque tienen pocas opciones
frente a la partida de buscones. Se tienen que ir del país. Si se
quedan, es a aguantar los chapiadores y chusmas que se carguen con los
puestos. Pero si se quedan y se quejan, entonces se fastidian. Los
marcan.
Los decentes que no nos quedamos callados, los que
denunciamos la corrupción para que el país se adecente, los que no
tenemos miedo a perder oportunidades o clientes porque no le debemos
nada a nadie ni le cargamos la cola a nadie, somos amenazados y nos
tratan de intimidar. Nos carpetean y nos marginan. Nos niegan espacios
porque tienen miedo y saben, que llegado el momento, se las vamos a
cantar como son. Tienen ellos miedo de quedar en evidencia y por eso
ningunean, pero uno no se puede amilanar.
Yo no escribo para
ofender, pero tampoco me preocupo si ofendo a alguien con lo que opino.
Sé que eso de ser chapiadores y chusmas no se define por la extracción
social o de dónde venga la persona porque hay ricos de cuna que lo son
al igual que arrimados y nuevos ricos que se le sale por los poros.
Porque aunque se vayan de viaje a París y vean la torre Eiffel, cuando
les expliquen, no entienden. Para ellos fue treparse en una torre de
acero y subir el ascensor sin entender su significado cultural. Son los
que van a Morton’s o a Texas de Brasil y piden churrasco con tostones,
pero se hartan de comer pan y ensalada y piden la carne para llevar. Es
que por más carteras Ferragamo que tengan, son chusmas y eso no lo borra
nadie.
Pero se exponen es a que les llegue su día. Sea por
corrupción o sea por el narcotráfico, se sabe que son sobornables porque
el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente. La
evidencia está ahí. No se pueden permitir más cafres en el poder ni
ricos que quieran comprar políticos. Como dijo Cases, citando al
gobernador Alejandro García Padilla “la verdad es la verdad, y la verdad
es invencible”. (http://www.foronoticioso.com/fn/jefe-del-fbi-reta-al-gobernador-a-limpiar-la-casa-de-lo-parasitos-y-garrapatas-politicas-tras-operativo-denominado-operacion-botin-de-guerra/ )
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