El gobernador Ricardo Rosselló, barbudo. |
¿Qué tienen en común los jefes del gobierno de Ricardo Rosselló? La barba. Pero no se equivoque, no son Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, el Che Guevara y los demás del llamado clan de los barbudos, aquellas fuerzas rebeldes que hicieron su entrada triunfal en La Habana en enero del 1959 después de la revolución. Acá son los millennials, que para pasar la prueba de fuego de lealtad a su jefe, cualquiera diría que tienen que dejarse crecer el pelo en la cara para parecer adultos y proyectar madurez. Es lo que intenta hacer hace meses el propio gobernador Rosselló.
El super secretario Christian Sobrino; el de
asuntos públicos, Anthony Maceira; el de la gobernación Erik Rolón, hasta el hijo
talentoso y ahora paria del gobierno, Rauli Maldonado, también tiene o tenía su
barbita. Su papá, el exsecretario de Hacienda Raúl Maldonado no tenía barba,
pero sí un abultado bigote blanco. Quizás, porque no es de esa generación. El
secretario de Estado Luis Rivera Marín, se dejó la barba, pero se la quitó, quizás
porque también es mayor. Hasta el nuevo secretario de Hacienda, Francisco Parés
Alicea, tiene su barbita. Así hay unos cuantos más.
El super secretario y CFO, Christian Sobrino, otro barbudo. |
¿Cómo sabes si eres del grupo leal? Porque te
dejas la barba. Si te pareces a Rosselló, estás bien, parece dictar esa
directriz.
La pregunta es: ¿qué ocultan debajo de esas
barbas? ¿Es acaso que tienen que lucir más machos, más hombres, con más testosterona
y por eso se dejan crecer los pelos? Pero bendito, si a algunos como al mismo Parés
Alicea, la barbita les luce como hormiguitas caminándole en la cara. A otros
como a Sobrino, ya se les ve más abundante. Otros, como el propio Rosselló, lucen desaliñados.
Francisco Parés, nuevo secretario de Hacienda con su limitada barba. |
Lo cierto es que parece que para ser “leales
al jefe”, hay que dejarse la barba porque como dijo Rolón, el gobierno de Rosselló “es como una milicia”. Parés Alicea dijo que no hay mafia en Hacienda, pero la
lealtad les exige seguir las instrucciones incluso en la proyección.
Si la táctica es que los jefes, incluido el
gobernador, luzcan mayores o más profesionales, el resultado ha sido hasta
ahora nefasto. El look no provee lo que la inexperiencia no da. Menos en el momento histórico y de falta de gobernanza que vive la administración Rosselló, con las serias imputaciones hechas por Maldonado y su hijo.
Dos secretarios barbudos: Erick Rolón(gobernación) y Antony Maceira (asuntos públicos) |
Algunos miembros del original "Clan de los barbudos", Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y otros |
Una cosa es la barba de Fidel...otra cosa es la de esta ganga. Con las "cosas buenas" que traen (como las de Educación, Salud, Hacienda y ahora AEE), las barbas van a parecer la de Rip van Winkle.
ReplyDelete