Periodista independiente en Puerto Rico

Wednesday, November 28, 2018

Ínvasores en México

Migrantes centroamericanos son recibidos con gas pimienta en los Estados Unidos (Foto Última Hora)
(NOTA: Esta columna fue publicada el 25 de noviembre de 2018 en NotiCel https://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/invasores-en-mexico/887385425) 

JALISCO, MÉXICO - Es un tema escabroso, porque a nadie le gusta admitir que se parece en algo a Donald Trump, mucho menos los mexicanos, pero ahí está. No se pueden escapar del asunto. Así como el presidente de los Estados Unidos no quiere recibir a la caravana de migrantes de Centroamérica, los mexicanos tampoco los quieren aquí porque les cuestan. Aquí en México están en la disyuntiva de decidir qué hacer con los migrantes porque no se pueden quedar.

La famosa caravana que ya supera las 7,000 personas provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador, es el tema más duro en este momento para los mexicanos. Domina la opinión pública en los medios informativos, en la política, el mundo de los negocios y hasta en la gente común porque lo consideran una invasión con el objetivo de desestabilizar al país a una semana de que entre en el poder el nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador.
“Son gente que viene a desestabilizar, a invadir. Creemos que son grupos financiados por alguien que tiene mucha plata. Aquí los detuvo la policía federal y había gente dándoles billetes de 100 pesos (mexicanos) para que tuvieran para comer. Hemos sido testigos de ese financiamiento. ¿Quién los está financiando para que estén dispuestos a violar la ley?”, manifestó Abel García, un trabajador de la aduana.
En los Estados Unidos, el ex comentarista de la cadena FOX News Bill O'Reilly, sostiene que el magnate George Soros es quien ha financiado las caravanas a través de una organización en Chicago conocida como “La Familia Latina Unida”. Mientras que en América Latina, medios como La Tribuna en Perú dan por hecho que el “multimillonario izquierdista Soros” es quien financia las caravanas de migrantes.
Lo cierto es que por escapar de la miseria y de la violencia, y sencillamente por el deseo de mejores condiciones de vida, el 13 de octubre miles de centroamericanos emprendieron camino hacia el norte, con la idea de llegar a Estados Unidos o Canadá. Las caravanas son organizadas por defensores de migrantes, quienes saben del empobrecimiento que sufre América Central, producido en parte por políticas desarrolladas durante décadas por el mismo Estados Unidos hacia esa región. Esas políticas han propiciado que en Honduras, por ejemplo, hoy en día al menos dos terceras parte de su población vive en la pobreza y es además uno de los países más peligrosos del mundo.

“No estamos en contra de los migrantes porque todos entendemos lo que les pasa en sus países, pero no estamos de acuerdo con la manera en que lo están haciendo una vez llegan, porque no es legal. Encima, nos critican”, dijo Ernestina González, gerente de banquetes en un centro de convenciones.
Son muchos mexicanos los que se sienten “invadidos por malagradecidos”, como dicen cuando hablan de los migrantes quejándose de la comida que les han dado en refugios en distintas ciudades mexicanas.
“Uno como mexicano los arropa, les echa uno la mano, pero ellos nos critican la ayuda. Entonces, ¿en qué otra manera podemos ayudarlos? Nosotros como mexicanos siempre hemos sido hospitalarios con cualquier extranjero y le damos lo que está al alcance de nuestro bolsillo, pero gente así se tiene que ir. Vienen a hacer daño aquí, además, no hay una economía que sustente a toda esa gente”, agregó Nadia Landeros, dueña de varias gasolineras.
Un 51% de los mexicanos pide que regresen a los migrantes a sus países, un 13% que los detengan, un 14% que les den asilo y un 21% que les den visas de trabajo, reveló una encuesta del diario El Informador. Otra encuesta sobre discriminación mostró que el 42% de los mexicanos respeta poco o nada a los extranjeros de la caravana que desean quedarse.
Hace dos días, el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastelum, declaró una crisis humanitaria y solicitó apoyo de las Naciones Unidas para ocuparse de 5,000 migrantes que ya llegaron a esa ciudad. El mismo día, Trump amenazó con cerrar “toda la frontera con México” si su gobierno determina que su vecino del sur ha perdido el “control” de su lado. “Eso es grave”, dijo Gastelum, quien también criticó al gobierno federal mexicano por no tomar más en serio la amenaza del Presidente de Estados Unidos.
A ningún país se le hace fácil recibir a tantas personas y esto no ha pasado inadvertido para la prensa internacional. Esta misma semana medios como The New York Times, ya están describiendo la dificultad que tiene México para asimilar un aumento de migrantes. No es nada fácil.
El sentir de los mexicanos hacia esta caravana de migrantes es igual al de los americanos o al que tenían muchos en Puerto Rico en la época de la migración de dominicanos. Se comprende la crisis, se entiende la necesidad de los migrantes, pero la realidad que vive el pueblo no permite acogerlos.

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