El rescate de los 33 mineros chilenos es la llegada a la Luna de esta generación
Por Sandra D. Rodríguez Cotto
Cientos, millones y probablemente, miles de millones de personas vieron ayer y hoy la noticia del rescate de los 33 mineros chilenos. El estimado más certero y consistente en todos los medios internacionales: más de mil millones de personas sintonizaron su televisor o su Internet para ver el primer rescate. Y a estos hay que añadirle las portadas de cientos de periódicos y revistas en todo el mundo.
Para mí, la noticia del rescate de los 33 mineros chilenos, su transmisión ininterrumpida segundo a segundo por televisión e Internet en todo el mundo, y los comentarios de periodistas a nivel global, es un hito en coberturas periodísticas y el tema de los medios noticiosos.
Desde que esto comenzó hace más de 24 horas, lo comparo con otros eventos que han mantenido al mundo en ascuas, que han unido voluntades, trayendo esperanzas y sueños a miles de millones de personas. Creo que no me equivoco si comparo esta noticia con la llegada del hombre a la Luna. ¡Las dos fueron noticias positivas!
Yo no vi en vivo la transmisión televisiva de Neil Armstrong cuando supuestamente dijo “One small step for man, one giant step for mankind en junio del 1969. No lo vi porque nací en noviembre de ese año, pero si he visto muchas veces el vídeo y recuerdo los cuentos de mi madre sobre la emoción que se sintió.
Para la época de ese evento, los medios noticiosos no tenían tanta amplitud ni inmediatez como ahora. Tampoco existía la Internet ni el Facebook o el Twitter, por lo que sin duda, el rescate de los mineros ha tenido mucha más cobertura a nivel global.
Todavía no se sabe a ciencia cierta cuántas personas vieron la noticia del rescate y quizás nunca se sepa. Hoy, el diario The New York Times en su blog “Media Decoder” no pudo precisar. Sin embargo, en Yahoo.com, en la BBC de Londres y en El País de España coincidían en que la cobertura superaría los mil millones por la gesta histórica sin precedentes.
En los Estados Unidos todas las cadenas de noticias interrumpieron sus transmisiones regulares. MsNBC, Fox y CNN transmitieron por horas, aunque en muchas ocasiones parecían restarles méritos a los chilenos, destacando una y otra vez que había estadounidenses de la NASA y en la perforadora que también colaboraron. Los comentarios de personalidades como Larry King de CNN dejaron mucho que desear. En vez de llevar a un experto o entrevistar a algún chileno, King llevó al ex gobernador y luchador Jesse Ventura. ?Qué pito toca ese tipo hablando de los mineros?
La estrella Anderson Cooper se quedó en la sede de CNN en Atlanta en vez de estar en el lugar de la acción, en el desierto de Atacama en Chile. Hasta allá, sin embargo, llegaron y se acreditaron más de 2,000 reporteros, camarógrafos, fotógrafos y técnicos de medios noticiosos de sitios tan distantes como Europa, Rusia, Corea del Norte y varios países del Medio Oriente.
La transmisión de la televisión Chilena estuvo excelente, aunque entiendo que inicialmente el presidente Sebastián Piñera Echenique no quería permitirlo, pero cambió de posición. Qué bueno que lo hizo porque a nivel mundial sólo ha habido elogios para esa cadena televisiva, desde Al Jazeera International hasta en ABC Nightline, en donde el hombre ancla Bill Weir dijo al aire que la cobertura de TV Chile era para recibir premio y que “tienen que haber productores o directores de programas de premios o del Super Bowl mirando con envidia a los chilenos”, según se reportó.
Vale destacar la cobertura de TeleSur. A pesar de que suelen tener un contenido altamente politizado, entiendo que fue de las mejores coberturas a nivel internacional. Fue la más balanceada porque incluyó todos los ángulos, tuvo profundidad, contexto y variedad de fuentes. Me gustó mucho el programa que transmitieron, titulado “Sobreviviendo la minería en Chile” en el que presentaron voces fuera del discurso oficialista del gobierno, entrevistas y videos con el dueño de la mina e inversionistas, las denuncias de familiares ante falta de protección a mineros, y muchos otros.
Contrasté mucho la cobertura de TeleSur con la de CNN en Español que daba pena con tanto relleno. A la mujer ancla de CNN, Patricia Janiot, lo único que le faltó fue tener un pañuelo para secarse las lágrimas. Eso parecía. En un momento hasta puso a un médico a recitar un poema chileno.
Y poco a poco irán saliendo más noticias de este tema. Por ejemplo, el periódico The Toronto Sun informó que los mineros han recibido adiestramientos para manejarse ante la prensa, para evitar contestar preguntas escabrosas. Sin embargo, no hay “media training” que pueda preparar la magnitud de exposición noticiosa a la que estarán expuestos en los próximos días y semanas. Yo suelo ofrecer esos talleres a ejecutivos cuando se enfrentan a la prensa, pero este es un evento sin precedente en términos noticiosos, que podría tener consecuencias emocionales para los mineros no sólo por su agonía de 69 días bajo tierra, sino por convertirlos de un día para otro en celebridades. Ya hasta han recibido invitaciones para Inglaterra y hasta para Graceland, la mansión de Elvis Presley.
¿Y por qué ha sido una noticia tan cautivante? En términos periodísticos puros, entiendo que es porque se trata de algo diferente y positivo.
Es una historia impensable de algo prácticamente imposible de lograr. Tiene todos los elementos de lo que es una buena noticia: tema relevante e innovador, esperanzador, pertinente, además de ser una noticia de suspenso y sensacional.
Tiene además muchos ángulos en una misma noticia, lo que le da extensión y permite continuidad en la cobertura, tales como: los días que estuvieron los 33 bajo tierra; lo difícil del rescate; la innovación tecnológica necesaria para el rescate; la política (la proyección del presiente chileno); la economía y la dependencia en la minería (respuestas que no ha dado el Ministro de Minería); la situación laboral de los mineros; las relaciones y colaboraciones internacionales (ayuda de la NASA, participación del presidente de Bolivia Evo Morales, etc); el costo del proyecto y el proceso de rescate; la participación del sector privado y el gobierno; la proyección internacional de Chile; la secretividad o protección hacia los dueños de la mina que no hablan a pesar de que tienen un historial de accidentes; la presión de los familiares por mejores condiciones; la realidad social de los mineros, y muchos otros.
Pero sin lugar a duda, es el elemento emocional el que más ha calado en esta noticia. El sufrimiento de los mineros y sus familias, el temor a otro accidente y las historias de cada uno de los mineros y rescatistas han dado ese elemento que interesó a todos. El minero que no sabía que su esposa estaba encita. El otro que le ha pedido por 21 años matrimonio a su compañera. El más viejo, que el día antes de quedar atrapado su esposa le pidió que se jubilara. Y claro, el chisme del que fue recibido por su amante y no por su esposa de 28 años.
Tan impactante ha sido esta noticia que leí en el site IBN News, basado en la India, que aún sin salir los 33 mineros, ya se están trabajando en tres libretos para películas y que una podría ser protagonizado por el español ganador del Oscar Javier Bardem.
En otras palabras, es una noticia del momento, de interés humano, de política, de tecnología, de escándalo, de temas sociales y de muchas otras cosas. Es una noticia positiva.
Otras coberturas han tenido gran amplitud. Recuerdo dos en las que me toco cubrir como periodista – los ataques terroristas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001 y la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba. La caída del muro de Berlín; la explosión del transbordador Challenger; la primera guerra en el Golfo Pérsico; las muertes de Lady Diana, de la Madre Teresa de Calcuta o del Papa Juan Pablo II; la invasión a Irak o la guerra en Afganistán; el tsunami de Indonesia; el derrame de petróleo en el golfo de México; el caos por el huracán Katrina en New Orleans; y este año, los terremotos en Haiti y en el mismo Chile también son noticias de amplia cobertura internacional.
Sin embargo, la diferencia entre este tipo de noticias y la del rescate de los 33 mineros, es el elemento de esperanza y de fortaleza del ser humano ante una gran adversidad. Algo parecido a lo que pasó en el 1972 cuando rescataron a los uruguayos que estuvieron semanas pasando frio y sin comida luego de que su avión se estrellara en Los Andes y todo el mundo los había dado por muertos.
Pensando en otras noticias positivas y esperanzadoras, recordé que casi siempre reciben coberturas noticiosas amplias. Haciendo un recuento rápido mental, pensé en la cobertura en el 1987 del rescate de la bebé de 18 meses Jessica McClure, en Texas, que se cayó en un pozo y quedó pillada por casi 60 horas. (Yo todavía recuerdo la película de ese evento). Más recientemente, en el 2009, la toma de posesión del presidente Obama, como el primer negro en la historia de los Estados Unidos en llegar a esa posición también recibió mucha cobertura a nivel mundial por la hazaña de haberlo logrado en un país donde aún hoy persiste el racismo. También recordé que en el 2009 se cubrió ampliamente el “Milagro en el Río Hudson” en Nueva York, cuando el piloto logró acuatizar un avión de US Airways en aguas heladas y nadie sufrió ningún accidente.
Sí ha habido muchas otras noticias “positivas” como las copas de fútbol o la boda de Lady Diana y el Príncipe Carlos de Inglaterra, pero la del rescate de los 33 mineros y las que recordé anteriormente, son ese tipo de historias que nos hacen sentir feliz.
Al mirar a esos 33 humildes mineros - hombres de clases sociales bajas, o de etnias tradicionalmente discriminadas en América Latina, que se arriesgan a trabajar en lo que encuentran, sin protección, por pura necesidad - y que sufren la agonía de estar enterrados vivos pero con aún así dieron ejemplo de dignidad y solidaridad entre ellos, es impresionante. Por otro lado, la labor de los rescatistas, el apoyo de miles de personas que unieron voluntades, también es digno de admirar. Y más aun, el ejemplo de unidad que da Chile como nación que ha sido doblemente golpeada en lo que va de este ano con un terremoto-tsunami y con este evento, uno no puede dejar de pensar en que estas son las noticias que demuestran la esencia del ser humano. Son noticias que nos hacen pensar en lo que de verdad importa en la vida y lo que sobra. Son las noticias que me gustan.
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