Después de influenciar no sólo la televisión, sino la cultura popular, las redes sociales y la Internet, la moda, el arte, los negocios, el modelaje, la belleza, la música, el sistema judicial, y hasta la política con Trump, anoche se anunció que tras 14 años al aire en 20 largas temporadas y varias series “spin off”, se anunció que el programa “Keeping Up with the Kardashians” termina.
“Este show que nos hizo ser quien somos” ('This Show Made Us Who We Are'), dijo la más famosa de la familia, Kim Kardashian-West, al hacer el anuncio en sus redes sociales.
La noticia trascendió ayer mientras el actual marido de Kim, el rapero Kanye West, insiste en que se postulará para presidente de los Estados Unidos.
Modas, risas, llantos, enamoramientos, divorcios, infidelidades, graduaciones de escuela superior, odio y amistades entre examantes, evolución de niñas a mujeres y muchos otros temas se vivieron a todo color ante las cámaras de este programa de televisión que hizo de los espectadores, parte de un melodrama que tenía mucho de verdad, pero también mucho de fantasía.
Mucha gente piensa que las Kardashians se hicieron famosas por ser famosas, o por no hacer nada, ya que no son actrices de Hollywood, sino hijas de ricos. Eso no es correcto. Hay mucho más ahí. Son mogules de la manipulación de masas y de medios. Genios de la creación de marcas.
Años más tarde Kim Kardashian se conocía en las páginas de revistas sociales por ser “stylist” de su amiga Paris Hilton, pero con el tiempo se hizo mucho más famosa que ella. Todo comenzó con el “sex tape” que se filtró de Kim con su novio rapero Ray J. Muchos dicen que el “tape” fue filtrado por el rapero, y que Kim no quería, pero su madre lo usó para generar dinero. Otros alegan que fue la misma Kim quien lo filtró. Lo cierto es que el escándalo se convirtió en la llave para crear un imperio. Se usó para crear el imperio. El imperio de las K, porque casi todas tienen nombre que empieza con esa letra.
Hoy la familia tiene una fortuna de más de $2,000 millones si se une el dinero de los maridos, parejas y nietos. Según la revista “The Richest” las fortunas principales en orden ascendente son las de: Rob $10 millones, Kloe $40 millones, Kendall $40 Millones, Kourtney $45 millones, Kris $90 millones, Caitlyn Jenner (Antes Bruce Jenner) $100 millones, Kanye West $250 millones, Kim $370 millones y Kyle $1,000 millones.
Analizando el fenómeno cultural que esto creó, considero que este programa logró su objetivo...
- Creo legiones de fanáticos y detractores que no se perdían un segundo de la vidas de estas mujeres.
- Promovió la cultura de las cirugías plásticas y las tetas fabricadas por implantes.
- Promovió la noción (real o quizás ficticia) del hombre negro superdotado. Para ellas los hombres de la raza negra son mejores amantes que los blancos.
- Promovió la cultura de la promiscuidad sexual.
- Ayudó a fomentar la conversación sobre los problemas de los transgéneros ante una sociedad que los rechaza.
- Promovió la noción distinta de lo que es una “blended family” con sus traumas, tragedias y exageraciones.
- Todos – incluyendo el hijo Rob que se salió y los exmaridos – demostraron quedar en segundo plano. Los hombres eran los sometidos en esta ecuación familiar.
- Promovieron una noción distinta del matriarcado y una especie de familia de amazonas donde impera la proyección de superficialidad.
- Hicieron creer que no tenían talento, que eran tontas, pero todo estaba fríamente calculado.
- Pero mientras la gente hablaba bien o mal de esas hermanas que no todas eran Kardashians, sino Jenners….
- Todas se hicieron multimillonarias (incluyendo Kylie que salió en la lista de Forbes de la más joven “billonaria” en Estados Unidos, pero se desmintió.
- Todas – especialmente Kim – se convirtieron en íconos culturales y de la moda. Hasta Vogue y los más famosos diseñadores del mundo se rendían ante ellas, sin ser actrices ni salir en películas.
- Todas se hicieron diseñadoras y empresarias en el campo de la moda y la belleza, y modelos.
- They all owned their sexuality. La serie se montó en el “sex tape” de Kim para convertirse todas son mogules financieras. Kim, a pesar de su locura y sus llantos, ahora está por terminar una carrera en derecho y posiblemente en la política.
Este no es el primer reality show ni el primero en la cadena “E!” (Anna Nicole Smith y Paris Hilton/Nicole Richie estuvieron antes allí y hubo otros en otras cadenas antes), pero sí creó una cultura del celebrity y catapultó todo un género en la TV americana.
Más que los chismes de maridos, la bipolaridad de Kanye West o las veces que Kim se somete a cirugías estéticas o a maternidades subrogadas, para mí lo interesante de este programa fueron las mentes maestras. Los dos genios detrás de todo este esquema: Ryan Seacrest que fue el productor y la matriarca, Kris Jenner.
Bye bye Kardashians… Not! Creo
que falta mucho todavía. El futuro dirá qué viene ahora. /
Nunca lo vi! Gracias a Dios pero no se si mis hijos los vieron.
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