Hay una escena famosa de la serie de televisión Scandal en la que Papa Pope le dice a su hija Olivia: “What have I always told you?” (¿Qué es lo que yo siempre te he dicho?). Olivia, quien es la protagonista, le responde: “You have to be twice as good as them to get half of what they have” que en español es algo así como “uno tiene que ser el doble de bueno que los demás para conseguir la mitad de lo que ellos tienen”.
Pensando en el cierre de 2018 y la llegada de 2019 recordé esa frase de mi serie favorita porque resume un poco lo que ha sido mi vida en el último año. Me he jodido un montón este año. Ha sido duro, pero también ha sido bueno. En algunas cosas he obtenido mucho más de lo que otra gente soñaría en la vida, pero también reconozco que muchos me ven con esa admiración con rabia que destilan y piensan que una no se merece las cosas buenas que llegan. Me he tenido que probar y volver a probar en todos los aspectos de mi vida, y aun así, creen que no debo conseguir todo lo que quiero o merezco.
Por eso es que hay que ser realista en la vida y decir la verdad. Decir las cosas como una las ve y como una las siente. No hay de otra. Y en eso, mi amigo y poeta Alejandro Álvarez tiene razón.
Dice Alejandro que cuando se acaba el año uno
tiende a decir que todo fue una mierda, que todo fue malo, que se llevó gente
buena y que no logré lo que quería. Y sí, muchas cosas del 2018 fueron una
soberana mierda para mí.
El 2018 se llevó a mucha gente importante como Carlos
Gallisá, Marta
Font, don Aníbal
González Irizarry, don Baltasar
Corrada del Río, Héctor Ferrer
o mi adorado Manny
Suárez, hijo, entre muchos otros. A nivel íntimo y familiar, me
llevó a Keyla
Hernández, a Norma Tartak, a tío Huer Maldonado y a otros. Hubo también
cosas malas, como los asesinatos y la violencia contra la mujer, o la economía,
el dinero que no da para ir de médico en médico con la nena, o la plétora de corruptos
políticos y sus portavoces en las agencias del gobierno o los ‘haters en
Twitter, que dan ganas de vomitar. Enfocarme
en eso está mal. Sería un grave error porque nubla lo bueno que hubo, que
también fue mucho.
El 2018 para mí ha sido uno de los años más
intensos, complejos, retantes e increíbles en toda mi vida. De eso no me cabe
la menor duda. Ha sido un año excelente a nivel profesional, en el que alcancé
muchas metas y cumplí sueños personales, pero también ha sido duro. He tenido
que probar tres y cuatro veces o que soy, y no he parado. Por eso hago mi
listita de ‘pros y cons’, que de listita no tiene nada. Si la analizo bien,
tengo que concluir que fueron muchas más las cosas buenas y hermosas, que los
retos y lo malo.
1. Mariela: Empezando
por Mariela. A mi hija la operaron y salió bien. Por poco pierde el semestre y
ha estado con demasiados altibajos con su condición. He llorado mucho por esto.
También por su soledad y porque no acaba de mejorar y porque a veces veo que
echa hacia atrás, pero a pesar de los problemas de salud, pudo terminar su
semestre Agosto-diciembre. Los médicos de Mariela siempre han estado ahí,
ayudando. También sus maestros en su escuela Fowler. Quiero que ella logre
amigos, que no esté sola, que logre entrar en Rehabilitación Vocacional y que
pueda ayudarla a que encamine a su vida post-Fowler (si va a universidad o no).
Más que nada, que siempre sea feliz y artista como es. Que me siga enseñando la
magia y la alegría de la vida. Confío en que el 2019 será un buen año para mi
hija.
2. Mami y Papi
han estado con altas y bajas. Tuvieron problemas con la casa de playa, pero ya
se reconstruyó, y en el año no los he soltado. Estoy satisfecha porque he
podido compartir y disfrutármelos. Los he llevado de viaje de su 50
aniversarios, los llevé a hoteles como Copamarina, al teatro y a diferentes
sitios. Sé que el 2019 será un buen año para mis padres.
3. Mis hermanos
Pipo y Tito están bien, al igual que mis cuñadas Carol y Mary Altibajos de
salud ya se superaron, y mis sobrinos están bien. En general toda mi familia
está bien. Algunas tías están enfermas, pero aferradas a ese Dios que las guía,
seguimos en familia. Además, mi prima Karen logró abrir su primera tienda de
ropa y la apoyé. No hay dudas de que el 2019 será un buen año para todos: los
Rodríguez, los Cotto y los Prats-Palerm.
4. Viajes. Este
año di cinco viajes. A Miami invitada por FIU; a Nueva York por Hunter College;
a New Jersey por mi alma mater Rutgers University; a México por la Feria Internacional
del libro de Guadalajara; a Canadá-Boston-Nueva York de regalo de aniversario
de bodas #50 a mis papás. Me lo gocé y ya sé que vienen más para el 2019.
5. Trabajo. He
trabajado como una demente este año, Casi las 24 horas del día. Nunca me faltó
el trabajo y pude ganar dinero para cubrir las necesidades de Mariela y mis
viajes, manejé 4 crisis de varios clientes y por eso estoy agradecida. Aunque
no es suficiente, he tenido una campaña por políticos en el gobierno que
intentaron quitarme oportunidades (llamando a clientes de relaciones públicas
para que me cancelaran cuentas porque yo les tengo el dedo el ojo), y siempre
hace falta dinero para cubrir gastos, he sobrevivido. He desarrollado grandes
amigos entre algunos clientes nuevos y este el 2019 será mi año.
6. Cultura. Lloré
como una boba aquél día que Roberto Ramos Perea me llamó para decirme que me
gané el Premio
Nacional que otorga el Instituto de Literatura Puertorriqueña, el
Ateneo Puertorriqueño y el Instituto de Cultura. Fue una sorpresa que me dejó
llorando de la emoción por horas. También este año participé en el documental “¡Ojalá!: Puerto Rico
Rebuilds” del amigo John Pritchard, gracias al amado Doel Vázquez.
El apreciado Adal
Maldonado me incluyó en su serie de fotografías “Los dormidos”. Y
más que nada, participar en el podcast sabroso y rabioso Plan de
Contingencia con Esteban, Guarionex y Héctor, ha sido uno de los mejores
momentos de mi 2018. Declaro que en el 2019 vienen más de estos embelecos
7. Escribí y escribí mucho. Un total de 89 columnas y ensayos en un solo año. La mayoría fueron
publicadas en NotiCel, otras en mi blog y en diversos medios, sobre
comunicación, medios, propaganda, gobierno y política. Yo respiro y escribo,
así que sé que voy a continuar en el 2019.
8. Las Ancestras:
Fui invitada por mi querida amiga Mayra Santos Febres a un taller de poesía y
encontré un grupo de mujeres maravillosas que ahora son mis amigas, y logré
entrar a la segunda camada del grupo de poetas “Las Ancestras”. Perdí el miedo
y declamé públicamente en tres ocasiones algunos de mis poemas, y quizás pueda
sacar un libro de eso. El 2018 me regaló a esas hermanas-amigas y para el 2019
trabajaremos juntas por promover la poesía y resaltar a tantas mujeres
puertorriqueñas que la historia quiere borrar.
9. Libros: ¡Seis
proyectos! Sí, 6. Terminé y publiqué la Bitácora bajo Trabalis Editores. Ensayos
míos fueron publicados en la antología “Crónicas de María” de la amiga María
Zamparelli. Terminé mi parte del libro que llevamos dos años trabajando en
inglés sobre periodismo con Federico Suberví. Terminé ensayo en inglés para
Rutgers. Terminé un libro de cuentos. Casi tengo un poemario terminado. Empecé
una crónica que debo entregar la primera parte en enero. El 2019 será mi año en
esta faceta.
10. Bitácora:
Fue reseñada 2 veces en El Nuevo Día que la catalogó entre lo mejor de 2018.
Tuve presentaciones en el Festival de la Palabra, Casa Norberto, El Candil y
Librería Mágica. Trabalis Editores creyó en mí y me apoyó en este libro. Sé que
el 2019 tendremos varios proyectos en conjunto.
11. FIL: Fui invitada
a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara junto a Mayra Santos Febres,
Alexandra Pagán y Cezanne Cardona, y participé allí en foro. Esto no fue
respaldado a nivel de cobertura mediática local, pero representamos dignamente
a Puerto Rico ante el resto del hemisferio. Enel 2019 volveré.
12. Radio: Volví
al medio con un programa propio “En Blanco y Negro con Sandra” por la Red
Informativa, de lunes a viernes a las 12 en las emisoras regionales. En el 2019
estaré en FM y continué mis análisis en WPAB Hoy Mismo con José Elías Torres.
13. Estudios: Comencé otra maestría con una universidad de
fuera de Puerto Rico que me lleva por el camino de la locura con tanto trabajo,
pero me lo estoy gozando.
14. Sordos:
Tuvimos un año impresionante con el Movimiento Autónomo de Sordos. Fue tan bueno que presentamos un Informe
de Logros. Logramos 4 leyes
a favor de los sordos. Mucho “awareness” logrado que incluye la primera campaña
de publicidad (AS), varios vídeos musicales, web y otros. El 2019 seguiré
siempre apoyando a los sordos para lograr el respeto a la dignidad de estos
seres humanos.
15. Wakanda Forever y las comunidades: Estuve activa en el grupo pro-Loíza que
denominamos “Wakanda Forever” junto a Mayra, Modesto Lacén, Gloriann Antonetty,
Luis Otero, Kike Rentas, Alonso Sambolín, Israel Morales y otros. También he podido
apoyar amigos profesores en la UPR, UPR-COPU, SUAGM, USC, sindicatos e
iglesias, y en gestiones comunitarias con grupos de mujeres, niños, autores y
personas con impedimentos en sus distintas causas. El 2019 seguiré siendo
solidaria.
16. Amigos: Sería
injusta si pretendo mencionar a los buenos amigos que el 2018 me ha dado o me
ha reafirmado porque sé que olvidaré a algunos. Pero menciono especialmente a Doctor
Shopper que siempre me ha ayudado a lo largo del año, junto a José Raúl Arriaga
y al combo de la Red Informativa. En los
momentos más difíciles Eric Villalba, María Eugenia Madrid, Sor Purificación, José
Nogueras, Ángel Vázquez y José Fidalgo siempre estuvieron ahí. Mario Ramos, Guarionex
Padilla, Edwin Pagán, Charlie Iglesias, Mara, y otros. Hice muchas amistades en
el mundo de la literatura. Conocí a Cezanne Cardona, a Alexandra Pagán, a
Mónica Lladó, Lilliana Ramos, Mercedes Roffé, Andrea Zurlo, Mónica Lladó,
Sandra Santana y muchos otros. He desarrollado amistad con Ángel Lozada, a
quien tanto admiro. Logré conocer y ser amiga de Zayra Taranto y Mayda Colón, y
ambas son bendiciones en mi vida. Mis amigos-hermanos de Rutgers siempre
estuvieron presentes a lo largo del año. En el 2019 sacaré más tiempo para
estar con ellos.
En el 2018 quizás no dormí lo suficiente,
aunque nunca he sido de mucho dormir. Intenté hacer ejercicios, pero varias
ocasiones cambié el aguaje de la dieta por el Black Label, algo que era justo y
necesario. Admito, sin embargo, que en el 2019 me tengo que encaminar y portarme
bien. Tengo que cuidarme. Hay muchas otras cosas que sé que vienen para el 2019
y cosas que quiero y sé que lograré.
Sé que he tenido que trabajar a veces el doble para probarle a los incrédulos lo que sé que soy, pero realmente eso no importa. Lo importante es que vivo agradecida, que me concentro en lo bueno y veo el vaso medio lleno, no medio vacío. Miro al 2019 con optimismo, con gratitud y con amor. Y me digo a mi misma: “What have I always told you?”. Pero no respondo como Oliva Pope. Respondo así: “2019 will be twice as good for me and I will get what I deserve”.
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