Periodista independiente en Puerto Rico

Saturday, March 3, 2018

Cuaresma en Borinquen 2018


(NOTA: Esta fue mi columna semanal en NotiCel del domingo, 25 de febrero de 2018 - http://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/cuaresma-en-borinquen-2018/706906822 )


Para los católicos en todo el mundo, hoy es el segundo domingo de la Cuaresma, un período en el que los creyentes debemos hacer penitencia, tener templanza, y prepararnos para el simbolismo que representa la Pascua al final de la Semana Santa, que será en marzo. Y yo me pregunto, ¿cómo es nuestra Cuaresma en Borinquen en el 2018? ¿Qué podemos hacer en estos 40 días cuando tanta gente en este país vive un calvario desde el huracán María o desde antes?

Este es un tiempo de combate espiritual, de reflexión. Y esto lo expreso con el mayor de los respetos a las personas que no profesan la fe católica, como los evangélicos, los pentecostales, adventistas, discípulos de Cristo, mormones o testigos de Jehová y otros, así como a aquellos que profesan otras creencias como los musulmanes, los judíos, e incluso, a los que no creen en la existencia de un Dios. Aunque no tienen Cuaresma, todos en algún momento se detienen a pensar cómo deben vivir como seres humanos.

Por eso entiendo que todos estamos en un momento de pensar qué hacemos como individuos para mejorar a este país. Pensar en cómo debemos responder, para no sentirnos que nos crucifican como pueblo, aunque como Judas, el gobierno nos vende por monedas y seguimos sufriendo por los embates de un devastador huracán con el nombre de María.

Tenemos que meditar sobre qué es lo que permitimos que sigan haciendo nuestros líderes, que nos destruye como pueblo, y cómo tenemos que actuar. No es que tomemos las armas o respondamos con violencia a la violencia, porque ese no es el ejemplo ni la filosofía de Jesús, sino que actuemos con sagacidad e inteligencia, para combatir la destrucción que nos tratan de imponer con los dobles discursos.

Este año la Cuaresma parecía que venía bonita, llena de esperanza porque el Miércoles de Ceniza  coincidió con el día de San Valentín. La gente estaba sin luz, pero por lo menos esperaba comerse un chocolatito ese día, más la alegría fue efímera. Todo cambió tan pronto empezaron a transmitirse en tiempo real los aterradores vídeos de adolescentes en la escuela Parkland, en el estado de la Florida, en donde un adolescente con múltiples problemas, mató a 17 personas con un AR-15. No fue directamente en Puerto Rico esa barbarie, pero sí nos tocó de cerca. 

Es en la Florida a donde tantos puertorriqueños se van como refugiados. Los llamo así porque es a donde van a escapar del caos económico, político y el que dejó el huracán. Pero ya la Florida no es un reino mágico, ni los boricuas somos emigrantes, sino deportados, expatriados y hasta perseguidos por la sinrazón que opera nuestro sistema aquí. Se van huyendo, pensando que será como Disney, y se dan cuenta de que no era tan fácil. Ahí hay otro simbolismo más de ese miércoles de ceniza, que recuerda que, como las cenizas, la vida es pasajera, al igual que las realidades del momento.

En ese sentido vuelvo a los 40 días que tenemos de frente.  Nosotros como pueblo tenemos una Cuaresma fuerte. En estos 40 días ya vemos como empiezan a acelerar el colapso de Puerto Rico, en todos los niveles. En este último año parece que vamos en “free fall”, a las millas, por culpa de la incompetencia del Gobernador, de sus ayudantes, y de la oposición que no existe. La que se calla porque sabe que es cómplice del caos. Los que no actúan para que mejore la economía y la calidad de vida aquí.

Y vemos esos dobles discursos y esos chantajes que nos hacen daño, en todo.  En el sector privado, se anunció el cierre de la Pepsi en Cidra, dejando a 200 sin empleo. Fue la economía, pero también el querer pasarse de listo. ¿O no fue Pepsi la que se opuso hace dos años a un impuesto a los refrescos, amenazando que se iba?  Mientras que, en el gobierno, tratan de revivir las propuestas de cierres de alcaldías y la creación de “condados”, pero hay oposición de legisladores y alcaldes que quieren seguir en la jauja.

Otro ejemplo. La población baja y no dicen cómo eso afecta en la obtención de ciertos fondos federales que usan los municipios. Entonces, Rosselló quiere la privatización de Energía Eléctrica, pero es a la misma Autoridad a la que el gobierno le debe $300 millones. ¿Si se la venden a una empresa como, por ejemplo, Florida Power, esa empresa aceptará las deudas o le cortarán la luz al gobierno moroso?

Mientras, miles siguen sin electricidad, enfermándose o muriendo, pero anuncian que el 85% tiene luz. Entonces Rosselló y Pesquera siguen tratando de amapuchar los muertos que dejó María, y de paso, les dan una bofetada a los profesores de la Universidad de Puerto Rico, de Ana G. Méndez, de la Interamericana y de todas las demás. Asignaron miles a la universidad GW para que cuenten los muertos, como si en Puerto Rico no hubiera personas capacitadas para hacer el trabajo.

¿Y quién habla por el pueblo en esta Cuaresma?  ¿Son los líderes religiosos?  ¿Los mismos que predican el odio y la intolerancia contra los gays, pero que sus feligreses no dejen de darles el diezmo y las ofrendas? Es esa hipocresía y doble discurso el que tiene que combatirse. No podemos permitir que la religión caiga en lo mismo que los políticos.

¿Por qué una persona como la autoproclamada apóstol Wanda Rolón no se enfoca en la necesidad de desarrollar empleos aquí en vez de seguir en el tema de las parejas del mismo sexo? ¿Por qué el arzobispado de San Juan sigue en asuntos políticos en vez de pagarle el retiro a los maestros de los colegios católicos y otros empleados? La Cuaresma también tiene que hacer reflexionar a las iglesias sobre su estatus actual y cuál es su verdadera misión.  O no será que, porque tantos se escudan en la iglesia, Dios nos está pasando factura al pueblo.

Yo, como creyente y ser humano que se equivoca, me propongo seguir reflexionando a ver cómo puedo ayudar a que este país mejore. Lo trato de hacer a nivel comunitario, como madre y trabajadora.

El otro día leí que el Papa Francisco dijo en Roma que la Cuaresma es el momento de rechazar el egoísmo, los falsos valores y de renovar la fe. Creo que esta Cuaresma nos debe invitar a cambiar, a mejorar este país. No importa la creencia religiosa, el llamado es a buscar la sabiduría para tomar las decisiones acertadas. Este pueblo necesita tener claridad, honestidad y sabiduría, y eso no se logra con mentiras o medias verdades. Como dice la Biblia en Juan 8:32 “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.




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