Periodista independiente en Puerto Rico

Friday, February 7, 2025

Caso Mayra Nevárez: “Bendito, la vida es comunitaria”

La responsable de que una asesina despiadada no cumpla un día de cárcel es una jueza cuyo historial evidencia que prefiere dejar libres a los acusados que van a su sala

Mayra nevárez y Justin Santos


(NOTA: Esta columna fue publicada originalmente en el medio alternativo !Ey! Boricua )

San Juan, Puerto Rico – Por tres largos años, el pueblo de Puerto Rico vio a Mayra Nevárez, caminar por los pasillos del Tribunal, jaquetona, sonriendo burlona ante las cámaras, mientras agarraba de mano a su pareja. Cuando no sonreía arrogante, se tapaba la cara, escondiéndose detrás de una mascarilla. Como quien no quiere que se sepa la verdad.

Y su caso fue noticia porque ella, borracha como tuerca, el 21 de noviembre del 2021, iba guiando en dirección contraria por el puente Teodoro Moscoso, chocó de frente y mató a sangre fría al joven Justin Santos y dejó herido con graves daños corporales a Keven Monserrate Gandía. El caso fue notorio porque Justin Santos es hermano del famoso reguetonero Arcángel.

O sea, iba borracha, en dirección contraria y mató a un ser humano, pero Mayra Nevárez no cumplirá ni un día de cárcel. Pasará 15 años en arresto domiciliario bajo supervisión electrónica. Como parte de la condena pagará una indemnización de $10,000 a Monserrate Gandía, una multa de $1,000, debe cumplir con 200 horas de servicio comunitario, que será regulado por el Departamento de Corrección y Rehabilitación y le suspendieron la licencia de conducir por cinco años. Es decir, en el 2030 ya Mayra Nevárez podría estar otra vez en la calle guiando.

Aquí la culpable de esa injusticia tiene nombre y apellido. Se llama la jueza Wanda Cruz Ayala.

Algunos pensaban que eran las conexiones familiares de la hoy convicta con la familia Nevárez, pero el asunto aquí es la jueza. Esa es la verdadera responsable. Cruz Ayala es una jueza mediocre, que dice ser abolicionista porque jamás manda a nadie a prisión.

“Bendito, si la vida es comunitaria”, se la pasa diciendo una y otra vez la jueza en sala.

Con ese mantra ha expuesto la seguridad de varios policías en distintos casos que piden que metan preso a criminales, pero ella los deja en la calle. “Bendito, si la vida es comunitaria y la rehabilitación del delincuente no es en la cárcel”, suele decir.

Conversé con nueve policías y fiscales que han estado ante Cruz Ayala y todos dicen lo mismo. No quieren saber de esa jueza. No la soportan porque siempre olvida a las víctimas y protege a los victimarios. Hay fiscales que detestan postular en su sala en el Drug Courts ante su abierto prejuicio a favor de los criminales. Policías no quieren saber de ella porque expone su seguridad en la calle dejando a criminales por la libre.

¿Y por qué no se habla de eso? ¿Será acaso que esta jueza ha sido amedrentada por narcos y por temor a su seguridad, no los ingresa en prisión o es que de verdad ella cree que la cárcel no es la solución?

Los fiscales que vieron este caso son Emmanuel Santiago Quiles, Luis Valentín Córdova y Jesús Torres González. Ellos hicieron bien su trabajo. Ya anunciaron que discutirán el caso con la Oficina del Procurador General para apelar esa sentencia. La pregunta es, ¿y quién hace que esa jueza rinda cuentas? ¿Cuántos otros jueces andan en las mismas?

“Yo sabía que nada iba a pasar. Siempre he dicho que la justicia en Puerto Rico no vale nada. Nunca he esperado nada de ningún juez de mierda ni de su basura de sistema, Mi hermano descansa en paz. Me da tristeza por mi madre que creyó en el sistema. Yo no fallé nunca. Contra, mano, debía apostar”, dijo el reguetonero Arcángel.

Sus expresiones resumen el sentir del pueblo que no le cree al sistema y que está harto de ver tantas injusticias. Este caso tomó notoriedad porque se trata del hermano de un artista conocido en el género del reguetón, pero no podemos quedarnos ahí. Como Justin, hay demasiadas víctimas a las que el sistema les sigue fallando.

Que este caso traiga a la luz pública el derecho de las víctimas y sus familiares por encima de los criminales. Sí, el sistema está mal. Sí, hay muchas injusticias y sí, casi siempre las cárceles siempre son para los pobres. Pero en algún momento se tiene que hacer justicia. Los que son como esta jueza se olvidan que con ese asesinato ella marcó a dos familias enteras, la de Justin y la de Keven.

Es hora de que no se premie al que se ríe jaquetón ante las cámaras cuando se trata de vidas humanas. Esa risa de Mayra Nevárez no puede quedar impune ni siquiera porque “bendito, la vida es comunitaria”. La vida va por encima de la injusticia.

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