La representante Nelie Lebrón Robles y la senadora María de Lourdes Santiago califican de afrenta las nuevas normativas que eliminan programas académicos en la Universidad de Puerto Rico
La nueva orden que dio el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Luis Ferrao, que detiene la admisión a más de 60 programas de bachillerato que tengan pocos estudiantes matriculados es parte de una agenda para ir creando un Puerto Rico inhabitable, a juicio de dos legisladoras del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).
“Es una afrenta más al estudiantado puertorriqueño. Una vez más, vemos como se ataca a nuestra universidad para que parezca no ser pertinente a las necesidades del Puerto Rico del siglo XXI”, dijo la representante Nelie Lebrón Robles.
Agregó que el limitar el acceso a 64 programas educativos de la universidad con la excusa de que no son costo-efectivos reduce el propósito mismo de lo que es una universidad, que existe para ofrecer oportunidades educativas, de colaboración humana en un mundo globalizado y fomentar el pensamiento crítico. “La universidad no es solo el lugar donde vamos a aprender un oficio”, dijo la nueva representante.
Por su parte, la senadora Santiago vaticinó que darán la batalla. “Que esté claro: este no es de esos problemas que se arreglan con una enmienda aquí y una ley allá. Para salir de todo eso que vemos y sufrimos, lo que nos lastima como nación, se requiere una voluntad de país con poder político para la confrontación y la transformación. Menos que eso, lo seguimos perdiendo todo”.
La representante del PIP Nelie Lebrón Robles |
La presidenta de la delegación senatorial del PIP sostuvo que con la nueva orden de Ferrao “se debilita la Universidad pública” y que es “un proyecto para cancelar el futuro”.
Explicó que se sentencian a por lo menos 10 programas de preparación de maestras, entre ellos varios en áreas ya calificadas de difícil reclutamiento, como educación especial e inglés como segundo idioma, y programas emblemáticos de ciertos recintos, como Cultura Turística en Carolina y dos de Ciencias Agrícolas en Mayagüez.
“Pongo estos ejemplos porque sabemos que hacen falta maestras, que el turismo es área de crecimiento económico y que en un país que cosecha una ínfima parte de lo que consume, necesitamos profesionales de la agricultura. ¿Entonces? No es sólo, como empieza la carta de Ferrao, un asunto de “interés” de los estudiantes; es el resultado inevitable del proyecto anti universitario que sembraron los elementos que conocemos en distintas administraciones”, dijo Santiago.
LA ORDEN DE FERRAO
Ferrao ordenó paralizar inmediatamente las admisiones a más de 60 programas de bachillerato, que por tres años consecutivos hayan matriculado 10 o menos estudiantes de nuevo ingreso. Esto tendrá un impacto en la matrícula ya que el proceso de solicitud, de cara al siguiente año académico, está presto a concluir el 22 de enero, con las notificaciones de admisión previstas para comenzar en febrero.
El país supo de la orden cuando trascendió una carta que Ferrao envió a los rectores el lunes, 13 de enero, ordenando parar la entrada de estudiantes a 64 programas de 10 unidades académicas excepto en el Recinto de Ciencias Médicas.
Luis Ferrao, presidente de la Universidad de Puerto Rico |
Esta determinación afecta principalmente al Recinto de Mayagüez que tiene 22 programas académicos en riesgo de desaparecer ya que sólo han admitido de tres o menos estudiantes en los últimos tres años. El segundo recinto más afectado es el de Río Piedras con 15 programas en riesgo de ser eliminados. El recinto de Utuado se arriesga a perder 5 programas; Aguadilla, Carolina y Cayey 4 cada uno; Humacao y Ponce tres programas cada uno y Bayamón perdería dos programas.
El liderato de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) catalogó la decisión de Ferrao de “problemática”. Mientras, los representantes estudiantiles ante la unta de Gobierno de la Universidad emitieron un comunicado exigiendo una reunión con el presidente Ferrao.
“Mientras hay dinero para gastar en delegaciones a Washington que no resultan en otra cosa que gastos inconsecuentes, plebiscitos y consultas que no conducen a nada, la Junta de Supervisión Fiscal continúa estrangulado a la UPR y quien paga es la juventud que desea estudiar en la mejor universidad del país y una de las mejores de nuestro hemisferio. Aún peor es que sea el propio presidente de la Universidad quien se preste para adelantar lo que a todas luces es un plan para viabilizar la privatización de la Universidad de Puerto Rico. Esto es inaceptable. Nos toca a todos y todas defender nuestra universidad", dijo representante Lebrón Robles.
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