Varios pensamientos serios sobre lo que pasa en Puerto Rico (y el Caribe) en torno a la violencia y la inacción de las autoridades para detener la violencia
La criminalidad al 22 de enero
Ayer, el medio británico The Telegraph, publicó un revelador artículo titulado “ What the Caribbean’s spiralling crime rates mean for your holiday” . Va dirigido a los turistas europeos que vienen a esta zona del Caribe a vacacionar en esta época, y hace una lista de cómo es la violencia en nuestro entorno. Al ver la lista me pregunto, ¿Cómo el nivel de inseguridad en Puerto Rico puede estar por debajo del de Haití, un país que está en descontrol absoluto?
En un listado de Travelsave Abroad que se incluye en ese artículo de The Telegraph, Puerto Rico parece en la posición número 21. Haití en la 20. Una se puede sorprender al ver esas cifras, conociendo que en Haití han tenido que llevar fuerzas militares y policiacas de distintos países. De hecho, hoy mismo el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anda por Puerto Príncipe junto a gente de la ONU. Pero de esas cosas, aquí no se habla. Es como si viviéramos en otro planeta, sin embargo, tenemos problemas similares.
Ayer el gobierno de Jamaica impuso un toque de queda para tratar de detener la criminalidad en la zona oeste de Kingston. En Las Bahamas y en Trinidad & Tobago, también reportan alzas en la criminalidad. Claro, de eso tampoco se habla en la prensa puertorriqueña, (con contadas excepciones, porque si lo hablo EN BLANCO Y NEGRO y en todas mis plataformas).
Entonces, anoche publiqué en mis redes sociales el comunicado oficial de que la Guardia Costanera de los Estados Unidos anunció que va a patrullar con más intensidad en las áreas de ultramar para detener inmigrantes ilegales, como parte de la política de Donald Trump. Puerto Rico es parte de todo eso y aquí no vemos a nadie en el gobierno mencionándolo. Tampoco a ningún político.
Y viendo todo esto, también tengo que concluir que no quieren hablar de como la criminalidad y la violencia se están quedando con Puerto Rico. O no quieren hablarlo, o simplemente, lo quieren esconder. Hoy es miércoles, 22 de enero de 2025 y hasta el domingo se registraron 30 asesinatos en lo que va del año. Seis de éstos ocurrieron el fin de semana, mientras miles de personas bailaban en las fiestas de la SanSe.
Leía un comentario de un líder comunitario de San Juan, que el más reciente de esos asesinatos fue el de un joven de 19 años en una gasolinera junto a Walmart en Santurce. Eso fue anoche. Estamos promediando casi dos asesinatos por día con un aumento los fines de semana. Nadie habla de eso.
Si el ritmo actual continúa, 2025 será otro año récord en la criminalidad.
A los asesinatos se añaden otros incidentes de violaciones, agresiones agravadas, robos, robos de automóviles y delitos contra mujeres, que todo el mundo sabe que batieron récords en 2024. La violencia de género esta sin precedentes en nuestra zona. San Juan lidera la mayoría de las áreas en robo de autos, violaciones y más.
A esto hay que añadir las denuncias que hacen lideres de comunidades en la zona metropolitana, especialmente en áreas turísticas como El Viejo San Juan, Condado, Miramar hasta Isla Verde. Es un hecho indiscutible que mucha de la incidencia criminal se enfoca en los turistas, pero como hablan inglés, parece que la Policia no los reporta. Esto también es un hecho real. Muchos oficiales de la Policía no pueden hablar inglés, así que los delitos, que están en aumento, quedan impunes. Los turistas no radican querellas o no se las toman. Lo cierto es cuando se van, hablan mal de nuestro destino. De esa publicidad negativa hacia este destino turístico, tampoco se habla.
Como si todo eso fuera poco, tenemos que concluir que la inmensa mayoría de los casos no se procesan. Según comentan expertos, Puerto Rico tiene una de las tasas más bajas del mundo con condenas contra el crimen. Es decir, la mayoría de los crímenes quedan impunes.
Estamos experimentando los mismos resultados en lo que va de año.
El crimen está fuera de control. No tenemos un jefe de la Policía nombrado, y eso es algo básico, por lo menos para dar la impresión de que se trabaja contra el crimen. Pero nada.
Ninguna consecuencia conduce a más incidentes.
La pregunta que me hago es... ¿Por qué el silencio?
¿No creen que ya es hora de que hablemos de estas realidades antes de que esto se torne en algo insostenible? O lo que es peor, me pregunto si el silencio y la inacción es a propósito… No sé nada. No tengo respuestas.
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