A pocos meses de las elecciones generales, la
publicidad política en Puerto Rico está más aburrida que nunca. La falta de
propuestas, escasez de mensajes que peguen y nada extraordinario de los
estrategas de la propaganda en los partidos políticos demuestran que está
difícil recaudar dinero para anuncios, y que los millones en fondos públicos
que recibirán las colectividades, los están guardando para el final.
Pero aún en el vacío de mensajes, llama la
atención la campaña que lanzó recientemente el gubernamental Partido Nuevo
Progresista y que enmarcó como una de valores con el título de “ser
puertorriqueño”. Llama la atención para muchos por lo irónico del mensaje, para
algunos por lo real de la propuesta, y para muchos otros, por lo insultante que
resulta la misma ya que nos dice y nos ordena cómo es que tenemos que ser. La
campaña define quién es y quién no es puertorriqueño, según el PNP.
“Ser puertorriqueño es… no criticar”, lee uno
de los anuncios que han puesto en avenidas principales. Otro dice: “Ser
puertorriqueño es respetar a tu familia”. “Ser puertorriqueño es ser
responsable y decidido”. “Ser puertorriqueño
es hacer, no criticar”. Son cinco ejecuciones en total y todas se presentan en
afiches o en billboards en carreteras
bien transitadas.
En fin, el PNP regresa a la estrategia que
delineó el publicista Ramón Flores junto a su grupo encabezado por Alberto
Goachet en los años 90, de apropiarse de los símbolos y mensajes que solían
dominar los partidos como el Independentista y el Popular Democrático. En
aquella época el PNP lanzó la campaña del entonces aspirante a la gobernación,
Pedro Rosselló, con la bandera de Puerto Rico, símbolo que con su vida y su
seguridad personal defendieron los independentistas durante décadas de
prohibición pública por el Estado.
Ya en la segunda década del siglo 21, el PNP
vuelve ahora a tomar mensajes sobre la puertorriqueñidad y a nos los presenta
como valores y como parte de la responsabilidad ciudadana. (http://www.pnppr.com/)
¿Ser puertorriqueño… es quedarse callado?
Ante estas órdenes que hace el PNP con una
campaña que, como aplanadora pretender obligarnos a ser y a dejar de ser lo que
somos, lo más irónico y triste es el silencio de la oposición. Ninguno de los
otros partidos ha respondido explicando para ellos qué es o no es ser
puertorriqueño, y si ese mensaje es relevante para el país dada la realidad
económica y social en la que estamos viviendo.
El Partido Popular Democrático pisa y no arranca. Silencio total de la oposición. Entre los cambios de candidatos – primero con el issue Héctor Ferrer, luego entró Rafael Cox Alomar. Luego el issue Carmen Yulín Cruz en San Juan y ahora el tema racial de nuevo con Cox – no se percibe una respuesta concreta del PPD porque no la hay.
Si bien es cierto que el candidato Alejandro
García Padilla ha presentado varias propuestas en temas como crimen o
agricultura, la campaña no tiene un lema memorable aún. Una mirada en la página
de Internet del PPD (http://www.ppdpr.net/) da pena. La imagen que aparece es
Muñoz junto a Kennedy y no se ve una respuesta contundente. La campaña, hasta
el momento, no existe.
Mientras, en el PIP ni tan si quiera se
inmutan. La página oficial en Internet (http://independencia.net/pip/) en vez de destacar el lema o la campaña de su
candidato Juan Dalmau, la noticia principal es que el presidente vitalicio Rubén
Berríos lamenta muerte del comandante sandinista Tomás Borge.
Y en el Partido del Pueblo Trabajador, tampoco
se ve una contestación. En la presencia cibernética (http://www.rescatapuertorico.com/) el PPT sólo mantiene un comunicado exigiendo
que los certifiquen como partido político.
Ser puertorriqueño como lema de campaña
En “El libro rojo de la publicidad:
ideas que mueven montañas”, Luis Bassat dice que el eslogan es a la
publicidad como el aria a la ópera: "Corto y memorable; profundo y
brillante; simple y único; impactante, perdurable, creíble y relevante".
Para que un lema o “eslogan” de campaña pegue, tiene que seguir cinco
características principales: que sea fácil de entender, que sea breve y conciso, que sea original, que atraiga al que lo escucha o lee, y
que sea fácil de recordar y de repetir.
En ese sentido, los lemas no pueden ser demasiado largos ni cortos. Se
recomienda de cinco a ocho palabras como máximo, y que use palabras sencillas o
comunes con las que se identifique claramente la marca o producto. Son
efectivos los que crean sorpresa, los que señalan una ventaja competitiva o te
diferencian la marca, y los que resalta lo que ofreces. Si el eslogan motiva
una sonrisa o nos choca o nos da coraje al escucharlo, su efectividad se
multiplica.
Es por eso que el lema de “ser puertorriqueño”
impacta, porque llega a las emociones más profundas. Entonces, ¿qué es ser
puertorriqueño?
El ser puertorriqueño…
¿es ser eñangotao’?
Más allá del cliché xenofóbico que dice que se
debe haber nacido en Puerto Rico o venir de familia de Puerto Rico o de ser un
boricua en la Luna, como dice el poema y la canción, el ser puertorriqueño va
mucho más allá de la sangre, la cultura y la tradición. Es ser lo que se
siente. Es, en esencia, serlo. Pero esto también depende de la interpretación y
de quién lo diga.
Para la bloguera Marilou Rivera del blog
estadista Estrella 51(http://estrella51.blogspot.com/2010/01/ser-puertorriqueno.html), ser puertorriqueño “es pensar en lo
que es bueno para la patria y para nosotros”, más allá del Comité Olímpico, de
los concursos de belleza y del español.
Mientras que muchos otros, como el psicoanalista
Alfredo Carrasquillo, sostienen que vivimos en una era de culturas e
identidades híbridas difíciles de definirse. “Habla mucho más de lo que somos hoy Calle 13
que los espectáculos de bomba y plena”, expresó en una entrevista con la
periodista Ana Teresa Toro en El Nuevo Día a finales del año pasado. (http://www.elnuevodia.com/serpuertorriquenohoy-1123375.html)
La realidad es que todo se ve desde el prisma
político-partidista o ideológico de cada sector. Pero de acuerdo a la
propaganda del PNP, el verdadero puertorriqueño es el que tiene sus “valores”.
“A través de esta campaña queremos destacar
nuestros valores como partido, nuestras prioridades y qué nos define como
institución. Nosotros los puertorriqueños siempre nos hemos caracterizado por
ser personas de valores. Con esos principios como norte, esta primera campaña
del PNP resalta aquellos valores que compartimos como puertorriqueños y que nos
define a todos como Pueblo. Es nuestra responsabilidad individual, ciudadana y
patriótica, reforzar y abrazar los valores que nos definen y nos unen a todos”,
dijo el Secretario General del PNP, Ángel Cintrón, cuando presentó la campaña.
¿Cuáles son esos valores?, pregunto yo. ¿Es
quedarse callado? ¿Es aceptar todo lo que venga sin cuestionar? ¿Es claudicar
en el derecho a preguntar, a protestar, a hablar? ¿Es no dar opiniones y
expresarse por temor a represalias? ¿Es aceptar callados el pillaje y lo que
nos hacen como pueblo?
No. El ser puertorriqueño no se trata de
aceptar las burkas que nos amordazan. Tampoco se trata de ser hipócritas viendo
de frente una sociedad que se derrumba sin hacer nada. No se trata de poner
parchos para tapar la falta de empleos y oportunidades que obligan a muchos a
abandonar el país y a otros, a temer ser la próxima estadística en un tiroteo.
Calladitos no nos vemos más bonitos, como se pretende.
Es insultante que se cuestione la
puertorriqueñidad cuando miles se niegan a claudicar y trabajan en sus
comunidades, en sus escuelas o luchan desde sus trincheras por salir hacia
adelante. Trabajan para sacar al país del hoyo, sin el apoyo de políticos ni
gobiernos.
El puertorriqueño no puede ser boquiabajo como
pretenden estos esfuerzos de propaganda. La anestesia es sólo para la sala de
operaciones. Tenemos que despertar.
Vídeos/
Blogs:
(Nota: Esta columna salió publicada en 80 Grados - http://www.80grados.net/2012/05/ser-puertorriqueno-el-lema/)
Ser puertoriqueño es "no criticar". Jeje. Ya se le ve la costura a la campaña y a la intención detrás del eslogan.
ReplyDeleteAdelante y éxito.
Gracias por tu comentario
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