El gobernador electo, Ricardo Rosselló Nevares. |
El gobernador, doctor Ricardo Rosselló. Eso no
es lo mismo ni se escribe igual que Ricky, pero no por eso significa que esté
bien llamarlo por lo que no es.
El recién electo gobernante del Estado Libre
Asociado es eso precisamente: el gobernador electo. Ni siquiera es el gobernador
en propiedad porque no ha juramentado todavía, pero la prensa cae en el error y
la injusticia de llamarlo así. No hay necesidad de poner un título que no es
correcto o no corresponde según el protocolo y el respeto, pero los periodistas
caen en la trampa, y el equipo asesor de Rosselló, gozando. El problema es que
esto afecta al líder, en vez de ayudarlo.
No es el doctor Ricardo Rosselló, sino señor
gobernador electo. En estos cuatro años Rosselló no operará a nadie. No
auscultará a ningún enfermo. Tampoco dará disertaciones o clases a estudiantes
ni supervisará tesis doctorales en una universidad. Será gobernador, no doctor.
Hay que respetar los puestos y los cargos.
La experimentada profesora en la Universidad
del Sagrado Corazón, Marisa Vega, escribió en las redes sociales que se deben
usar correctamente los títulos de las personas cuando se mencionan a nivel público.
Decía: “Aprendamos: no debe usarse el Dr.
o doctor Rosselló. Los títulos se utilizan en función de lo que se hace; así que
ahora no aplica y no aplicará por los próximos cuatro años. Utilicemos bien los
títulos”. Vega es, sin duda, una de
las más importantes voces en el tema del protocolo en la comunicación pública
en Puerto Rico, y su llamado era hacer las cosas bien y a no perpetuar los
errores. Parecía una voz en el desierto, pero es la voz de la razón. Es la voz
de la conciencia.
Yo la respaldo pero veo y más lejos. Les digo a
todos, especialmente a los periodistas, comentaristas, analistas políticos y demás
personas en los medios de comunicación que se eduquen, que hablen con corrección.
Más que nada, que no se presten para hacerle el juego ni caigan en la trampa de
los agentes de la propaganda o los asesores de campaña política. Estos asesores
insistían en llamarle “doctor” a
Rosselló para tratar de fabricar lo que no es.
Pretendían equiparar al gobernador entrante y
convertirlo en un clon de su padre, el exgobernador Pedro Rosselló, pero esto
está mal. De hecho, es un error implícito y es realmente injusto para el joven
Rosselló porque impiden tácitamente que se respete la individualidad y los méritos
que pueda tener el entrante gobernador. A la misma vez fomentan que se le juzgue
por los errores de su padre.
Los asesores insistían e insisten en decirle “doctor”
para darle un abolengo o un poder por encima del resto de nosotros, el pueblo, los mortales. Ese error de los asesores de campaña lo perseguirá por siempre,
y en eso su padre estaba bien claro al señalar que no
los tendría como parte del equipo.
Con eso de llamarlo “doctor” trataron de contrarrestar la imagen del nene, del adolescente
aquel que corría en el four track en la Casa del Gobernador en Fajardo al que
se le imputan muchas otras cosas fuera de ley, pero sin evidencia fáctica. El
insistir llamarlo “doctor” para que
crean que es médico como el padre, es como intentar agarrarse de cualquier cosa
hasta de la licencia de conducir para decir que eres licenciado. Lo que es
peor, el problema con todo eso es que ignoraban y todavía hoy descartan sus
logros individuales.
Ricardo Rosselló creó en varios años un
movimiento que lo llevó a la gobernación, sin tener experiencia laboral ni política
en estos temas. Lo que deben destacar ahora es lo que Rosselló es, no lo que se
intentó fabricar. El puesto va por encima del título, y el hijo, no es el
padre.
Rosselló padre es un médico cirujano y tiene un
doctorado en educación. Rosselló hijo es un neurocientífico e investigador,
graduado de prestigiosas universidades como el Massachusetts Institute of Technology y la Universidad
de Michigan. No son
la misma cosa. Rosselló padre y Rosselló hijo son dos personas distintas, separadas,
que merecen un respeto a su individualidad y a lo que ambos representan.
El padre tuvo su momento, ahora le toca al
hijo. Enfrentaron retos distintos, tiempos diferentes y situaciones fiscales
distintas. De hecho, el Puerto Rico que Rosselló padre encontró en el 1992 es
bien diferente a lo que su hijo encuentra ahora en el 2016. Así que es injusto, y francamente hostil, el
pretender mirar al hijo como si fuera el padre. No hay que prejuzgarlo porque
todavía no ha pisado tan siquiera La Fortaleza.
En ese sentido, es imperativo que los
periodistas, los reporteros, hombres y mujeres anclas en la televisión,
locutores en la radio y demás comunicadores, entiendan que hay que respetar a
cada persona por lo que es. Ya tiempo habrá para ir sobre los aciertos y
desaciertos del entrante gobernador y en un futuro, evaluar en qué emuló y en
qué se distanció de su padre. Pero ahora es otra cosa. Acaba de ser electo hace
dos días y se debe comenzar a tratar con el respeto que merece el puesto que
ocupa.
El decirle “gobernador
electo” o “señor gobernador” en
vez de “doctor” es una muestra de
respeto y ética periodística, cosas, que en honor a la verdad, se están
perdiendo en los medios ahora mismo. No es cuestión de rebajarlo, sino de tratarlo
con respeto por lo que representa. Humildad no es sinónimo de sumisión. El
asunto es que en Puerto Rico hay un problema de reciente adquisición en la política.
El aún gobernador Alejandro García Padilla fue
amigo personal de muchos reporteros y comentaristas radiales, y tanto él como
sus asesores, usaron esa cercanía en el trato, ese amiguismo, para
supuestamente acercarlos y lograr un mejor trato a nivel público. Era
el “Gobe”, el amigo, olvidando las distancias que el cargo amerita como si
el protocolo no existiera.
El gobernador Alejandro García Padilla conversa con el gobernador electo, Ricardo Rosselló (Foto: El Pique de Falú) |
El resultado de eso fue pésimo. García Padilla
y sus asesores preferían la cercanía y el tuteo entre “panas” y él usó ese
estilo para dormir a la prensa. Usó eso para desviar la atención de temas
medulares, para ocultar noticias y fomentó un total cierre a la transparencia
en la información pública a lo largo de su administración que le hizo un
profundo daño al país. El mejor ejemplo
ha sido la falta de transparencia en el tema de decisiones económicas y el
saldo fue que el gobierno quedó en bancarrota y administrador por una Junta de
Control Fiscal.
Por eso insisto en que aunque seamos sus amigos
o conocidos, o aunque lo veamos tan joven como es, a Ricardo Rosselló hay que
tratarlo con el respeto que merece, y más que nada, con la dignidad del cargo
que ostenta y por el que fue electo en buena lid. Hay que fiscalizar lo que haga, pero hay que
respetarlo primero.
Si la prensa, los medios de comunicación, los
periodistas, los comentaristas y comunicadores esperan que el nuevo gobierno que
entrará en vigor el 2 de enero de 2017 los respeten, que respeten primero. Hay
que guardar distancias. Como dijo otro exgobernador, Rafael Hernández Colón, “distancia y categoría”.
Y más que nada, recordar que un título no hace
a las personas. El arquitecto de lo que es hoy Puerto Rico, uno de los más
ilustres puertorriqueños en la historia fue Luis Muñoz Marín, quien más que
nada era periodista y bohemio pero nunca tuvo un título universitario formal más
allá de los grados honoríficos que recibió.
No hay que ser serviles. En una sociedad
igualitaria a la que todos aspiramos, todo el mundo es igual entre sí. Algunos son
honorables sin ser funcionarios electos. Todo es cuestión de guardar las
distancias y que impere el respeto a la dignidad del ser humano.
Referencias:
·
Acerca del Doctor "en serio" y del Doctor
"protocolar" - https://www.ucema.edu.ar/posgrado/doctorado-en-finanzas/doctor-en-serio
·
La figura del Gobernador - http://trepadaenlasillita.blogspot.com/2014/04/la-figura-del-gobernador.html
·
Los cuernitos del Gobernador - http://trepadaenlasillita.blogspot.com/2014/05/los-cuernitos-del-gobernador.html
·
Pedro Rosselló sobre su hijo: “Tiene
personas en su campaña que yo no escogería” - http://elvocero.com/pedro-rossello-sobre-hijo-el-tiene-personas-en-su-campana-que-yo-no-escogeria/
·
El tratamiento de doctor - http://protocoloycomunicacion.blogspot.com/2007/11/uso-del-tratamiento-de-doctor.html
Roselló hijo NO ES DOCTOR EN MEDICINA. Su doctorado es en Ciencias. Otros pueden ser doctores en Artes, etc., dependiendo de su clase de profesión. Los doctores en medicina ponen al final en su título: MD (Medicine Doctor). El papá de el gobernador electo sí es Doctor en Medicina.
ReplyDeleteEstamos claros en eso.Gracias por comentar, y más que nada, por leer
DeleteSRC
Entendía que el término Dr. es por que tiene un doctorado
ReplyDeleteTiene un doctorado. Nadie lo cuestiona. Al menos, yo no porque sé de su capacidad académica e intelectual. Lo que quiero enfatizar es que es el Gobernador Electo y se debe tratar con respeto, según el cargo que ostenta. Ojalá la prensa así lo empiece a llamar. Gracias por comentar
Deletela editora se le nota que es nacionalista popular habla lo que le conviene nadie escucha gente así...
ReplyDeletela editora se le nota que es nacionalista popular habla lo que le conviene nadie escucha gente así...
ReplyDeleteSinceramente es una pérdida de tiempo contestarle a las personas que no tienen la espina dorsal ni la valentía de poner su nombre. Además son comentarios totalmente insulsos, pero grancias por leer.
DeleteLa insistencia en el uso del grado o titulo academico fue claramente utilizado para contrarrestar el ataque de sus adversarios tratando de minimizarlo, haciendolo ver como un chamaquito. Creo que el punto que aqui se trae es valido, pero se queda corto al no profundizar en el verdadero tema que deberia ser la decadencia de la prensa en los temas politicos en Puerto Rico. La verdadera falta de respeto ocurre en el ataque obvio, en la agresividad en las entrevistas, y el trato hostil hacia unos politicos mientras cargan a otros y hasta los ayudan an contestar las preguntas. Por que insistir en llamar derrotado a un politico? El derrotado gobernador... El derrotado candidato... La doble vara de la prensa en la politica puertorriqueña le hace un grave daño a nuestra sociedad, y a la democracia, si se le puede llamar a esto democracia.
ReplyDeleteEdwin, ciertamente se trató de usar ese título para tratar de fabricar una imagen que contrarrestaría los ataques de los adversarios a su juventud e inexperiencia. Añadiría que también al hecho de ser hijo de su padre, pero precisamente por eso hay que tratarlo distinto. No es justo que se quiera culpar a un hijo por los aciertos o desaciertos del padre, como tampoco que se le vea como una extensión o un clon. Cada uno es un individuo. A RR hay que darle el espacio para que pruebe de qué está hecho, para que implemente sus planes y estrategias.... El problema, como bien coincides, es en la falta de respeto de la prensa. Sin embargo, estoy en récord en este blog - en mi libro que recién acabo de publicar - en mis columnas en otros medios y análisis, que la prensa debe reflexionar su rol. Me reafirmo en que hay que tratar al Gobernador entrante con respeto. No se debe tutear, aunque uno lo conozca. No se debe repetir lo que pasó con el gobernador actual... Y sí, ciertamente si lees en los más de 1,000 entradas a este blog, verás cómo he escrito multiples veces de la polarización en los medios y la ética... Ojalá este escrito sirva para que se reflexione sobre el respeto y la responsabilidad que conlleva ser un periodista.
DeleteGracias por leer y comentar
SRC
Se le nota el odio. Ricardo Rosselló es doctor muy a pesar de muchos.
ReplyDeleteNo tengo odio. Ahí te equivocas. De hecho, lo considero amigo, al igual que a David Bernier. Tanto Ricardo Rosselló como Bernier y a Manolo Cidre los considero amigos. Me refiero al trato que debe tener con los candidatos y más que nada, con el Gobernador electo. Respeto ante todo.
DeleteGracias por leer.
SRC