Los reyes, el Gobernador y la Primera Dama (Foto NotiCel) |
(NOTA: Esta columna fue publicada en NotiCel el 16 de marzo de 2016 http://www.noticel.com/blog/187807/llego-la-reina-o-la-periodista.html)
¿Vino como reina o trajo con ella su ‘chip’ de periodista? Esa chispa
que una vez tuvo la hoy Doña Letizia, no se va. La curiosidad innata, el
olfato capcioso y ágil para ver más allá de las fachadas y las sonrisas
falsas. Ese ojo crítico sólo lo posee quien ha sido periodista y no se
borra fácilmente.
Sólo quien ha sido periodista lleva consigo a través de sus
múltiples transmutaciones en la vida hacia carreras o posiciones después
del periodismo, esa pasión insaciable por conocer, esa habilidad innata
de saber leer personas, esa confrontación descarnada que siempre busca
la verdad. Son esas características apéndices invisibles en la vida de
todo el que ha sido periodista, y sin duda, son elementos que trajo
consigo doña Letizia, porque no se los puede borrar del sistema. Es
imposible.
En la boda. (Foto archivo El Vocero) |
El rey de España don Felipe Juan Pablo Alfonso de
Todos los Santos de Borbón y Grecia, y Doña Letizia Ortiza Roscalsolano,
su reina consorte, arribaron el lunes a San Juan para romper un poco
el estancamiento y la monotonía habitual isleña, y participar en el VII
Congreso Internacional de la Lengua Español, una cita trianual de los
hispanohablantes y en la que se le rinde tributo a tres figuras cimeras
de las letras: Cervantes, el Inca Garcilaso y Rubén Darío.
La verdad es que el viaje de Felipe y Letizia le alegra la
vida a muchos que aún no forman parte de la revolución Jet Blue y no se
han ido, pero están hastiados del pesimismo colectivo, la crisis
económica que ha tocado a todos y el eterno dilema del estatus colonial.
Los que saben que en cuestión de semanas el americano nos impondrá su
poder con una junta de control fiscal.
Pero más que un evento de
las letras y la consabida oportunidad para los políticos del patio de
todos los partidos en intentar verse gente, el viaje oficial trae
consigo muchas interrogantes y curiosidades, especialmente sobre la
reina, soberana conocida por su turbulento pasado. Habría que
preguntarse si más allá de su rol de regente, Doña Letizia viene con su
ojo de periodista. Ese ojo que le dice que lo que ve en Puerto Rico no
necesariamente es real. Es más bien, una fachada.
En innegable
que ella, como periodista que fue, se da cuenta. Sabe que detrás de las
sonrisas tipo anuncio de pasta dental de un guapo Gobernador al que le
ha quedado grande el puesto, se esconden múltiples problemas. Detrás de
la elegancia, el protocolo y las sonrisas de los legisladores, los
funcionarios del gobierno y de los líderes de otros partidos, yace la
fuerza de los acreedores, con su inexorable paso hacia los tribunales en
las demandas por los impagos de las deudas del ELA.
Uno de la infinidad de memes publicados en las redes sociales. |
Letizia,
como periodista que fue, sabe bien dónde mirar, qué observar y qué
preguntar. En España hay quienes dicen que maneja a Felipe a su antojo,
aunque aparente aceptar el rol secundario que le otorga la monarquía.
Aunque lleve más de diez años junto al rey, ella, como periodista que
fue, observa con tenacidad y agudeza, y recomienda. Esa experiencia y
esa sabiduría la dan haber sido periodista.
Periodista y
plebeya, pero no cualquier plebeya que logra el reinado. Con un máster
en periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, la hoy reina de
España tuvo una carrera importante como reportera. Según la biografía oficial de la Casa Real,
trabajó en los diarios La Nueva España y ABC, y en la Agencia de
noticias EFE. Empezó sus estudios de Doctorado en México, donde colaboró
en el periódico Siglo 21. En la televisión laboró en Madrid para la
cadena estadounidense Bloomberg, y luego fue reportera y presentadora
para el canal CNN+ hasta el año 2000 cuando se convirtió en presentadora
del Telediario de Televisión Española. Era intrépida como reportera y cubrió los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la invasión de Irak. De hecho, cubrió este último evento manteniendo ya una relación en secreto con el Príncipe de Asturias.
En fin, fue una buena periodista,
en esa época de principios del siglo, en la que todavía existía el
periodismo. Al menos ese que se enseña en las escuelas de periodismo y
en las universidades, no el de curador de informaciones, redactor de
tuits y atento sólo al seguimiento de notas superficiales, como se
impone ahora en tantos lugares.
Esa periodista autóctona, plebeya y divorciada, militante republicana de la izquierda, tiene un pasado oscuro
que la monarquía trata de ocultar bajo mantos de secretividad. Es en
ese pasado en donde habitó la Letizia rebelde y liberada. La que
viviendo en México posó desnuda para el pintor cubano Waldo Saavedra,
quien la pintó en varios cuadros incluyendo uno que fue usado por la
banda de rock Maná para ilustrar su disco “Sueños Líquidos”.
Especulo que esa Letizia libre de sueños líquidos e imágenes topless no
se ha extraviado en los laberintos de la monarquía. Por eso es que no
creo que pueda obviar la innegable realidad isleña.
Especulo que
si usa su chip de periodista, sabrá las farsas que recibirá a su arribo
a Puerto Rico. Las falsas pretensiones de los que aspiran ser del jet
set criollo con el sueño de ser algo parecido a la nobleza, pero en
realidad son unos coprófagos muertos de hambre e incultos. Esos mismos
puertorriqueños que dicen ser de alta alcurnia y sueñan con las
monarquías y la Madre Patria, con el español como único idioma, y que
viven vicariamente a través de las páginas de la revista Hola. Son esos
que salen en fotos de las páginas sociales en revistas o periódicos pero
están endeudados hasta las teleras, y como dice mi amigo, Luis Rafael
Sánchez, sólo son meros clasemedieros con complejos de superioridad y
aires de grandeza.
Así son muchos de los que estarán junto a
ella, pero ella lo sabe. Los lee. Sabe también que el Gobernador tiene
los índices de popularidad por el subsuelo, provocado por el mal
gobierno y los impuestos. Que sus contrincantes estadistas están en
babia. Uno, que dice que inventa medicamentos en China, el epicentro de
la piratería y las copias, y el otro, rodeado de una banda de secuaces
que una vez defalcaron al país. Y que los demás aspirantes sueñan pero,
los sueños, sueños son.
La Letizia rebelde y arrojada sigue ahí. Esa que llamó mierda
al periódico español El Mundo hace unas semanas porque criticó a su
marido, está clara en lo que piensa. No creo que le pasen gato por
liebre. Ella sabe la que hay.
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