Los comerciantes quieren mano de obra barata y sin beneficios, pero ahora, no la encuentran. El empleado en este momento piensa igual que el comerciante y se pregunta: ¿Dónde me conviene ganar el pan de cada día? Al no tener los beneficios ni permanencia, piensan: ¿para qué trabajar para otro? Mientras tanto, en el gobierno se quejan de que la gente no quiere trabajar, pero todos politiquean, mendigando incentivos para pagar el desempleo y darle dinero a la gente, y así, ganar votos. El mismo gobierno ha creado y mantiene una cultura de mantengo, y esto incluye a los dos partidos principales, entonces la pregunta es En Puerto Rico, ¿es negocio trabajar?
Secretario del Trabajo, Carlos Rivera (Foto Primera Hora) |
Paramédico (Foto El Vocero) |
El
problema es de raíz, y realmente nadie en el gobierno ni en el sector privado
se atreve a decirlo públicamente. En los medios de comunicación tampoco se
menciona para evitar problemas con anunciantes o con entidades profesionales. Es
sencillo: no están dispuestos a mejorar las condiciones de empleo.
Puerto Rico se desarrolló cuando de la agricultura se movió hacia una economía industrial, y así siguió creciendo hasta que el sistema no aguantó. Por decisiones políticas se promovió eliminar la Sección 936 del Código de Rentas Internas, ya que le ofrecía Puerto Rico unas ventajas que lo diferenciaba del resto de los estados y territorios en los Estados Unidos. Eso aceleró la crisis y nos trajo a la quiebra. La ironía es que ahora mismo, con la política de las leyes 20 y 22 para atraer capital extranjero, han tenido que promover lo que criticaron en la década de los 90: hacer de Puerto Rico un sitio distinto a los estados y territorios. Somos ahora un paraíso fiscal para ‘influencers’, cryptoempresarios y desarrolladores, como señaló la revista Time en un artículo de ayer.
Foto revista Time. |
Todo esto, creó una nueva visión de ver el trabajo. Los hijos de esas familias que no se fueron de Puerto Rico, se criaron en la austeridad y no creen que ser empleado les ayude. Prefieren ser sus propios jefes. Ese es otro reto que enfrentan los patronos, porque el empleado no tiene lealtad ya que vivió en su familia el desempleo de sus padres.
Hoy mismo se ve que el alza en el empleo por cuenta propia continúa. Aun con la pandemia, el autoempleo aumentó en un 5.4%, según la Encuesta del Grupo Trabajador que elabora el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH).
A esa nueva visión del empleado, se atan los cambios que produjo la llamada Reforma Laboral, que tal y como anticipamos en este blog en el año 2017, no cumplieron lo prometido.
El
problema de falta de mano de obra no es exclusivo de Puerto Rico. Ahora mismo en los Estados Unidos, empresas de transportación como Uber
y Lyft se quejan de no conseguir choferes. Lo mismo se quejan los
restaurantes y las cadenas de comida rápida como McDonald’s,
Taco
Bell, Arby’s y Denny’s.
Un
reportaje investigativo de The USA Today reveló que empleados de empresas
de alimentos en Estados Unidos no quieren trabajar por temor a
contagiarse del Covid.
Ante
esta realidad, empresas como las tiendas Wal-Mart en los Estados Unidos
han decidido convertir en empleados
a tiempo completo a sus empleados de tiempo parcial.
¿Cuál
es la solución? No hay una solución mágica para
atender la disyuntiva en la que se encuentra Puerto Rico, pero si todos los
sectores trabajan juntos por el bienestar colectivo, no de un solo lado, cualquier
reto se soluciona.
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