!Libertad de prensa! (Imagen El Informador de Colombia) |
(NOTA: Este ensayo-análisis fue publicado originalmente en NotiCel el domingo, 18 de agosto de 2019 - https://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/que-tan-libre-es-la-prensa-/1110432554)
Si algo dejó claro el chat de Telegram en este verano de 2019 es la pregunta constante del pueblo de ¿qué tan libre es la prensa en Puerto Rico?
La respuesta se tiene que analizar desde tres perspectivas importantes: 1) Lo que dijo el chat sobre la corrupción mediática y el comportamiento actual en los negocios de medios, 2) los gremios de periodistas, y 3) la prensa tradicional vs la periferia y la digital. Ahí se separa uno del otro.
EL CHAT Y LAS EMPRESAS
En ese chat se demostró como el gobierno controlaba los medios, incidía
en que iban a y cuál sería el enfoque de la opinión pública, dominado por las
estrategias de KOI y demás “brothers” de Ricardo Rosselló. Y ahora mismo, el
patrón se repite con la figura de la gobernadora Wanda Vázquez.
Los medios tradicionales se pegaron al libreto farandulero de paz y tranquilidad.
Como si cantaran “cumbayá”, o volvieran a los mantras de “Unidos por Puerto
Rico” o “Puerto Rico se levanta” y no cuestionan nada, olvidando lo que ella
era hace un mes.
Y no se trata de atacar a Vázquez, o de publicar cosas negativas, sino
de cubrir la verdad. Porque mientras los
medios corporativos quieren dormir a las audiencias, la Junta de Control Fiscal
asumió el poder. La jueza federal puso a los municipios en manos de la Junta, anuló
toda ley que este en contra de lo que digan los 7 miembros de la Junta, y es
obvio que ya no habrá bono de Navidad, bajarán las pensiones, vienen más
cierres de escuelas y más presión a la Universidad de Puerto Rico.
El problema es que no aceptan que el establishment mediático está
degradado. Los medios en general, pero más que nada los que salen trastocados
en el chat, tienen que tomar acción. Con emitir un comunicado de prensa, un
escrito y después hacer una campaña de anuncios para negar lo que dijeron de
ellos en el chat, no se gana la credibilidad perdida.
Una crisis de comunicación, que afecta la credibilidad de cualquier
institución, requiere una respuesta seria y abarcadora para recuperar esa reputación
perdida. En los Estados Unidos otros medios que han sido objeto de
cuestionamientos a su credibilidad han buscado entidades independientes para
ayudar a enmendar errores. Aquí no.
Un ejemplo fue cuando se supo del patrón de mentiras y plagios cometidos por el periodista Jayson Blair de The New York Times en el 2003. El periódico
reparó su credibilidad porque la gerencia actuó rápido, abrió
espacios para permitir ser evaluados por universidades y aceptaron la crítica
constructiva. ¿El resultado? Todavía es un periódico de récord en los Estados
Unidos.
La revista Rolling Stone, en cambio, se tardó en reaccionar en el 2014 por un artículo sobre una
supuesta violación en ganga en la fraternidad
Phi Kappa Psi de la Universidad de Virginia. Rápido
salieron las falsedades, pero la revista se tardó en retractarse, y terminaron pagando
millones en una demanda. En el 2015 la revista fue vendida a un empresario
asiático.
¿Qué han hecho aquí los medios que
salen en el chat? Nada. ¿Dónde están las universidades analizando? ¿Se ha
creado alguna una comisión investigativa a nivel académico o ciudadano? No, que
se sepa.
GREMIOS DE PRENSA
Pero una cosa es el negocio de la prensa y los empresarios mediáticos, y
otra cosa son los periodistas. Lo que me trae a los reporteros y a sus gremios.
Anoche fue la premiación del Overseas Press Club (OPC), entidad que conmemora
su 50 aniversario. Como todos los años, se hizo una gala costeada por
auspiciadores, que premian la excelencia en el ejercicio reporteril, y buscan
asociarse a la credibilidad de los periodistas. Hace unas semanas hubo una
actividad parecida en la Semana de la Prensa por la Asociación de Periodistas
de Puerto Rico (ASPPRO).
Presidí el OPC en los años 1999 y 2000, por eso apoyo, defiendo y entiendo
la necesidad de que los mismos periodistas resalten la labor de los que
compiten por premios. Pero desde entonces hasta ahora, cuestiono la pertinencia
de este tipo de galas y el mensaje que envían los gremios. No se puede permitir
un mensaje de que los auspiciadores controlan la libertad de prensa, porque no
es así. Controlarán a ciertas empresas y a ciertos periodistas, pero no deben intentarlo
con los gremios.
Los gremios tienen que ser mas activos porque los periodistas están en
crisis económica y el periodismo enfrenta una crisis de credibilidad. Hay toda
una generación de reporteros mayores que viven en la pobreza y que están como
el pueblo, decidiendo si compran comida o medicamentos. Ahí están muchos de los
que fueron desplazados de medios que cerraron o vendieron como pasó con The San
Juan Star, El Vocero, El Mundo y Las Noticias, entre otros. También hay una generación intermedia que
dejaron en la calle por la crisis de los años 2005-2015, y otros, que sacaron después
de laborar largas horas en la cobertura del huracán María. ¿Cómo una gala de
premios los apoya?
Los obreros del periodismo y de la prensa están mal como lo está el país.
El gobierno de Rosselló entendía esa realidad y la usó a su favor. Por eso
crearon todo entorno de manipulación, y como denunciaron periodistas como
Cynthia López Cabán y Lymaris Suárez, entre otros, estrangularon a las empresas
mediáticas para apoderarse de la libertad de prensa. Eso lo demostró el chat.
Por eso hay que replantear las prioridades. Quizás es momento de ser más
combativos y directos, menos políticamente correctos. Quizás es hora de dejar
un solo gremio en vez de seguir divididos, que es el problema de otros sectores
en la sociedad puertorriqueña. En el sector privado hay decenas de
asociaciones, que cada una hala para su lado, y al final, no tienen fuerza en
conjunto. Por eso no son contrapeso ante la corrupción en el gobierno. Eso fue
lo que expresó el pueblo que salió a las calles y sacó a Rosselló del poder.
MEDIOS EN LA PERIFERIA
Lo que también plantea las diferencias en los medios Como señaló el
editorial de Noticel esta semana, hay que tener “ojo avizor”. El pueblo corroboró la corrupción y supo del
chat por la prensa digital, la regional y la de las periferias. No fue por los periódicos y los medios corporativos tradicionales
que se vendieron, no hicieron las preguntas, y ahora buscan lavarle la cara a
la actual incumbente con el lema de “la paz” o estar en “luna de miel”. De eso
es que se trata.
Aquí el asunto es la credibilidad. Las audiencias dejan de leer
periódicos o consumir medios cuando no les creen. Cuando la prensa pasa de ser
informativa a ser un show en el que quieren que todo lo que salga sea lo
bonito, sin fiscalizar lo que nos trajo hasta aquí, lamentablemente se pierde
la libertad de prensa.
¿Qué tan libre es la prensa? Es tan libre como lo que publica sin
temores o lo que oculta y maquilla al público. Si algo quedó claro en este verano
de 2019, es que la gente sabe la diferencia.
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