En Puerto Rico, las cámaras y los tribunales son entes encontrados, contrarios y antagónicos. Es sencillo: las cámaras están prohibidas por el ordenamiento jurídico vigente, pero hay vientos de cambio. Tan pronto como el primero de octubre se dará a conocer el resultado de una encuesta entre más de 345 jueces de Primera Instancia y del Tribunal Apelativo para conocer si están o no de acuerdo con permitir cámaras en sala.
Lo que digan los jueces será importante porque dará una señal clara de cuál será el interés que predomine: si el del público para enterarse de primera mano de lo que pasa en corte, o el de los jueces por proteger su entorno, y de paso, protegerse ellos mismos y al sistema al evitar que trascienda cómo es que de verdad se bate el cobre.
Todo esto no se da en un vacío. Surge tras años de luchas en la Prensa, pero es ahora, quizás como nunca antes, cuando el público está exigiendo esos accesos. En parte debido al alza de casos de interés público. El atroz asesinato aun sin esclarecer del niñito Lorenzo González Cacho y la vil ejecución a quemarropa de Carmen Paredes –por la cual ya ha sido acusado su esposo Pablo Casellas– son quizás los dos ejemplos más recientes que han destapado el interés público de ver el minuto a minuto de como se dilucidarán ambos casos una vez lleguen al Tribunal.
El problema está en que el Canon 15 de los Cánones de Ética Judicial que prohíbe a cualquier miembro de la Prensa o cualquier persona tomar fotos o películas en un Tribunal durante la celebración de sesiones judiciales, incluyendo durante los recesos.
A través de la historia ha sido la Prensa, a través de los gremios de periodistas, la que ha defendido el derecho del público a ver lo que pasa en Corte. La Asociación de Periodistas de Puerto Rico, el Overseas Press Club, y muy en especial, la Asociación de Fotoperiodistas de Puerto Rico, desde los años 70 han pedido esos accesos. En los 80 lograron que el Tribunal Supremo iniciara un estudio (Informe sobre la relación entre Prensa y Tribunales del 1981), además de otras gestiones. Otro estudio data del 2003.
En el 2011, tras pedidos específicos de los gremios de Prensa, el Tribunal Supremo ordenó otro estudio (http://www.ramajudicial.pr/sistema/supremo/conferencia/otros/Informe-Uso-Camaras-Fotograficas-Equipo-Audiovisual-Difusion-para-cubrir-los-Procedimientos-Judiciales-en-Puerto-Rico-septiembre-2011.pdf). Entre los hallazgos más contundentes del estudio está el hecho de que el 68% de los estados de Estados Unidos concede amplia discreción al juez de sala para permitir la difusión pública en vivo de los procedimientos judiciales.
El juez presidente Federico Hernández Denton se ha mostrado con algún nivel de apertura al tema, pero han sido otros dos jueces de recién nombramiento –Rafael Martínez y Erick Kolthoff – los que han sido más enérgicos a favor de este cambio.
“Debemos prestar particular atención a la transparencia en el desempeño de nuestras funciones. Creo que es tiempo de replantearnos si todavía se justifica la prohibición de la transmisión de los procedimientos judiciales por vídeo y por audio”, dijo Martínez en su discurso de juramentación como juez asociado. Mientras que Kolthoff ha expresado que la presencia de la Prensa en sala ayuda a depurar a todos los componentes del sistema judicial.
Lo cierto es que permitir las cámaras en estos procesos en Corte será beneficioso. En la Legislatura, por ejemplo, ha sido positivo, al menos para el erario, que los legisladores participen ante las cámaras de televisión en vez de hacer como suelen el resto del tiempo, que solo se anotan para cobrar las dietas y se van corriendo de las vistas públicas.
Si se permiten las cámaras en Corte, podremos conocer mucho más de lo que sale en Prensa. Veremos, por ejemplo, menos excesos de parte de jueces que tendrán que ser más cuidadosos. Veremos también si los abogados son mejores litigantes que los fiscales, o viceversa, y quizás serviría para desmitificar la imagen de algunos letrados que fuera de sala lucen feroces, pero frente al juez hasta tiemblan al postular.
El balance entre lograr un juicio justo e imparcial, la garantía del debido proceso de ley y la libertad de prensa son los aspectos fundamentales en toda esta discusión. Pero sobre todas las cosas, el permitir las cámaras en las salas de los tribunales servirá para ver de verdad lo que ocurre en Puerto Rico.
(NOTA: Esta es mi columna de hoy en El Vocero - http://www.vocero.com/camaras-y-tribunales-opinion/)
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