Viene la campaña política y con ella, el
aumento de los insultos a adversarios en las redes sociales. Los trolls políticos, boricua style, están ahí, y seguirán apareciendo
con la campaña que se avecina.
Si está conectado a Internet, seguramente los
habrá visto en esas cuentas que sólo salen a insultar a los demás. Son
personajes que aparecen de la nada a endiosar políticos o a criticar lo que hacen
otros, especialmente si son periodistas. Otras veces resurgen comentando debajo
de las historias en los periódicos y revistas online. Sepa que no están en el
ambiente por amor al arte. Cobran y son parte de estructuras políticas y de
propaganda para impulsar agendas, intentar desviar la atención de temas
medulares y desprestigiar a los adversarios. Son los llamados “trolls”.
Algunos trolls
nacen de manera orgánica y así mismo desparecen, pero otros reciben pago. ¿Qué cuánto se le paga al troll?, eso depende la de estrategia. En
Puerto Rico la payola a los trolls
varía por su experiencia, según varios entendidos en la materia tanto en el
gobierno como al interior de los partidos Popular Democrático y Nuevo
Progresista.
Si es una persona desconocida a nivel público,
puede comenzar ganando cerca de $300 al mes, dependiendo de la duración del
esfuerzo de propaganda. Si se trata de alguien con conocimiento en los medios
de comunicación o un ex periodista, gana como $1,500. Si es un abogado o
analista político, como algunos que hay, pueden devengar salarios de hasta
$3,000 al mes, o se le otorgan contratos. A veces los trolls más fuertes son personas conocidas ante la opinión pública.
Las agencias de publicidad del gobierno, de los
candidatos y de los partidos políticos tienen sistemas para monitorear esas
cuentas de los trolls, pero hasta el
momento, no se ha informado al país cuánto, si algo, de fondos públicos se
destina para esa función en específico. En el registro de contratos de la
Oficina del Contralor las principales agencias del gobierno mantienen contratos
de publicidad y comunicación que superan los $250,000 al año.
Anatomía del troll
En la jerga de Internet un troll es un usuario digital que publica mensajes provocativos,
irrelevantes y fuera de lugar en una comunidad en línea, con la intención de
dañar la reputación, imagen o prestigio de alguna persona o marca en
específico.
Hoy equivalen a lo que antes fueron los
comunicadores que promovían a sus candidatos o atacaban a los otros en la radio
pero ahora usan Facebook, Twitter o cualquier red social como foro. Las
estructuras políticas saben que los necesitan porque el principal medio de
comunicación es la Internet, atrás quedaron los medios tradicionales. Y esto no
es exclusivo de la isla. En los Estados Unidos, las redes sociales dictan la
pauta de la campaña, según reportó la revista Politico hace unas semanas. En Puerto Rico
hay casi 2.1 millones de personas conectadas a Internet y sobre 1.9 millones
las redes sociales, según el estudio de SME.
Por eso al momento de crear personajes, los
partidos políticos, agencias de publicidad y relaciones públicas, comités de
acción política y otras organizaciones locales, impulsan estas figuras como los
trolls. La estrategia se afianzó en
los pasados comicios, pero ahora vienen
con renovada fuerza y multiplicidad.
Pero se identifican fácilmente. Como avatar
casi siempre usan logo o un dibujo y el nombre también los delata porque se
inventan palabras o mezclan nombres conocidos, así el que lo lee sabe que es
una cuenta ficticia. En la descripción también se ve que es un engaño. Sus
publicaciones, por lo general, no tienen sentido. Usan palabras soeces,
vulgaridad o contenido ofensivo. Como característica principal, lanzan
acusaciones. Hay muchos que se proyectan como expertos, y acusan a los demás de
ser tontos o inferiores. Suelen burlarse de los demás.
El detalle con un troll es que el público no lo lea, pero las palabras tienen su
propio DNA, o sea, tienen su historia y sus paralelismos. Por eso muchas veces
esos que crean esas cuentas no notan que cualquiera que analice bien la
historia de una cuenta en la red social, pueden identificar señales de quién es
la que redacta. Así una puede identificar muchos políticos, analistas
políticos, abogados, publicistas y otros que tienen sus cuentas personales y
“abiertas”, pero que también publican bajo pseudónimos en cuentas falsas. Es
bien fácil verles la costura.
El problemade la estrategia
El problema con los trolls es que no tienen credibilidad. La gente está harta de la
política y saben que los políticos son causantes de la crisis, por eso, cuando
la pelea se lleva a las redes sociales, el cibernauta por lo general lo
rechaza. Los estrategas políticos tienen que evitar empalagar con los trolls y aullentar a la gente al
impulsar esta estrategia.
Muchos publicistas y asesores de los políticos
piensan que creando estas cuenta falsas tendrán la campaña negativa necesaria
para contrarrestar ataques a sus candidato, pero ya no funciona como pasó en
las elecciones pasadas porque se neutralizan entre si y diluyen el mensaje. El que vaya a hacer campaña con perfiles
anónimos en Facebook o Twitter no va a lograr mucho. El verdadero reto para los
próximos comicios estará en cómo lograr que los cibernautas estén atentos a tu
mensaje en las redes sociales.
Esto responde a que las redes sociales en
Puerto Rico han ido cambiando en los últimos años. Los social media managers para los partidos políticos, así como
aquellos en agencias de publicidad y empresas, todavía hablan y desarrollan
campañas a base de atraer a las personas influyentes en las redes sociales,
pero la realidad es que en Puerto Rico tal influencia va a depender de la
persona. De nada vale tener a una figura con 100,000 seguidores en la red si al
final, su comentario no hará que el resto de las personas cambien de opinión.
Son otros los criterios en el proceso de crear la opinión pública los que se
tienen que considerar, más allá de usar a un influyente.
Por lo general ese “influencer” en la red social, que a veces es un troll, servirá en una estrategia para
lanzar cortinas de humo o crear dudas sobre un tema, lanzando insinuaciones con
falsedades que no tiene que probar. En ese sentido son útiles para destruir los
mensajes del otro bando o para crear confusión en ese momento en el espacio de
las redes sociales. Pero a la hora de mover opiniones y cambiar percepciones,
en las redes sociales se le cree a aquellos que logran el respeto general.
El ejemplo mundial
El uso de trolls
pagados no es nada nuevo y todo apunta a que en Puerto Rico siguen el modelo de
otros países, particularmente latinoamericanos. En Ecuador es un escándalo de
grandes proporciones. En marzo pasado una investigación hecha por la Fundación Mil Hojas de Ecuador reveló la creación de uno de los
supuestos Troll Center de la Revolución Ciudadana del gobierno de
Ecuador, es decir,
una oficina creada por el gobierno del presidente Rafael Correa dedicada a
monitorear y sabotear en internet a los usuarios opositores al gobierno y los
mensajes que estos emiten.
En agosto Global Voices reportó que
al menos tres sitios de medios de comunicación ecuatorianos han
experimentado ataques incapacitantes apenas minutos después de publicar
pruebas de una asociación entre el gobierno ecuatoriano y la
empresa de tecnología en vigilancia Hacking Team.
También en agosto pasado, en Argentina el kirchnerismo acusó al frente
Cambiemos de iniciar una campaña sucia en las redes sociales con cuentas falsas en Facebook y
Twitter para criticar al candidato presidencial Daniel Scioli, mediante la creación de "50 mil
cuentas falsas o inactivas" con las que crearon un "ejército
de trolls",. Y la revista El Comercio reportó que desde el
2014 se han creado “ejércitos
de trolls” en sitios como China, Rusia, y Estados Unidos. De esta forma fue que
se filtró el plan del gobierno ruso de Vladimir Putin para intervenir en redes
sociales a través de cuentas falsas
para contrarrestar las críticas a la invasión rusa a Ucrania. Mientras que en Inglaterra
múltiples medios han denunciado la estrategia del gobierno de pagar a los trolls para tratar de
manipular la opinión pública.
Tal es el nivel del impacto de “trolear” en las
redes sociales, que en mayo pasado el senador demócrata por Wisconsin Sen. Ron
Johnson, recomendó
a las agencias de inteligencia de los Estados Unidos y a la Agencia de
Seguridad Nacional que comenzaran a lanzar trolls a los terroristas y a la red
de Isis para contrarrestar las imágenes que difunden en la Internet, reportó la cadena de televisión ABC. Ante estas realidades recientes,
habría que preguntarse hasta qué nivel se monitorea en Puerto Rico.
Combatiendo al troll
Para contrarrestar a un troll se tienen que revisar todos los comentarios y los perfiles de
esas cuentas. Las tres recomendaciones básicas al
lidiar con un troll
son: Nunca se deben borrar sus comentarios, no se les debe alimentar o
prestarles la atención que ellos buscan y no se puede caer en el nivel de un
troll. Se le responde con respeto, no tomando sus comentarios como ataques
personales
Según el periodista y bloguero madrileño Rubén
Sánchez, del periódico El Confidencial, existen 15 tipos de trolls en las redes sociales que van desde los principiantes
hasta los más expertos. Otras categorías incluyen desde los meticulosos –
que buscan hasta el más mínimo error en sintaxis para burlarse – hasta los
agresivos que publican material ofensivo del tipo racista, machista, sexista, creando
precisamente provocar una rápida y agresiva reacción de los lectores que
“saltarán” ante estas provocaciones consiguiendo crear el “ruido” que buscaban.
A pesar de todo esto, los cibernautas y
electores en Puerto Rico no son tontos. La gente sabe distinguir los mensajes
reales y los que se ocultan bajo figuras de trolls.
Por eso es que las campañas y estructuras políticas no pueden pensar que será
tan fácil manipular a la gente.
En aras de continuar esta conversación, insto a los lectores a que identifiquen esas cuentas y mencionen esos nombres – que todos conocemos – tanto en los comentarios bajo este escrito, como en mi cuenta de Twitter @SRCSandra. Quedan invitados.
NOTA: Esta columna fue publicada (sin los links de referencia) en el diario cibernético NotiCel el 16-09-15, http://www.noticel.com/blog/180882/troll-politico-boricua-style.html
SERIA ESA LA VEZ QUE LLAME GORDA A Sandra? YO RECUERDO QUE ELLA ME CONTESTÓ PERO AHORA EN EL 2021 LA VEO SLENDER Y LO MAS BONITA Y PIENSO QUE, QUIEN SABE SI FUI YO EL CAUSANTE DE QUE REBAJARA. CUANDO AQUELLO , CREO, ESTABA ELLA RECIEN DIVORCIADA.
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