Miembros de la Junta de Control Fiscal (Foto WORA TV) |
La lucha se tiene que dar en Washington y nadie lo dice.
Hay que hablar
claro.
Se tiene que comunicar la verdad al pueblo y ayer la Junta de Control
Fiscal advirtió que lo viene no es bueno. Viene miseria, vienen despidos y viene
mucho caos. Puerto Rico tiene que prepararse para un combate con el poder en
Washington. La lucha verdadera se dará allá, no acá.
¿De qué vale llenar las redes sociales de memes y quejas si eso no
produce cambios? ¿De qué vale hacer un piquete aquí si eso no tiene impacto en
donde nos controlan que es en Washington?
Para enfrentar lo que viene, no podemos permitir que los políticos sigan
en la bobería.
No se puede permitir que el Gobernador Ricardo Rosselló siga en esas de pedirle
ayuda Bad Bunny y otras bolas de humo que lanzan desde La Fortaleza para
desviar la atención pública. Tampoco se le puede permitir blandenguería al
dividido pseudo liderato del Partido Popular que están más pendientes a anunciar
sus candidaturas que a dar alternativas para resolver la crisis que viene. En
las mismas están en la Cámara y en el Senado con el silencio de los
legisladores. Esto no se resuelve quejándose sin actuar, como hacen muchos
portavoces del independentismo.
Tampoco se resuelve con tuits, y mucho menos si son errores crasos de
comunicación como el de Rosselló ayer. En vez de criticar directamente el
anuncio que hizo la Junta, Rosselló aceptó el mote
de inepto que lanzó el presidente Donald Trump a él y hacia los demás
políticos. “Inept
politicians” dijo Trump y Rosselló respondió “I agree with you Mr. President”. Aunque sus portavoces y trolls digan que fue una tergiversación de la
prensa o que no lo entendieron, no hay forma de que se pueda ocultar esa metida
de pata del joven gobernante.
El mayor problema que tienen por igual Rosselló y el liderato de los
demás sectores en el país es la falta de credibilidad y una seria dificultad
para comunicarse. Esto se contrarrestaría si hablaran con la verdad. Si
comunican con claridad lo que viene para que la gente se prepare, en vez de
estar pensando en tácticas electoreras, podrían obtener el entendimiento y
quizás el apoyo de la gente.
Lo primero que hay que admitir es que el plan fiscal certificado
unánimemente por la Junta de Control Fiscal ayer nos sumirá a todos en la
pobreza. Ese caos provocará más disloque social, mayor alza en la criminalidad
y para colmo, permitirá la impunidad de los que siguen abusando de este pueblo.
En palabras sencillas, la Junta anunció que viene un cambio. Quieren
imponer recortes en grande, despidos de empleados y prácticamente la
aniquilación de la única institución que permitía a los pobres algún espacio de
superación: la Universidad de Puerto Rico.
Que nos lo buscamos. Cierto. Se votó por décadas por los políticos que
hicieron grandes obras endeudando a hijos y nietos. Pero lo que no dicen es que
la Junta viola la propia ley que la creó.
El plan fiscal se basa en que Puerto Rico va a recibir cerca de $80
billones ($80,000 millones) en los fondos y ayudas federales para la
reconstrucción después del huracán María. Según los cálculos de la Junta, de
ese dinero quedará un sobrante que del 2019 al 2023 será de $17 billones
($17,000 millones). Con ese supuesto sobrante, la Junta quiere que se pague la
deuda. Pero no dicen la verdad.
Para que se de ese sobrante de $17 billones, el gobierno de Rosselló
tiene que acatar todo lo que dice la Junta que incluye: las reducciones en las
pensiones, un recorte de $2,848 millones en gastos (que es igual que cerrar
agencias, municipios y despedir empleados), y un aumento de los recaudos en
$554 millones (que es igual a más impuestos). Si eso no se logra, la Junta no
puede poner en vigor su plan. O sea, están pendientes de crear un superávit
artificial para poder implementar su plan fiscal, aunque eso represente que
están violando la propia ley que los creó.
La Ley PROMESA se basa en eliminar el déficit, ajustar la deuda y
pagarles a los bonistas. Lo que se anunció ayer viola esas disposiciones de la
ley porque la misma Junta admite que aún con el dinero de la reconstrucción, el
gobierno tendrá un déficit. También admitió que no tienen un plan para
reestructurar la deuda. Como Trump dijo ayer que no permitirá que ni un centavo
de ayuda federal se use para la deuda, entonces, ¿qué realmente hizo la Junta?
Nada que no sea augurar el empobrecimiento de la gente.
Si todo esto no fuera una ofensa suficiente grande, el plan fiscal de la
Junta no tiene nada de desarrollo ni recuperación económica. Por el contrario,
los miembros de la Junta salivan por vender las pocas propiedades del gobierno
a precio de quemazón. Esto es un fraude y una componenda para empobrecer más al
pueblo. Igualmente, es un engaño a los bonistas porque no tienen mecanismos
reales para pagarles.
En otras palabras, es obvio que la Junta viola la ley que la creó. La
pregunta es, ¿por qué nadie en la clase política lo dice con claridad? ¿Cuál es
el miedo?
Ayer la administración Rosselló anunció que el gobierno retará el plan
fiscal de la Junta ante el Tribunal del Primer Circuito en Boston. Según el
gobierno, el plan fiscal se basa en proyecciones económicas irreales y rechazó
las medidas de recortes que propone el documento. Sucio difícil porque la realidad
es que no han sido exitosos en ese foro.
Me parece que el campo de batalla ya no son los tribunales, porque la
Jueza Taylor Swain se alineó con la Junta. Llegó el momento en que los
políticos de todos los sectores acudan al Congreso a cabildear para que se
elimine la Junta porque no cumple con la ley PROMESA.
En vez de estar haciendo campaña por candidatos específicos, deberían ir
a exigir que se cambie la Junta porque no ha hecho el trabajo según la ley que
la creó.
El pelear en la radio o incitar a protestas aquí realmente no resolverá
nada. Las decisiones se toman en Washington. Somos una colonia. Es hora de
dejar de estar arrodillados cargándole las colas a los candidatos republicamos
y demócratas, y exigirle acción. Se nos va la vida.
Todavía muchos confían en quien nos coloniza. Vamos derecho al matadero de la mano del PNP y el PPD. Esos no le levantan la voz al gobierno de EE UU ni en sus sueños.
ReplyDelete