Periodista independiente en Puerto Rico

Tuesday, August 2, 2011

La deuda americana y su impacto local como noticia



Mientras en Puerto Rico estamos hoy atentos a las lluvias y posibles inundaciones que supuestamente podría traer la onda tropical o el huracán Emily, poco se está analizando del impacto que tendrá aquí el huracán que se vive en los Estados Unidos por el tema del límite de la deuda federal.

Aunque llegaron a un acuerdo en el Congreso, los analistas financieros en los mercados globales coinciden en que esto se pospuso para octubre, lo que significa que en un futuro cercano, la calificación del crédito de los Estados Unidos será rebajada y subirán las tasas de interés. Sin la capacidad de pedir prestado, el gobierno federal no tendrá más remedio que recortar los pagos que está obligado a hacer al 40 por ciento de forma inmediata.

Ya se sabe que esto pondrá en peligro a los beneficios del Seguro Social, pagos para militares en servicio activo, los pagos al Medicare y Medicaid, y todas las otras actividades federales, desde agencias policiacas a la educación hasta la salud. La prensa norteamericana ha venido publicando que la economía estadounidense nuevamente se hundirá rápidamente a una recesión si el gobierno federal es incapaz de satisfacer una parte importante de estas obligaciones y que esta pesadilla afectará a todos los estadounidenses de costa a costa.

Pero el verdadero detalle de qué programas serán recortados, cuánto le quitarán a cada estado y territorio, y cuáles serán las poblaciones más amenazadas no se ha dicho. Poco se sabe del detalle, y esto nos debería preocupar más en Puerto Rico donde vivimos una recesión económica.

Esa invisibilidad sobre las partidas a recortar y a quiénes impactará es algo que la prensa en los Estados Unidos aún no analiza en detalle. No le han puesto una cara a esos recortes allá, y acá en Puerto Rico, es prácticamente un misterio.

En parte, esto obedece a que la cobertura noticiosa en los Estados Unidos se centró en el tema político y no humano. Como resultado, la prensa en Puerto Rico se limitó a seguir esa misma línea editorial. Pero también creo que el poco interés a nivel local de este debate federal responde a que no nos queremos enterar porque vivimos sumidos en nuestras crisis puertorriqueñas. El desempleo rampante, la criminalidad y la narco guerra que tenemos que, más que una ola criminal, constituyen un tsunami que afecta a miles de puertorriqueños al año. Y por otro lado, el énfasis que se le da en la cobertura de temas que no son trascendentales, pero venden periódicos y acaparan ratings de televisión y radio.

Apenas hoy fue que trascendió el análisis que publicó el Centro para la Nueva Economía en su sitio cibernético sobre el impacto del acuerdo presupuestario federal en Puerto Rico. (http://grupocne.org).

El presidente Barack Obama ha dicho que se proponen eliminar de un 10 a un 15% de los gastos y aún no hay una cifra certera de lo que ese recorte representará en la Isla. Algunos analistas estimas que Puerto Rico perderá entre $1,000 a $1,500 millones en fondos federales, y portavoces de la administración de Luis Fortuño aseguran que no habrá más reducciones en la nómina del gobierno. Mientras, el candidato del opositor Partido Popular Democrático, Alejandro García Padilla, ha prometido volver a reclutar los empleados públicos cesanteados. Parece una locura, ante un clima de crisis que no se presenten explicaciones claras y escasee una fiscalización en la prensa.

La noticia en los Estados Unidos

Es un hecho de que la cobertura local de este tema ha sido prácticamente igual de superficial a la de la prensa en los Estados Unidos.

Allá, la cobertura se centró principalmente en los dimes y diretes entre republicanos y demócratas hasta que llegaron al acuerdo; si el Speaker de la Cámara John Boehner cedió ante las presiones de los republicanos más conservadores y del Tea Party; y si el presidente Barack Obama logró conseguir el acuerdo. Poco se ha dicho de las concesiones que tuvo que aceptar Obama – con la notable excepción del columnista de The New York Times, Paul Krugman -, del impacto que este acuerdo tendrá en el Partido Demócrata, y en las próximas elecciones. Y lo que es peor, poco se ha hablado del impacto en el déficit de los Estados Unidos, y por consiguiente, en la economía mundial.

La cobertura se centró en el asunto político y en el tema de estadísticas, en términos de cuántos miles de millones tendrían que cortar. El único ángulo en esta noticia, hasta este momento, fue la reaparición de la congresista Gabrielle Gifford, que volvió al hemiciclo para emitir el voto por primera vez desde que recibió un disparo en la cabeza durante el mes de enero. Sin embargo, la cobertura fue sensacionalista y poco objetiva. En los noticiarios de las cadenas de televisión como MSNBC y el Noticiero Univisión aparecía Gifford y en el fondo, una música tipo celestial, que abonó a darle un aire de espectáculo a algo, que de por sí, debió haber sido una noticia positiva, pero seria.

Quizás en parte esta superficialidad responde a la fascinación que aún mantiene Obama ante la mayoría de la prensa norteamericana, con excepción de medios aliados a los republicanos.

Un estudio publicado ayer por el Proyecto de Excelencia en el Periodismo (PEJ, por sus siglas en inglés) un programa dedicado al análisis de la información y el periodismo adscrito a la Escuela Graduada de Periodismo de Columbia University, reveló que Obama ha tenido el doble de la cobertura mediática en los Estados Unidos que otros líderes del Partido Republicano en todo lo referente a las negociaciones sobre el debate de elevar el límite de la deuda. Obama copó el 59% de las noticias versus una tercera parte de los republicanos, tomando en consideración que el 35% de todas las noticias publicadas en los Estados Unidos se centraron en el tema de la economía.

Según el estudio del PEJ, Obama controló el mensaje en términos de la cantidad de noticias sobre el tema de la deuda en el último mes, en parte debido a la diversidad de voces entre los republicados y el Tea Party. El desglose de la cobertura general de noticias fue el siguiente:
• Un 59% de las noticias giraron en torno al mensaje o la posición de Obama
• Speaker de la Cámara de Representantes, el Republicano John Boehner con un 11%
• El líder de la minoría en el Senado, el Republicano Mitch McConnell con un 6%
• El líder de la mayoría en la Cámara, el Republicano Eric Cantor, con un 3%
• El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid con un 2%

Cobertura en Puerto Rico

En Puerto Rico, el desconocimiento sobre el tema abona al poco análisis del tema.
Aunque la prensa de negocios, principalmente en El Nuevo Día y El Vocero, así como en los sitios de Internet como NotiCel, Sin Comillas y News is My Business han tocado el tema, en realidad ha sido de seguimiento a notas de hilos internacionales como los que publica Prensa Asociada. Una excepción ha sido El Nuevo Día con los reportajes del corresponsal José Delgado y el análisis de la Sección de Negocios.

En la radio el análisis, aunque superficial, lo han provisto hasta el momento un número limitado de analistas: iniciando con Luis Dávila Colón y algunos de sus colaboradores como Katherine Angueira y Carlos Colón de Armas, así como Luis Pabón Roca, ambos en sus respectivos programas en WKAQ Univisión Radio; el trío de veteranos analistas del programa Fuego Cruzado en Radio Isla 1320 y el licenciado Ferdinand Mercado en NotiUno. El economista Gustavo Vélez también ha tratado de explicar el tema en algunas comparecencias ante los medios radiales.

Sin embargo, destaco como la más significativa excepción en la cobertura local hasta el momento, la noticia del semanario Caribbean Business y el reportero Kevin Mead, quien ha sido el primero en describir con mayor detalle en qué Puerto Rico se podría afectar.

Mead entrevistó a economistas y a otras personalidades, incluyendo al Vicepresidente de la Asociación de Bancos, Arturo Carrión, y destacó en su nota que más allá del impacto en los programas gubernamentales de fondos federales, una degradación de la deuda estadounidense tendría un efecto directo en el tema de las finanzas y la banca, además de que afectaría programas como Fannie Mae y Freddie Mac. Explica Mead en su nota que los intereses en tarjetas de crédito se elevarían, y a su vez, existe la posibilidad de que se degrade incluso el crédito de Puerto Rico.

Explica que aún sin que se degrade el crédito de Puerto Rico, una degradación en los Estados Unidos elevará la tasa prestataria ya que muchos de los bonos municipales se basan en el Tesoro federal. Además, señala el reportero, los consumidores puertorriqueños podrían ver un impacto en los préstamos de interés variable de tarjetas de crédito, hipotecas y autos.

Otros impactos en Puerto Rico

Los legisladores de las minorías negras, hispanas y asiáticas en el Congreso de los Estados Unidos también han hecho una serie de denuncias que en la prensa en Puerto Rico han pasado inadvertida o no le han dado gran despliegue.

Aunque nadie sabe con certeza aún qué programas serán eliminados o suspendidos de inmediato, un análisis del Bipartisan Policy Center demuestra que si el Departamento del Tesoro tuviera que aplicar los ingresos provenientes hacia los gastos de defensa, el Seguro Social, Medicare y Medicaid, y el seguro de desempleo, el gobierno federal estaría obligado a hacer recortes sustanciales a los programas que ayudan a los desfavorecidos (sin hablar de la mora de muchos otros pagos, incluyendo las devoluciones de impuestos, pagos para los trabajadores del gobierno federal, y muchas otras obligaciones del gobierno). Los recortes a estos programas se harán sentir más entre las minorías, o como le llaman allá - “personas de color (people of color) – que viven en su mayoría en la pobreza.

Algunos ejemplos de estos programas, según el estudio del Bipartisan Policy Center, incluyen:

Tarjeta del PAN y el Programa WIC - Los cupones de alimentos y otros programas de nutrición para mujeres embarazadas de bajos ingresos y niños. En agosto, se estimó que los recortes serían de $14,700 millones. Desde el 2009 el 37.7% de los beneficiarios de ambos programas son minorías. Esto tiene un impacto directo en Puerto Rico que no se ha analizado.

Becas Pell que cubren gastos de educación universitaria para estudiantes de bajos ingresos: Los recortes estimados en agosto y septiembre: $ 8,800 millones. Los afroamericanos dependen en un 11.8% de estas becas, los latinos en un 13.2% y los asiáticos en un 6.8%. ¿Cuántos de estos fondos irían a la Universidad de Puerto Rico? ¿Tendrá esto un impacto en la crisis que desembocó en las recientes huelgas universitarias acá?

• Programas de vivienda asequible y de ayuda de alquiler para personas de bajos ingresos: Los recortes estimados en agosto y septiembre: $ 7,400 millones. Para el 2008 un 44% de los beneficiarios de estos programas era negros y un 23% hispanos. ¿Cómo se afectarán los residenciales públicos en Puerto Rico?

• Educación - Los programas educativos diseñados para mejorar el rendimiento académico de los niños desventajados: Los recortes estimados en agosto y septiembre: $ 2,500 millones. ¿Qué representa esto para el Departamento de Educación en la Isla?

• Salud - Los servicios para el desarrollo infantil de niños de bajos ingresos, adscritos al Departamento de Salud Federal: recortes estimados en agosto y septiembre: $ 1,300 millones. ¿Se afectará el programa Mi Salud en Puerto Rico?

• Departamento del Trabajo - Programas de capacitación profesional para trabajadores desplazados y los servicios de empleo para jóvenes: los recortes estimados en agosto y septiembre: $800 millones.

¿Cuántos fondos federales recibe Puerto Rico en cada partida? Esa información aún no ha sido reseñada en la prensa. Pero lo que es peor aún, tampoco por nadie en las esferas del gobierno en los dos partidos políticos principales. De hecho, los funcionarios y candidatos del Partido Nuevo Progresista y del Popular Democrático tampoco han expresado sus preocupaciones sobre estos recortes, ni mucho menos, las alternativas que tienen para enfrentar la situación.

Estas son sólo algunas de las preguntas que quedan sobre el tintero, y que esperamos que se comiencen a contestar en las próximas semanas y meses.

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