Conocí a
Javier Santiago en mi primer trabajo en Puerto Rico, la antigua revista Guía de
Televisión y Entretenimiento que publicaba Casiano Communications. Yo estaba
asignada a escribir los artículos en inglés, principalmente de artistas
estadounidenses que venían a Puerto Rico.
Mi editor y
jefe José Guillermo Aponte me dijo: "Hoy vas a conocer a un amigo mío que
trabajamos juntos en El Mundo (el antiguo periódico) y él está terminando su
investigación y el libro sobre la Nueva Ola y la televisión puertorriqueña. Ya
verás que te va a caer bien", me dijo.
Ese amigo era Javier Santiago, que ya iba gestando ese proyecto de amor y de resistencia para educar sobre Puerto Rico y que terminó siendo la Fundación Nacional para la Cultura Popular . Lo que gestó allí ese gran periodista e investigador es único.
No sólo
aprendí de sus escritos y su pasión por los artistas, sino que Javier también
dejó una huella indeleble en la cultura de este pueblo.
Los
conciertos desde el balcón de la Fundación con Danny Rivera, los espectáculos,
las obras, el rescate de la música, el honor a los mejores discos del año, en
fin, demasiadas cosas que deja.
En el
Verano del 2019 Javier fue instrumental para que muchos periodistas, sobre todo
la prensa internacional y los independientes como yo pudiéramos trabajar desde
la esquina de la bautizada como Calle de la Resistencia, allí, cerca de La
Fortaleza. Fui allí a su oficina a
transmitir y a salir en programas de CNN entre otros medios internacionales,
gracias a Javier.
Tampoco
olvido que fue Javier la primera persona que me respaldó públicamente cuando
Kobbo Santarrosa, Ramón Rosario, Carlos Bermúdez, y el grupo de corruptos
vinculados al chat y al pillaje en el
gobierno de Ricky Rosselló iniciaron aquella campaña para intentar asesinar mi
reputación, y que todavía hoy mantienen viva. Fue un enorme apoyo en esos
momentos.
Yo sabía
que Javier estaba enfermo, pero francamente tenía la esperanza de que lo
superaría. Hoy ya descansó, y aunque estoy bien triste, siento que libró la
gran batalla y cumplió su cometido. Fue
un gran amigo. Fue un extraordinario ser humano. Fue un verdadero
puertorriqueño ilustre. Alabanzas a su grandeza y a su legado.
Descansa en
paz y bien, querido Javier.
Sandra RodríguezCotto
NOTA: Les invito a que lean esta nota que se publica en la página de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, redactada por el periodista Vicente Toledo.
Fundación Nacional para la Cultura Popular lamenta profundamente la partida de su fundador y director ejecutivo, Javier Santiago
[San Juan, Puerto Rico] La Fundación Nacional para la Cultura Popular comunica con pesar el fallecimiento de su fundador y director ejecutivo, Javier Carlos Santiago González, periodista cultural y defensor incansable de la cultura puertorriqueña. Javier partió de este plano al mediodía de hoy, miércoles, 1 de octubre de 2025, rodeado de su familia y seres queridos, tras batallar por un año con complicaciones de salud que afectaron su habitual energía y entrega al quehacer cultural.
Sus familiares han confirmado su deceso y solicitan espacio para asimilar este proceso y atender asuntos apremiantes en el núcleo familiar. Los detalles sobre las exequias y cualquier decisión adicional serán compartidos oportunamente a través de la página oficial de la Fundación (www.PRpop.org).
Denominado por el artista Alí Francis como el “Apóstol de la Cultura”, Javier deja un legado invaluable de servicio a la clase artística, la comunidad y la cultura popular de Puerto Rico. Con dedicación y esmero, elevó su proyecto de vida —la Fundación Nacional para la Cultura Popular— al sitial de proyecto de país.
Desde su incorporación en 1996, la Fundación se ha consolidado como custodia del patrimonio cultural puertorriqueño, promoviendo el estudio, la conservación y la difusión de nuestras expresiones populares, clásicas y folklóricas, tanto en Puerto Rico como en la diáspora.
Hoy, más que nunca, reafirmamos el compromiso de continuar su misión. Su legado vive. Javier vive en nuestra memoria y corazón.

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