Periodista independiente en Puerto Rico

Wednesday, January 20, 2016

Puerto Rico, una reservación indígena

 

NOTA: Esta columna - de cinismo y sarcasmo - la publiqué porque entiendo que a veces sólo con esa actitud se puede sobrevivir en el Puerto Rico de hoy. Salió en NotiCel el 1-20-16  http://www.noticel.com/blog/185615/puerto-rico-una-reservacion-indigena.html)



Indígenas. Convertir a Puerto Rico en una reservación indígena es lo que deberíamos declararnos a ver si los americanos nos respetan un poquito. 

Si algo quedó claro la semana pasada en la histórica vista en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en la que se discutió qué demonios representa ahora Puerto Rico para ellos, es que nosotros estamos peor que cualquier otra minoría americana.  Estamos peor que los más humillados, que son los indígenas americanos. Ellos por lo menos tenían soberanía porque eran naciones cuando llegaron los blancos a apropiarse de sus tierras, derrotando tribus y asimilando personas. Aquí no. Aquí éramos colonia de los españoles.

Y hay quien argumente que la Madre Patria nos había dado autonomía pero no fue así. Puerto Rico fue entregado sin soberanía por el tratado de París, y su condición nunca cambió a pesar de lo sucedido en el 1952, porque el Congreso no tiene poder para darle soberanía a un territorio. Eso lo dijeron en el Supremo la semana pasada. No éramos una nación soberana, porque los españoles lo que dieron a Puerto Rico eran grados de autonomía, en ese concepto europeo que los Estados Unidos nunca reconoció. Autonomía vs. Soberanía eran dos cosas distintas para los americanos.

Así que ahora, en la realidad del 2016, habría que preguntarse qué es lo que nos conviene. Qué opciones reales tenemos porque es evidente que no es estadidad, ni tampoco independencia y mucho menos la república asociada o un ELA en la versión que se quieran inventar. ¿Una reservación indígena? ¿Quién sabe? Pero como los puertorriqueños somos orgullosos, copógrafos y racistas, jamás lo haríamos.

Total, ya tenemos entre un 60 y un 80% de ADN taíno por nuestras venas, según revelaron hace unos años estudios genéticos de los puertorriqueños. Entonces podemos ser un pueblo indígena. Sometidos como hasta ahora.

Seríamos algo así como la versión caribeña de los indios Seminoles o los Mikasukis (o Miccosukees) que en la Florida tienen sus reservaciones y manejan grandes casinos y hoteles. Igual que nosotros acá, que lo único que funciona ante los ojos del mundo es el turismo. Allá reciben a los turistas en las reservaciones con Pow Wows y acá con grupos típicos. Allá viven de casinos, y acá, soñando con el Powerball.

Pensándolo bien, como está la economía en Puerto Rico muchos dirían que pronto andaremos en taparrabos. Además, hasta políticamente somos como los indios y cada partido opera como tribus. Tienen sus caciques en las alcaldías y en la Legislatura. Allá tienen a los caras pálidas y al “Águila Calva”, acá nosotros tenemos al Triburón Blanco.

Declararse reservación indígena le convendría a todos los sectores ideológicos. A los populares, porque ganarían algo de soberanía o poder. A los independentistas, porque lograrían proyectar que si en 100 años de imperialismo y coloniaje no nos han asimilado todavía, eso quiere decir que somos distintos. Y a los estadistas, porque podrían aprovecharse proyectándonos como más “minorities”, o sea, la minoría dentro de la minoría. Más dinero para el mantengo.

¿Y cuáles serían las tribus nativas en esta hipotética reservación boricua? Estaría la de los Pendanga. Esa sería la tribu más numerosa porque a todos, de una manera u otra, nos han cogido de pendangas. A todos en todos los sectores políticos les vendieron sueños que no cumplieron. Que si había pacto bilateral o que si la estadista jíbara era posible. Nada va a pasar porque todos son pendangas. En el 52 nos dijeron que éramos autónomos, y ahora resulta que el mismo gobierno de Obama lo cuestiona. ¿No es eso una cogida de pendanga?

Otra tribu en esta hipotética reservación indígena es la de los Lambones. Esta es una variante más culta de los Pendanga porque siempre idolatran a sus caciques, a sus jefes. Los endiosan aunque sean corruptos, ineptos o flojos.

Y también está la tribu de los Boca-abajo. Esos son los que están acostumbrados a ir a mendigar a Washington. Algo así como hizo el abogado del ELA en las vistas, Christopher Landau, cuando rogó a los jueces que por favor, “no le quiten la Constitución de Puerto Rico a la gente de Puerto Rico”. Hay muchos populares y penepés en esas. Para ellos, rogarle al amito blanco gringo no representa humillación alguna. Por el contrario, es lo normal.

Si la realidad es que no somos lo que nos hicieron creer, entonces ¿qué somos? ¿Será este el momento de buscar los arcos y las flechas? ¿Es el momento de la suprema definición? Es momento de despertar. Parafraseando al Maestro Pedro Albizu Campos, somos una nación agredida por el supuesto protector. Frente a él, siempre estaremos indefensos. Puerto Rico “no es estado, ni libre y no puede haber sociedad alguna posible entre el amo y el esclavo”.

5 comments:

  1. Hay cosas ni de relajo se pueden legitimar

    Compañera: Su columna desde mi punto de vista, falla en crear un espacio de reflexión, precisamente porque usa como recurso la legitimación de un vocabulario y unos conceptos que irónicamente, con toda su buena intención no logran el objetivo de crear el cinismo y sarcasmo que buscó…(En ese estilo mordaz, cínico y sarcástico, Fernando Clemente era un genio). Usted lamentablemente no lo logra y creo que puede causar más daño que bien para entender y avanzar el que ha llegado la hora de enfrentar sin dudas la situación colonial de Puerto Rico.

    Ya desde la primera oración me parece desacertado su planteamiento: “Indígenas. Convertir a Puerto Rico en una reservación indígena es lo que deberíamos declararnos a ver si los americanos nos respetan un poquito.” Las reservaciones indígenas no son fuentes de respeto pero el cruel y duro y vivo recuerdo de un sistema de opresión, persecución y destrucción de las naciones originarias en los EEUU. Políticas inspiradas y guiadas por la insaciable y opresiva política de expansión y apropiación de recursos naturales que pertenecían a estas naciones originarias. Un proceso de explotación y robo de los cuales las reservaciones son el cruel residuo y consecuencias de esa cruel política de despojo imperial-colonial. Hay cosas que ni de relajo se reafirman compañera. Añado que podría utilizar su espacio para educar a la gente y desmantelar escrito a escrito ese otro robo del nombre, parte de la excepcionalidad estadounidense que se consideran los únicos que valen la pena en este parte del planeta…Su gentilicio en español es estadounidenses no americanos. Hay otra América, la que el Apóstol Martí llamó Nuestra América.

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  2. En su segundo párrafo continua el resbalón su análisis. Lo que representa realmente Puerto Rico para el imperio no ha cambiado mucho en realidad. Somos su colonia para hacer y deshacer, así de simple. Que han disfrazado esa realidad con complicidad de muchas y muchos son otros veinte pesos. Para quien lo quisiera ver, leer y entender, Puerto Rico siempre ha sido una colonia de los EEUU, esa es la manera en que nos han tratado, y sus leyes y acciones (aparte de sus palabras) demuestran claramente eso… Ver y leer libros de Ronald Fernández al respecto por ejemplo La isla Desencantada, Prisioneros del colonialismo). También, se equivoca compañera analista, al calificarnos de minoría, no somos una minoría estadounidense, somos un pueblo sometido a una relación colonia. Hacer esta afirmación legitima esa apropiación ilegal y niega el derecho inalienable a nuestra existencia como nación, como pueblo. Y si bien es cierto que las consecuencias de la expansión, de la persecución y la opresión de los pueblos originarios han sido a varios niveles letales, bien es cierto que ese espíritu de indomabilidad y rebeldía de esas naciones hermanas les ha permito y le permite que sigan luchando y creando espacios de resistencia y recuperación, así que no creo que sea acertado etiquetarlos como los más humillados. Y lo mismo aplica a este pueblo nuestro que resiste y crea a pesar de los pesares acciones de lucha y resistencia. Etiquetarnos como humillados no es transformador. Hacer una carrera para medir quien es el más humillado no es liberador compañera, los pueblos originarios eran naciones muchas de ellas no tribus, y algunas proveían modelos comunitarios y colectivos de convivencia y en armonía con la naturaleza y otras un sistema federativo de que fue plagiado, compañera, y trataron de asimilarlos pero ante el indomable espíritu de resistencia los trataron de exterminar, los traicionaron, los desterraron, los encarcelaron. Así que compañera de nuevo hay cosas que ni de relajo se deben legitimar.

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  3. Su explicación de lo que se dijo en la Corte Suprema Imperial no es acertada. El supremo gringo expresó que si fue el congreso con una ley quien permitió que los puertorriqueños escribieran una constitución de la misma manera tenían el poder de retirar dicho privilegio. Y ahí es que claramente se expresa la situación colonial de nuestra nación…Pero lo que me preocupa es que el análisis crítico se queda ahí y no reta precisamente esa falacia. Nuestros análisis deben partir de que la soberanía no nace del congreso imperial, esta es una característica natural y esencial del pueblo y ese pueblo debe defenderla, crearla y arrebatarla cuando otros se empeñan en negarla… Y la acción de aquellas y aquellos que amamos esta nación es implementar las acciones que creen los espacios de entendimiento político y de acción política con y junto a nuestra gente para exigir que los obstáculos militares-policiales-judiciales que impiden ejercer ese derecho natural a la libertad sean eliminados.
    Cuando habla de alternativas que excluye todas y cada unas de ellas y encima repite la idea de moda de legitimar alternativas de status que no son descolonizadoras a la luz del Derecho Internacional (leer análisis del Licenciado Fermín Arriaza).

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  4. Y sobre la última oración que generaliza que ‘ …puertorriqueños somos orgullosos, copógrafos y racistas…”, hay cosas ni de relajo se pueden legitimar. Esa oración no crea espacios de creación y liberación compañera…esa generalización es ofensiva en cualquier contexto. Repito, Hay cosas ni de relajo se pueden legitimar.



    El resto de su publicación ya cae en el uso de estereotipos y clichés que legitiman el lenguaje racista y la ideología detrás de este, de plantear que EEUU y su civilización occidental son el “progreso”, ideología que justifica la destrucción y genocidio de los pueblos originarios.

    Los centros poblacionales de la gente originaria y sus comunidades son mucho más que áreas de recibimiento turístico y casinos. Yo que he trabajado y trabajó con varias comunidades de pueblos originarios en Nuevo México, en florida, en Dakota del Norte, en Oregon, en Yakima, puedo dar fe de eso…Comunidades en lucha, en creación, creando espacios y acciones para rectificar siglos de injusticias y creando las alternativas desde la comunidad para su liberación social y restauración de sus raíces y cosmología de vida…Los clishés de nombre que usa no son graciosos, son racista compañera…y repito Hay cosas ni de relajo se pueden legitimar


    Sigue con una generalización y uso de clichés que no se sienten ni cínicos ni sarcásticos, compañera. Aunque si bien es cierto que hay una caterva de cómplices y traidores a esos la historia los juzgará…Pero en el último párrafo compañera usted afirma parafrasear al Maestro, pero la construcción de su parafraseo es contraria a la esencia de lucha e indomable resistencia que nos enseñó Don Pedro en sus acciones de lucha nacional…Y de nuevo resbala al legitimar que la definición, que nuestra esencia es determinada por el amo…Somos Puertorriqueños, somos una Nación compañera, una nación invadida y que a pesar de más de 600 años de enfrentar la saña de dos imperios, todavía respiramos, somos boricuas en lucha…Y no mientras muchas y muchos de nosotros sigamos en la lucha, creando espacios y tomando acciones contra el colonialismo, no estamos indefensos, a pesar de la caterva de cómplices que se unen a tratar de evitar lo que es inevitable, la independencia de nuestro pueblo…Su publicación que podría haber sido un espacio de pensamiento crítico se escocota por el uso inefectivo de un lenguaje racista, despectivo, sin que refleje ese sarcasmo que usted aduce y por eso afirmo Hay cosas ni de relajo se pueden legitimar.

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  5. Me parece increíble que una persona que se llame socióloga y que sea madre demuestra tan poca empatía. Si dice ser cristiana debe aprender más sobre Jesus y leer detenidamente el capítulo 13 de la 1ra. Carta a los Corintios.

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