Periodista independiente en Puerto Rico

Monday, December 14, 2015

Chusmas y chapiadores

 NOTA: Esta columna fue publicada en Noticel el 9 de diciembre de 2015 http://www.noticel.com/blog/184197/chusmas-y-chapiadores.html


El pasado jueves se demostró que aquí se imponen los chusmas y los chapiadores.  Escuchar al director del FBI, Carlos Cases, cantárselas al Gobernador y al liderato político diciendo que hay que “limpiar la casa de los parásitos y las garrapatas políticas que tienen a Puerto Rico desangrado y en cuidado intensivo”, es la mejor prueba de esta realidad.

Básicamente lo que el director del Negociado de Investigaciones Federales quiso decir fue que esto aquí está cundido de chusmas y chapiadores. Chusmas son gente soez y vulgar, y chapiadores son como prostitutas, que por dinero hacen cualquier cosa. Son los que se pasan “joseando” como dicen en la calle, a cambio de dinero o de carteras, o de “party” y de cenas en restaurantes lujosos.

Con los arrestos del empresario y recaudador político Anaudi Hernández y de su combo de otros nueve indeseables la semana pasada, se evidenció que la vergüenza se perdió entre los que ostentan el poder.





Las reacciones parecían un paso de comedia en un programa cafre de televisión. Populares, funcionarios públicos, penepés y hasta periodistas y comentaristas radiales reaccionaron igual. Tan pronto empezaron los arrestos primero hubo silencio total. Los populares en shock, calladitos, primero por el susto, embarraos’ porque temían que les sacaran cuánto dinero Anaudi les había dado o cuán cercanos eran a los ayudantes arrestados. Después las reacciones se convirtieron en un festival de expresiones mongas.  Oír a Eduardo Bhatia decir “que le caiga el peso de la ley” como si él nunca hubiera estado al lado de Anaudi. Oír al presidente de la Cámara, Jaime Perelló decir que había que erradicar la corrupción o mandar a hacer auditorías, cuando él tiene el control absoluto y firma los contratos en ese cuerpo porque en la Cámara no se aprueba nada sin su consentimiento.

Y en el bando azul, más silencio aún. Después de todo, el Anaudi también había mojado con sus chavitos sucios a penepés al igual que sus amigos del alma del PPD. No podemos olvidar que la práctica de gastos alegres es histórica y que la Oficina del Contralor le señaló a la pasada administración en la Cámara que se dieron contratos  dudosos para remodelar las oficinas de los que serían minoría en este gobierno. Es que así actúan todos porque el Capitolio es la vitrina de chusmas y chapiadores. Lo único que les importa son ellos, no el pueblo.

Pero si cafre fue la reacción de esos arrestos entre los políticos, más asqueante fue la de algunos en los medios de comunicación. Hubo comentaristas en la radio que no sabían qué decir ni como analizar porque son iguales de chapiadores y son amigos del Anaudi.

Otros no podían salir del asombro porque en la redada se fue enredada una amiga de muchos, Sally López. La misma que saltó a la fama porque salió en sugerentes poses ‘maripilescas’ enseñado caderas, nalgas y otras partes íntimas en unas fotos que supuestamente le robaron de su celular.  Ese evento de por sí solo debió haber sonado la alarma antichapiadora porque como las de su tipo, se aprovechan de cualquier oportunidad para sacar ventaja. Ella logró victimizarse y que le cogieran pena por ser una mujer atacada, y de paso logró que la siguieran ascendiendo en los puestos públicos.

El Secretario del Trabajo Vance Thomas la defendió a capa y espada. Luego fue cambiando hasta llegar a la División de Ayuda al Ciudadano de la Fortaleza. En el camino, combinaba su tiempo entre subir “selfies” y fotos junto a líderes políticos en las redes sociales mientras aceptaba con gusto las invitaciones a comer en Morton’s y las carteras Ferragamo que le hacía llegar Anaudi. Poco importó que ella había sido cuestionada en las vistas en el Senado por negar en declaración jurada siete demandas en su contra y reportar un salario que no concordaba con su estilo de vida. Pero no,  la Fortaleza cabildeó a su favor y finalmente el Senado la premió con el puesto. (Ver: http://www.noticel.com/noticia/184019/turbio-nombramiento-culmina-en-arresto-de-empleada-de-fortaleza.html).

La Sally López le auspiciaba transmisiones en vivo a emisoras radiales para dar a conocer ferias de empleo en el gobierno, pero ninguno en las emisoras cuestionó que los empleos que ofrecían eran al mínimo federal o en empresas piramidales de multiniveles. No importaban las cogidas de pendanga a las audiencias desesperadas sin trabajo, porque los chavitos ya estaban del lado de allá.

¿Por qué no se fiscaliza a este tipo de chapiadores y chusmas? Porque lo importante es tener la pauta y el dinero de anuncios. Ahora mismo hay otros aparte de Anaudi traqueteando en el gobierno y nadie dice nada. En el Capitolio, por ejemplo, las remodelaciones no paran. El Salón de Audiencias 1 es nuevo. Se arreglaron ascensores, pero con la excepción de una reportera de televisión de Telemundo, más nadie en la prensa de esos que van al Capitolio a cubrir a diario, ha dicho nada.  En las alcaldías los traqueteos vienen en las construcciones de monumentos en las que no hay comparables para identificar el costo real. El tumbe es grande y es a la vista de todos, pero nadie pregunta nada.

Nadie pregunta porque la hipocresía abunda en sectores de los medios que son por igual chusmas y chapiadores. Algunos periodistas y comentaristas que expresaron asco ante las acusaciones de corrupción del jueves pasado olvidaron que solían – y suelen – compartir mesa y francachelas con ese tipo de gente y que además les sirven de vehículo para comunicar su propaganda. Después de cachetear los parties y las borracheras con rojos y azules, pretendían borrar cinta. Eso son los que se después se quejan si pierden audiencias, lectores o televidentes, o si se quedan desempleados porque el medio cerró. No aceptan que la credibilidad se gana con respeto y trabajo. Con verticalidad, no lamiendo ojo.

Por eso es que hay que preguntar, que increpar, que averiguar los porqués. Si un gobierno dice que no hay dinero ni para el bono de Navidad aunque impusieron el 4 por ciento del IVU, ¿por qué no se cuestiona que se gaste en cuadros telefónicos que no sirven? ¿Por qué se aceptan los funcionarios que se proyectan como ovejitas cuando son chapiadores? ¿Cuántos graduados, gente con años de experiencia y preparación académica quisieran tener una oportunidad como la que tuvo la Sally López, o las funcionarias de Acueductos arrestadas, pero no la tienen? ¿Cuánta gente decente está en el desempleo o en el subempleo porque no tienen la carta de un senador o un alcalde o de una pala como Anaudi que los acomode en el trabajito del gobierno? Pero no, de eso no se pregunta.

Es que la actitud es otra. La cafrería se ha apoderado de todas las esferas del país. En un país donde la televisión pone a la Dra. Polo en doble tanda todos los días, es poco lo que se puede esperar. Sea político, funcionario, comentarista o artista, presentan una fachada para ocultar que son unos buscones. Uno sabe que han corrido toda la vida pero  ahora se pintan de grandes damas,  o que les gusta meterse droga porque se les ve en la cara, pero se pasan un buen “blower” y plancha en el pelo si son mujeres, o se ponen un “suit” con corbata si son hombres, y se pintan de honorables cuando no lo son.

Por eso es que la gente decente se hastía, porque tienen pocas opciones frente a la partida de buscones. Se tienen que ir del país. Si se quedan, es a aguantar los chapiadores y chusmas que se carguen con los puestos. Pero si se quedan y se quejan, entonces se fastidian. Los marcan.

Los decentes que no nos quedamos callados, los que denunciamos la corrupción para que el país se adecente, los que no tenemos miedo a perder oportunidades o clientes porque no le debemos nada a nadie ni le cargamos la cola a nadie, somos amenazados y nos tratan de intimidar. Nos carpetean y nos marginan. Nos niegan espacios porque tienen miedo y saben, que llegado el momento, se las vamos a cantar como son. Tienen ellos miedo de quedar en evidencia y por eso ningunean, pero uno no se puede amilanar.

Yo no escribo para ofender, pero tampoco me preocupo si ofendo a alguien con lo que opino. Sé que eso de ser chapiadores y chusmas no se define por la extracción social o de dónde venga la persona  porque hay ricos de cuna que lo son al igual que arrimados y nuevos ricos que se le sale por los poros. Porque aunque se vayan de viaje a París y vean la torre Eiffel, cuando les expliquen, no entienden. Para ellos fue treparse en una torre de acero y subir el ascensor sin entender su significado cultural. Son los que van a Morton’s o a Texas de Brasil y piden churrasco con tostones, pero se hartan de comer pan y ensalada y piden la carne para llevar. Es que por más carteras Ferragamo que tengan, son chusmas y eso no lo borra nadie.

Pero se exponen es a que les llegue su día. Sea por corrupción o sea por el narcotráfico, se sabe que son sobornables porque el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.  La evidencia está ahí. No se pueden permitir más cafres en el poder ni ricos que quieran comprar políticos. Como dijo Cases, citando al gobernador Alejandro García Padilla “la verdad es la verdad, y la verdad es invencible”.  (http://www.foronoticioso.com/fn/jefe-del-fbi-reta-al-gobernador-a-limpiar-la-casa-de-lo-parasitos-y-garrapatas-politicas-tras-operativo-denominado-operacion-botin-de-guerra/ )

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