Eso de estar llamando a la guerra, de amenazar por las redes sociales a reporteros o a medios noticiosos, de darle palos, puños a los periodistas o de insultarlos, está de más. Es innecesario. Si critican a la policía cuando agrede manifestantes, ¿por qué ustedes tienen que hacer lo mismo con los miembros de la prensa? Es estúpido hacerlo porque los periodistas en su inmensa mayoría son trabajadores como ustedes y muchos son también unionados.
Hace unos días y ante la aprobación de las medidas que paralizan los aumentos salariales y beneficios ya negociados con los sindicatos, han aumentado las agresiones. Fotoperiodistas de Univisión, Wapa-TV y GFR Media fueron agredidos, las amenazas de unionados a los periodistas de El Vocero y a la empresa han sido consistentes incluso en las redes sociales y en eventos públicos. Se le atribuye al liderato sindical haber amenazado al gobierno de que “no tendrá paz”, si esto sigue. Y mientras tanto, las protestas, el detener el tránsito en el túnel Minillas, el impedir acceso del público a servicios e instalaciones del gobierno y otras acciones son la orden del día que tienen a la población harta.
Una cosa está clara y es que la opinión pública está en contra de las uniones. ¿Por qué? Porque las uniones no han sabido comunicar sus mensajes adecuadamente.¿Por qué la gente detesta las uniones? ¿Qué es lo que pasa que el público está harto de tanto piquete y amenaza de paros por los sindicatos? Obvio, las uniones están usando estrategias de los años 50, 60 y 70 pero estamos casi en la segunda década del siglo 21. La gente se cansa de lo mismo y las uniones no están comunicando bien. Por el contrario, amenazan y agreden a los que son sus aliados, que son los periodistas. No distinguen entre lo que son los periodistas y las líneas editoriales de los dueños de los medios, o entre los reporteros o los personajes que salen en los medios y crean opinión – sean artistas, comentaristas, analistas y “analistos”, abogados – pero ninguno de esos es un verdadero periodista.
El problema con esas acciones es que si en efecto ocurren sabotajes y daños en instalaciones públicas como en el pasado, la gente sabrá a quién culpar. Pero nos llamemos a engaño, la derecha política siempre actúa así para culpar a la izquierda y en este momento, las uniones han caído víctimas de ese juego en un nivel de desesperación. ¿Qué deben hacer las uniones para llevar su mensaje y detener la oposición en la opinión pública? En vez de agredir periodistas, aquí van unas recomendaciones:
1) Diseñen un plan de comunicación y crisis. Tiene a muchos sectores en contra, pues identifiquen qué tácticas tienen que hacer para comunicar su posición y convencer con argumentos válidos. Desarrollen una estrategia: Coherente, clara y concisa. Sin palabras ni frases de los 70.
2) Aliados. Vean a la prensa como una aliada, no como su enemigo. Cero agresiones.
3) Diferencien prensa vs empresa. Hay que diferenciar entre los periodistas y los analistas/comentaristas o como les digo “analistos y opinantes”. Estos son los que opinan de todo sin análisis y sin establecer sus vínculos económicos ni sus conflictos de interés. Defienden sectores sin decir que son abogados de empresas interesadas. El problema es que en la prensa (especialmente en la radio) se mezcla una cosa con la otra y el público piensa que los comentaristas son reporteros/periodistas cuando no lo son (Y esto amerita una discusión más extensa). Que las uniones denuncien eso.
4) Hablen claro. Expliquen claramente y en “arroz y habichuelas” la diferencia entre las uniones locales y las de afuera. Expliquen lo adverso de una privatización y denuncien a sus promotores, incluyendo aquellos personajes o dueños de los medios
5) Digan qué van a ceder. Negocien y cedan esos beneficios que están de más y que todos conocen. Es inmoral que sigan defendiendo cosas que no se justifican cuando la inmensa mayoría del país no recibe ni una cuarta parte de esa bonanza.
6) Distánciense de la corrupción. Tienen buenos líderes. Uno de éstos serios, por ejemplo, es el presidente de la Utier, el amigo Angel Figueroa Jaramillo, quien a diferencia de otros líderes y ex líderes de ese sindicato, no es corrupto. Por el contrario, lleva años presentando propuestas.
7) No sean cómplices del silencio. Esto es un mal común. Ningún ex gobernador reconoce que fue culpable de la crisis económica que le tocó al actual gobierno. Fuera popular o PNP hoy estaría con la misma crisis, pero nadie lo reconoce. Es obligación de los sindicatos dar a conocer qué gerenciales o administradores – por nombre y apellido, y con pruebas – son los que han saqueado las arcas de las agencias públicas por años.
8) Comuniquen dónde están robando. Que el país vea que el dinero no se pierde sólo en beneficios a los sindicatos sino en impagos, en deudas, en diezmos políticos. Expliquen esto bien.
9) No ataquen al público. Eviten hacerle daño al país. No cierren carreteras ni impidan paso de los ciudadanos. Si sucede algo, que el país vea que no son los sindicatos.
10) Eviten errores. No se ubiquen como los “malos” cuando en realidad ustedes son víctimas de la politiquería.Sean tácticos y no inciten a una guerra innecesaria con los periodistas, cuya función es sólo informar. Total, por más agresiones que hagan, el mensaje se queda.
Como suelo comentar en los talleres que doy de manejo ante la prensa: al final la prensa tiene la última palabra, y esa palabra es pública. ¿Quieren que sea positiva o negativa a su causa? Eso está en ustedes, los sindicatos.
Esta columna fue publicada en El Vocero el 6-16-14 - http://elvocero.com/uniones-cojanlo-con-calma-con-la-prensa/
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