La psicóloga denuncia que el presidente del Senado intenta desviar la atención de los serios cuestionamientos por acciones de la nominada a dirigir Justicia
Janet Parra y Thomas Rivera Schatz |
Gaslighting, el término que se usa para explicar la manipulación, es lo que hace el presidente del Senado Thomas Rivera Schatz al atacar a periodistas para desviar la atención sobre las serias interrogantes que hay de la exfiscal Janet Parra y que ponen en duda su nominación a dirigir el Departamento de Justicia, opinó la psicóloga social comunitaria Katherine Angueira.
Aunque Angueira precisó que es probable que el Senado, impulsado por Rivera Schatz confirme a Parra en el puesto, no deja de levantar sospechas que él quiera desviar la atención pública sobre la noticia de que Parra pidió una serie de vídeos de las cámara de seguridad en el Capitolio para poder identificar a los empleados y fiscales que fueron a dar testimonio sobre ella a petición de los senadores. Esto se corroboró con un mensaje de un chat que tienen los senadores en el sistema de mensajería Telegram, publicado EN BLANCO Y NEGRO.
“Hay unos indicadores de la conducta del presidente del Senado Thomas Rivera Schatz que demuestra que él va a confirmarla, pero su ataque visceral a la prensa es indicativo de que está tratando de desviar la atención de la información, y las acciones de Parra. Eso es gaslighting”, dijo Angueira.
La también analista política dijo que hay tres preguntas fundamentales que Rivera Schatz no se atreve responder. “La primera: ¿Usted recibió sí o no una petición de que entregara al departamento de Justicia esas grabaciones? Lo debe poner bajo juramento en una declaración jurada. La segunda pregunta es, Si es cierto que usted recibió esa petición, ¿ usted rechazó y dijo firmemente que no iba a entregar esas grabaciones? Y la tercera pregunta es: De ser cierto que él como presidente del Senado recibió esa petición y la rechazó, ¿por qué usted no ha radicado una querella o un referido ante el Panel del Fiscal Especial Independiente para que se abra una investigación criminal por haber intentado obstruir una investigación de parte del Senado de Puerto Rico?”.
Angueira explicó que el intento de obstruir una investigación del senado pudiese implicar la intimidación de testigos, en inglés es “witness tampering”. Según la ley, dijo, cuando se trata del Secretario de Justicia, quien investiga le corresponde al Panel del FEI.
Para Angueira es importante cuestionar el nombramiento de Parra porque ocupará el tercer puesto en orden sucesorial de la gobernación y es una figura que basó su poder dar curso o frenar acusaciones criminales.
“Janet Parra es una figura enigmática. Domina la presencia escénica en los medios. Tiene la capacidad en el escenario público de poder asumir un control de lo que la gente pueda realizar y pensar, siempre y cuando la gente no tenga los elementos para poder hacer un juicio público de lo que de verdad ella dice y hace”, manifestó.
En ese sentido, Angueira clamó porque se evalúen tanto las acciones como las omisiones de Parra a través de los años.
“Habiendo sido directora de la División de Crimen Organizado en Justicia, bajo la cual se dedicaba a buscar y hacer e procesamiento criminal al crimen organizado y trasiego de drogas, donde el nivel de violencia se dispara. Es una labor peligrosa para los fiscales, pero entonces cuando sale de Justicia se va a representar esos criminales. Como directora de esa ofician ella advino en conocimiento de cosas de criminales, para luego representarlos”, dijo.
Recordó que Parra renunció al departamento de Justicia justo en el momento en el momento si se va a celebrar o no un nuevo juicio contra Pablo Casellas.
“A mi entender eso es señal de que Parra dejó en el aire su compromiso con las víctimas, incluyendo a Carmen Paredes. Se esfumó. No le importó que había que celebrar un nuevo juicio para proteger la dignidad y la memoria de esa mujer. Un caso que tenía que celebrarse nuevamente al amparo del nuevo ordenamiento jurídico en Estados Unidos”, sostuvo. “Parra le da la espalda a una víctima que está enterrada, que se llama Carmen Paredes, para entonces irse a bregar a nivel privado y asumir la representación legal de una persona de organizaciones criminales”.
Parra dirigía en el Departamento de Justicia pesquisas contra organizaciones de narcotráfico y crimen organizado bajo el programa 100 x 35. Al renunciar a la agencia, entonces pasó a ser abogada de defensa de algunos de los criminales que se habían investigado bajo 100 x 35. Uno de éstos fue el peligroso narco Delwin Berríos Nazario, alias “Tun Tún”. Eso hizo que el juez Martín Ramos Junquera descalificara a Parra de la representación. Ella apeló, pero el caso no prosperó.
La exfiscal Parra, en sus explicaciones iniciales ante el Senado, argumentó que no insistió en defenderse ante el Tribunal Supremo para evitar involucrar a otros fiscales por represalias. Sin embargo, la evidencia encontrada por EN BLANCO Y NEGRO hasta ahora demuestra los conflictos éticos ya que ella pudo haber tenido acceso de antemano a información privilegiada y confidencias sobre investigaciones criminales que se hacían contra los que después serían sus clientes.
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