Participantes en el foro del Centro de Estudios Lartinoamericanos de University of Florida en Gainesville |
(NOTA: Esta columna fue el resultado de una profunda reflexión que hice al participar de un foro del Centro de Estudios Latinoamericanos en University of Florida en Gainesville. Publiqué la reflexión en NotiCelel 27 de octubre de 2019 - https://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/y-despues-del-chat-que-/1135878536 )
Pasó el verano intenso del 2019 y las cosas siguen más o menos igual. Un gobierno corrupto al que le siguen saliendo chichones por los esquemas en múltiples agencias, alza en la criminalidad, una Junta de Control Fiscal pendiente a seguir exprimiendo al pueblo para pagar la deuda, una gobernadora a la que poco a poco le salen las corruptelas que pocos nos atrevimos a denunciar en el verano, y más que nada, la impunidad absoluta de los que nos trajeron hasta aquí. Por eso es que muchos se preguntan, ¿y después del chat, qué?
“¿Habrá más movilización social y política?
¿Cuál será el rol de los puertorriqueños que se tuvieron que ir de la isla?
¿Cómo incidirá en Puerto Rico esa diáspora? ¿Se crearán nuevas alianzas y habrá
más colaboración? ¿Se crearán nuevos vehículos de movilización política?
¿Votarán por nuevos partidos? ¿Cuál será el rol del periodismo independiente
vs. el periodismo corporativo en Puerto Rico después del Verano de 2019? ¿Hay
una cultura de cambio o nos quedaremos en lo mismo?”, preguntó el profesor de
Ciencias Políticas y organizador del evento, Carlos Suárez.
Es difícil llegar a una conclusión definitiva,
pero en donde indudablemente sí se ve un cambio es en el rol que tiene la
comunidad LGBTT y especialmente Queer en la discusión pública del presente y
del futuro de la sociedad puertorriqueña. Son demasiadas décadas de lucha por
lograr el respeto y el reconocimiento de estas poblaciones, pero las protestas
del Verano 2019 lo visibilizaron como nunca antes. También demostró que la
sociedad puertorriqueña es más abierta que lo que los fundamentalistas
religiosos dicen.
“Esa es una de las ganancias del verano. Vimos
la diversidad de la sociedad en general y el activismo queer fue pieza
clave en toda la lucha, mucho más allá de ver a Ricky Martin con una bandera de
la comunidad LGBTT”, comentó la antropóloga Adriana Garriga López, profesora de
Kalamazoo College. Mencionó entre éstas el erotismo en las calles durante las
protestas, el uso del cuerpo para demostrar la indignación, el apropiarse de
los epítetos que lanzó el gobernador y los demás miembros del chat a las
mujeres, los bailes que hacían en las calles y el perreo intenso.
Otro aspecto clave en las protestas y que apunta
a movimientos futuros, fue la participación de los jóvenes, pero representada
por grupos mucho más allá de los típicos estudiantes universitarios, sino en
los que viven la miseria y la pobreza extrema, los prejuicios sociales en
caseríos y barriadas. Son poblaciones que usualmente no participaban en
manifestaciones,
“Yo le decía a los muchachos, esto es nuestra
patria, es nuestro país. Tenemos que demostrar nuestra indignación para que
sepan que estamos aquí y que somos muchos”, manifestó Rey Charlie, quien
organizó las históricas protestas en motoras y que fue uno de los panelistas en
el foro del viernes.
El activismo fue irreverente, creativo,
arriesgado, “pero todavía está inconcluso”, explicó por su parte, Vanesa
Contreras Capó, de la Colectiva Feminista en Construcción.
“Los eventos del verano no se dieron en un
vacío. Llevamos años de activismo, de movimientos que han aumentado desde que
se impuso la Junta de Control Fiscal en el 2016, pasaron los huracanes Irma y
María en el 2017, de que se detuvo la reconstrucción del país en el 2018 y
llegamos al 2019 con un aumento de casi un 100% la violencia de género”, explicó
Contreras Capó,
Otro elemento es el descontento general y el temor que persiste por las medidas de austeridad, opinó el abogado Luis Torres Asencio, de la Comisión Ciudadana para la Auditoría de la Deuda. Mientras que el constitucionalista y presidente de la Comisión de Derechos Civiles, Hiram Meléndez Juarbe, sostuvo que el verano corroboró la necesidad urgente y constante de que en Puerto Rico se haga una reforma sistemática, independiente y constante de la Policía para combatir los abusos de la fuerza con la ciudadanía.
Uno pensaría que todo esto tendrá un efecto
electoral, y si se siguen las tendencias de las últimas cuatro elecciones, es
probable que haya un cambio, pero todavía falta mucho por las elecciones del
2020, manifestó el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Puerto
Rico y estudioso de los procesos electorales, Luis Cámara. El
periodista Oscar Serrano, la abogada y activista Vanessa Hernández Romero y
esta servidora coincidimos en que todavía falta por ver los cambios a largo
plazo.
Las llamadas Asambleas de Pueblo, las reuniones
de diversos grupos con la gobernadora Vázquez, los piquetes y marchas que
continúan dándose frente a La Fortaleza y el activismo más reciente de
pensionados y de padres y madres de niños de Educación Especial son algunos
ejemplos de las cosas que continúan haciéndose desde la sociedad civil. La
pregunta que queda en el aire es si esto tendrá alguna repercusión futura. Para
mí, que sin buscarlo fui parte del proceso revelando el chat inicial y dos
adicionales, y que fui a las marchas, todavía quedan muchas preguntas en el
tintero.
¿Procesarán a los corruptos o Justicia dará la
espalda de nuevo? ¿Cambió el pueblo su manera de ver a los políticos o se
dejarán convencer otra vez por los mismos mensajes de siempre? ¿Seguirán
tolerantes con Wanda Vázquez? Yo lo único que sé es que sacaron a Rosselló y a
su grupo de secuaces del foro público, pero no sabemos hasta dónde todavía
éstos actúan y tienen poder. ¿Se derrocó su sentir? Sólo el tiempo dirá.
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